Connect with us

Presidentes mexicanos, rateros y asesinos

El Piñero

Luis Velázquez | El Piñero

16 de agosto de 2021

De los ex presidentes de la república quizá los siguientes soñaron con un parteaguas antes y después de ellos.

Gustavo Díaz Ordaz con la matanza de Tlatelolco el 6 de octubre de 1968.

Luis Echeverría Álvarez con la masacre del Jueves del Corpus del 7 de junio de 1971.

Y, claro, brincar de la presidente de la república a la secretaría General de la ONU, Organización de las Naciones Unidas, a través de la Carta de los Derechos y Deberes de los Estados, el fiasco.

José López Portillo, con el llamado México de la abundancia… petrolera.

Miguel de la Madrid con la renovación moral, otro fiasco.

Carlos Salinas, festinando el ingreso del país al primer mundo. Por decreto, claro.

Felipe Calderón, enviando a soldados y marinos a combatir de pueblo en pueblo a carteles y cartelitos en las calles.

6 años después del viaje presidencial y en cada caso, el saldo económico y social era gigantesco. Muchos pobres y pocos, escasos ricos. Una república pródiga en recursos naturales habitada por gente en la miseria.

El único logro social de sexenio en sexenio fue, habría sido, es que si en el siglo pasado, la Virgencita de Guadalupe, el Ejército y el presidente de la república eran figuras intocables, ahora lo dejaron de ser, con todo y el regreso del autoritarismo con la 4T, la purificación moral y la honestidad valiente.

Nunca, jamás, revirtieron la desventurada realidad que vivimos donde 6 de cada diez habitantes están y continúan en la jodidez, sin ninguna posibilidad de que la vida pueda cambiar.

Cada presidente y el gabinete legal y ampliado fueron, además, mesiánicos, creídos, seguros y convencidos de que eran enviados de un Ser Superior para redimir a la población.

La mayoría, soberbios y petulantes, pero también, pillos, ladrones y corruptos.

Casi casi a la mitad del camino sexenal de la 4T, 32 meses en total, ninguna lucecita alumbra el largo y el extenso túnel del desencanto social.

SUEÑO SEXENAL FARAÓNICO

Gustavo Díaz Ordaz tuvo oportunidad de oro con los Juegos Olímpicos. Pero la convirtió en una matanza estudiantil y de la población civil.

El tolete y la macana por encima del diálogo y la razón.

Y el día cuando Echeverría lo nombró Embajador de México en España, el mundo se le fue encima.

Luis Echeverría llegó más lejos soñando con dirigir la ONU. Pero con el movimiento estudiantil del 68 y el Jueves de Corpus tan inmortalizado en la película Roma de Alejandro González Iñarritu, apenas, apenitas pudo llegar a su mansión, en San Jerónimo, en la Ciudad de México, donde aún vive, longevo que es.

Aquellas giras faraónicas en el resto del mundo, acompañado de un séquito incalculable de políticos, empresarios, intelectuales y reporteros para “tirarle incienso” en el camino únicamente engrandecieron su soberbia, pero sin la mayor trascendencia social para el grueso de la población, ay los pobres, “la carne de cañón” de cada sexenio.

José López Portillo terminó creyéndose el Quetzalcóatl del siglo XX y el sueño imperial y faraónico terminó en “La Colina del Perro” y que hacia el final del camino quedara a su segunda esposa, la actriz Sasha Montenegro.

El mundo fue demasiado chiquito para Carlos Salinas, pero terminó sirviendo como su refugio en Dublín para salvarse a sí mismo, luego de que incluso le mataran a su candidato presidencial, Luis Donaldo Colosio.

“En la plenitud del pinche poder” ninguna huella social dejaron.

Vamos ahora a la mitad del sexenio obradorista y la miseria y la pobreza siguen y la migración del campo a las ciudades urbanas y a Estados Unidos multiplicándose y el desempleo en el peor tiempo sexenal.

Y la violencia, claro, imparable e inderrotable.

EL TIEMPO SE ESTÁ YENDO A LA 4T

De la 4T se han ido, de hecho y derecho, tres años. Estamos en el mes de agosto y en tres meses será diciembre.

Y al paso que vamos con la Tercera Ola del COVID, la mitad del país y la otra mitad, paralizados.

Por delante quedarán apenas, apenitas dos años, 2022 y 2023, para trascender en par de graves pendientes sociales.

Uno, el combate al desempleo. Y dos, el combate a la inseguridad, la incertidumbre, la zozobra y la inseguridad.

Desde luego, nadie dudaría de que con los programitas sociales la 4T tiene garantizado ganar la presidencia de la república en el año 2024, tiempo cuando la mitad del sexenio, desde antes, incluso, pues MORENA tenía ya sexteto de aspirantes y suspirantes destapados, se va en la sucesión.

Más, cuando MORENA ganó once de las dieciséis gubernaturas, más las diputaciones federales, más los Congresos locales.

Y aun cuando existe una feroz campaña contra la corrupción gubernamental, José López Portillo encarceló a 7 secretarios de Estado y jefes de paraestatales de Luis Echeverría Álvarez.

Y Miguel de la Madrid encarceló al director de PEMEX de López Portillo, el senador Jorge Díaz Serrano, su adversario presidencial más fuerte.

Y Ernesto Zedillo estableció, digamos, un parteaguas, encarcelando al hermano incómodo de Carlos Salinas de Gortari, Raúl, acusado del asesinato de su ex cuñado José Francisco Ruiz Massieu.

Entre los expresidentes dejaron un país jodido habitado por 6 de cada diez ciudadanos en la pobreza, la miseria y la jodidez y que, bueno, constituye el más elevado desafío, considerando, además, los derechos humanos y el legítimo derecho a tener una vida digna.

El tiempo constitucional se le está yendo a la 4T…

Comentarios

Comentarios

Comentarios

Entradas Relacionadas