•Revanchismo de la presidenta municipal de Córdoba, Leticia López Landero
•Panista ordenó tumbar la estatua del ilustre cordobés, tal cual como cuando las hordas priistas desplomaron la estatua de Vicente Fox en Boca del Río
•El nombre del literato está en un bulevar y en jardines de niños, escuelas primarias y secundarias
•Sólo falta que la alcaldesa azul también aseste el machetazo
Por Antonio Osorio blog.expediente.mx Para El Piñero de la Cuenca
Córdoba, Ver.- El pasado 8 de enero, la ciudad de Córdoba amaneció sin la estatua del ilustre cordobés, doctor en filosofía, literato y periodista, Othón Arróniz Báez, fundador de la Facultad de Filosofía de la Universidad Veracruzana y del periódico “El Mundo de Córdoba”, en un aparente acto de revanchismo de la alcaldesa Leticia López Landero.
El hecho remitió a los casos de un grupo de priistas (Adolfo Mota Hernández y Raúl Zarrabal Ferat) que derrumbó la estatua del ex presidente Vicente Fox, en Boca del Río.
El anhelo de lograr una sociedad justa, luchando contra los abusos de poder y los vicios del gobierno por parte del doctor Arróniz Báez, parecieron no importarle a presidenta municipal Leticia López Landero.
Una lesión que presuntamente sufrió una menor con la estructura de bronce, fue el pretexto para que empleados municipales retiraran la réplica, sin que hasta ahora haya sido reintegrada, en una de las bancas del parque, por el lado de la avenida 3, entre calles 1 y 3.
Aunque oficialmente se informó que la estatua fue retirada para darle mantenimiento, las autoridades no han informado cuál será su destino final.
El hecho provocó revuelo en los círculos políticos y sociales, al grado de que el autor de la obra exigió la devolución de la misma.
También personajes políticos y ciudadanos han demandado la restitución de la estatua, consistente en una figura de bronce, donde se aprecia al doctor sentado en una banca, leyendo un periódico y con su mascota, un mono araña, sobre su espalda.
El maestro Arróniz, doctor en Filología (amor o interés por las palabras) escribió en 1986 sobre Los Tratados de Córdoba y fundó el periódico El Mundo de Córdoba, diario promotor durante muchos años de la cultura regional, así como también cobijó a través de las páginas de su diario la denuncia ciudadana.
La estatua no fue el único reconocimiento en honor del doctor Othón Arróniz, ya que también se le asignó su nombre al bulevar de la calle 41, que conduce a la central camionera, así como a jardines de niños, escuelas primarias y la Secundaria General número 2 para Trabajadores, de la colonia México.
También, en el año 2010, su nombre quedó grabado en letras doradas, en el salón central del Palacio Municipal, junto al de otros personajes ilustres. En esa ocasión también se construyó una cápsula en el pasillo principal del Palacio Municipal, donde quedó guardado un ejemplar del periódico “El Mundo”, para será sacado cincuenta años después.
HOMBRE SENCILLO, PERO CULTO
Don Othón era un hombre sencillo, que disfrutaba la convivencia con la gente, con sus trabajadores y hasta con los animales.
Nació en la ciudad de Xalapa, el 2 de julio de 1921, pero su infancia la pasó en la ciudad de Orizaba y posteriormente llegó a Córdoba, donde radicaban sus tíos Roque Trueba y Juana Báez de Trueba.
Son muchas las hazañas que desde joven vivió.
De acuerdo con crónicas que fueron escritas por periodistas que vivieron al lado de este dramaturgo y literato, cuentan hazañas que don Othón vivió desde que era un joven.
En la escuela Secundaria de Bachilleres, Artes y Oficios tomaba clases de inglés y francés con el maestro Francisco Medina Vargas, a quien compuso un verso que decía: “¿Quien tiene un hijo vizco? Francisco; ¿quién las lenguas domina? Medina; ¿Quién enseña francés e inglés a vagos? Francisco Medina Lagos”. Ese verso le costó a Arróniz quedarse sin recreo, pero a cambio, las risas de todos sus compañeros, cuenta el periodista Manuel Guzmán Galindo en una de sus crónicas publicadas con motivo de los cincuenta años del periódico, en el año 2010.
CARTA DE OTHÓN ARRÓNIZ EN EL PRIMER EJEMPLAR DE “EL MUNDO”
Esta fue la primera editorial publicada en el primer ejemplar del periódico “El Mundo”, firmada por don Othón Arróniz Báez, el 23 de febrero de 1960.
“Tiene usted en sus manos el primer número de El Mundo. El diario veracruzano que nace modestamente y sin ruido, como hemos querido que aparezca. Estos son los cimientos del diario que nuestra región merece y necesita”.
“Sin falsa modestia veremos que su aparición será un acontecimiento, sobre todo en el aspecto cultural. Queremos que este diario sea diferente de los ensayos que nuestra región ha visto proliferar y morir. Algunos por razón económica, otros por el justo castigo que la opinión pública ha infringido a quienes ignoran lo que es el periodismo”.
“El falso periodista parte de la concepción pesimista del mundo. Sin darse cuenta completamente empieza menospreciar a su público y se dirige a sus lectores ofreciéndoles el pan y circo de la antigua Roma”.
“La noticia roja, el detalle macabro, hacen las veces de pitanza que los emperadores ofrecían a la multitud. Se trata de contentar a los más bajos instintos del hombre. El periodismo se convierte así en el instrumento más eficaz para proteger al pueblo”.
“¿Es periodismo la venta de esa mercancía fácilmente adquirir en corrillos y puestos de Policía de la que hay que deshacerse rápidamente porque están vías de descomposición?”.
“Nosotros vamos a partir de un punto de vista diferente. Creemos que el hombre, cualquier hombre, tiene una dignidad que el periodista tiene el deber de respetar. El periódico es un instrumento para poner en relación lo más valioso de la naturaleza del hombre y no lo más bajo que hay en él. La noticia en vez de despertar una curiosidad malsana tiene un propósito más elevado. Hacer saber lo que otros no saben. El periodismo es pues, debe ser, un vehículo para extender la cultura. ¿Qué esto es un sueño idealista? La respuesta está en las manos de usted, amigo lector”.
SU PREPARACIÓN EN MÉXICO Y EN EL EXTRANJERO
Othón Arróniz Báez cursó la preparatoria en Xalapa y posteriormente estudió Medicina en la Ciudad de México.
Cursó la licenciatura en Letras Románicas en Lausana, Suiza, y se doctoró en Filología románica en la Universidad Complutense de Madrid, España.
Fue nombrado como investigador de tiempo completo en el Centro de Estudios Literarios de la Universidad Nacional Autónoma de México
(UNAM) de 1970 a 1991.
Sus obras literarias fueron: su tesis, “La Influencia Italiana en el nacimiento de la comedia española”, en 1967, de la editorial Gredos. “Teatros y Escenarios del Siglo de Oro”, en 1977, de la editorial Gredos. “El Colegio del Espíritu Santo en el Siglo XVI”, de la Universidad Autónoma de Puebla. “Teatro de Evangelización en la Nueva España”, en 1979, de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Además, “El despertar científico en América”, en 1980, de la Universidad Autónoma Metropolitana. “La Batalla Naval de San Juan de Ulúa”, en 1982, por la Universidad Veracruzana.
“Un crimen imperfecto”, en 1992, de la Editorial Trueba, así como “Los Tratados de Córdoba”, de la editorial de la Universidad Veracruzana, y “Yanga, primer libertador de América”, en 1973.
Fue el primer escritor hispanoamericano a quien la editorial Gredos le publicó.
En teatro, destacó con las obras “Culumbus”, “El premio” y “Hernán González de Eslava”, de la UNAM.
SU APORTACIÓN Y LEGADO
El doctor en Filología Románica fue impulsor de la imprenta Trueba desde el año de 1948.
Fue fundador, accionista principal y director general de la Sociedad Editora Arróniz, S. A. de C. V. desde 1960.
Fue autor de la columna “Bitácora sentimental”.
Fue director de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Veracruzana, junto con Fernando Salmerón.
Su obra fue documentada en la Enciclopedia de la literatura en México (ELEM) y en la Fundación para las Letras Mexicanas FLM.
ENTRE SUS OBRAS DESTACÓ SU BITÁCORA SENTIMENTAL
Antes de morir, en 1992, Othón Arróniz publicó su obra intitulada “Bitácora Sentimental”, una recopilación de crónicas que publicaba en su columna en el diario.
Ahí abordaba temas de la problemática social y las vivencias con sus mascotas.
Por ejemplo, exponía el problema que representaba la reproducción masiva de pichones en el Palacio Municipal.
Proponía, en tal caso, aprovechar las aves para darle de comer a los presos de la cárcel municipal. “Esos animalitos los encuentra usted en adobo, en los restaurantes de Madrid”, decía.
Otros días hablaba, por ejemplo, de sus animales, un cocodrilo al que todo día veía sin moverse y decía que tal vez reflexionaba sobre sus antepasados, cuando el universo no tenía nada del mundo catastrófico de hoy. O describía a Isidoro, su mono araña que siempre lo acompañaba.
También hablaba de su perro Piquín, al que tanto quiso, y que dejaba de comer hasta tres días cuando su amo cayó enfermo, según consignó su hijo Raúl Arróniz, en una crónica publicada el 17 de noviembre de 1992, al día siguiente de la muerte del doctor.
UNA ESTATUA EN SU HONOR
El 22 de marzo del año 2012, el entonces presidente municipal de Córdoba, Francisco Portilla Bonilla, encabezó el evento en el que se develó la placa de la estatua del doctor Arróniz, instalada en el parque “21 de Mayo” desde el año 2010.
El hecho fue presenciado por la señora Clementina de la Huerta viuda de Arróniz y sus hijos: Raúl, Mónica, Marisol y Julia, así como trabajadores del periódico que fundó el académico, filósofo, lingüista, filántropo y periodista, el 23 de febrero de 1960.
El exalcalde reconoció el trabajo del doctor Arróniz en beneficio de Córdoba y la región.
“Fue un ciudadano que quería a Córdoba entrañablemente, luchó, se esforzó y siempre pidió por la ciudad” aseguró el alcalde.
Señaló que dentro de su misión de empresario, no dejó a un lado formar parte de la opinión de los cordobeses, orientada a la objetividad y la verdad de los acontecimientos registrados en la región.
Por su parte, la señora Clementina de la Huerta de Arróniz agradeció a las autoridades municipales la distinción de colocar una placa de identificación en la estatua del fundador de diario “El Mundo” y propuso la creación de un museo vivo en el parque “21 de Mayo” para reconocer la trayectoria de las personas emblemáticas que tiene Córdoba.
MANDA A RETIRAR LA ESTATUA LA ALCALDESA LETY LÓPEZ
Molesta porque el periódico “El Mundo” ha mantenido una posición periodística crítica a sus acciones y actividades, la alcaldesa panista Leticia López Landero ordenó retirar la estatua del cordobés.
La noche del domingo 7 de enero, trabajadores del Ayuntamiento de Córdoba despegaron y retiraron la estatua, que se encontraba en una banca del parque “21 de Mayo”.
Durante siete años permaneció expuesta al público la figura del doctor en filología románica, historiador, dramaturgo, periodista, escritor, empresario, fundador y director de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Veracruzana.
Ahí se podía apreciar al hombre, leyendo el periódico que fundó, y a sus espaldas a una de sus mascotas, un mono araña, al que llamó Isidoro.
Según la directora de Mantenimiento Urbano del Ayuntamiento de Córdoba,
Xóchitl Liliana Gutiérrez Reyes, el monumento quedó bajo resguardo.
Argumentó que se tomó la decisión de removerla porque una solera se despegó y tenía un filo peligroso para la gente.
De acuerdo con la alcaldesa Leticia López Landero, fueron trabajadores del área de Mantenimiento Urbano quienes se llevaron la estatua, sin embargo, argumentó desconocer lo que había ocurrido antes de la medianoche, así como el lugar donde fue llevada la estatua.
También mencionó que una niña se había cortado un dedo con la banca, por lo que decidieron retirarla, aunque no informó si la obra la regresarían una vez que sea reparada.
El 18 de diciembre, en un desayuno con periodistas, la alcaldesa expuso: “Yo siempre he sido una persona que he hablado con la verdad, de frente. Y a lo mejor por supuesto por eso no le caigo bien a algunos, pero tampoco puedo caer en chantajes. Sí, como un medio conocido por todos ustedes que llegó a la campaña a pedirme una cierta cantidad de dinero. Yo no tengo por qué pagar para que hablen bien de mí, yo creo que ustedes tienen que hacer su trabajo y es por dignidad, por respeto a ustedes”.
Aunque la alcaldesa panista no señaló abiertamente al periódico, arremetió contra el medio de comunicación que ha mantenido un trabajo periodístico crítico de sus actividades y acciones durante su campaña proselitista y actualmente como presidenta municipal, por ejemplo al informar que la alcaldesa ambiciona convertir en diputados locales a su esposo Eduardo Luz Ullúoa, mejor conocido como “Lalo Luz”, o a su hija.
También, El Mundo le dio voz al presidente del PRD Municipal, Rafael Santés Pérez, quien denunció: “La presidenta no nos ha apoyado en los espacios que consideramos que nos merecemos. Por nuestra votación se ganó la elección en Córdoba y pedimos se nos respeten esos espacios para nuestra gente”.
Los perredistas reclaman por lo menos 50 espacios en el Ayuntamiento de Córdoba, sin embargo, la alcaldesa panista Leticia López Landero en su primer semana saturó la nómina municipal contratando a sus amigas y grupos afines a ella, en su mayoría priistas.
Según profesionales del Derecho, la acción emprendida por las autoridades municipales podría configurar un delito.
De acuerdo con abogados, un monumento que forma parte del Centro Histórico, por lo que para ser removido se requiere una autorización de Cabildo o de un Consejo Ciudadano, de lo contrario su retiro improvisado tiene repercusiones legales y de acuerdo al Capítulo II del Código Penal podría ameritar cárcel de 2 a 8 años y multa de 200 días de salario al servidor público.
EXIGE AUTOR QUE DEVUELVAN LA OBRA
El escultor poblano, Bernardo Luis Artasanchez, exigió a las autoridades del municipio de Córdoba que devuelvan la escultura del doctor Othón Arróniz Báez, que formaba parte del atractivo turístico y fue quitada a los pocos días que tomó el cargo la presidenta municipal, aparentemente por diferencias durante la campaña electoral del año pasado con periódico “El Mundo de Córdoba”, a quien habría acusado de no apoyarla.
El autor de la estatua, quien además ha realizado esculturas en varios países e incluso un busto a Donald Trump, señaló que la obra fue “donada” en reconocimiento al historiador, dramaturgo, periodista, escritor y empresario.
Aseguró que no pretende involucrarse en pleitos ajenos, pero la obra de arte le pertenece y es necesario que se le entregue.
Recordó que fue en el año 2010 cuando decidió “donar” la escultura de tamaño natural colocada en una banca para rendir tributo al también investigador de la UNAM y estudioso del teatro español del Siglo de Oro y del teatro de evangelización de la Nueva España.
“La estatua ni siquiera es donada, porque no firmé ningún documento de donación, la estatua es prestada y si no la quieren que me la devuelvan, la estatua tiene derechos de autor y cuando maltratas una obra de arte es como si hicieras un ejercicio de piratería”, indicó.
Entre otras esculturas también hizo la de Vicente Fox en Boca del Río, que posteriormente fue arrancada por grupos antagónicos al PAN, y del Niño Cero de Perote, que se salvó de la enfermedad de la influenza.
Insistió que “quiero ver la escultura -del doctor Arróniz-, si no la quieren en Córdoba que hagan favor de dármela y ya veré qué mejor destino le doy, porque además es una escultura inofensiva”, concluyó.
CAUSA POLÉMICA RETIRO DE LA ESTATUA
Integrantes del Consejo de la Crónica y del Seminario de Cultura Mexicana reconocieron el valor histórico, cultural y periodístico del doctor Othón Arróniz Báez, por lo que confiaron que el monumento retirado del primer cuadro de la ciudad volverá a su sitio.
Por ejemplo, el antropólogo e historiador en Córdoba, Felipe Javier Galán López, lamentó el hecho e indicó que Arróniz Báez tenía un merecido lugar en el primer cuadro de la ciudad, reconociendo que inició y dio pauta al periodismo en la región.
“Es un personaje importante en el siglo XX, porque no sólo a través del periódico sino en la obra escrita que él tiene en Córdoba, ha dado escuela periodística en la ciudad y filosófica también, escribiendo sobre esta disciplina, además en temas de arte. Me parece importante esta figura dentro de los cordobeses”, indicó.
Asimismo, el escritor, historiador y miembro del Consejo de la Crónica, Héctor Efraín Ortega Castillo, expresó que “es valioso en el sentido de que es una parte importante de la comunicación aquí en Córdoba. Sí tiene su valor, como quiera que sea es el iniciador del periodismo, aquí en Córdoba y en la zona”, sentenció.
En opinión de la coordinadora de la corresponsalía Córdoba del Seminario de Cultura Mexicana, Adriana Balmori de Amieva, el doctor Othón Arróniz Báez dejó un legado en la literatura y otras áreas, por lo que tiene un lugar merecido en la memoria de los cordobeses y en el corazón de la ciudad..