*Le sobreviven ‘un puñado de diputados’
Redacción El Piñero
El PRI estaba quebrado, durante el mandato de Salinas Salinas de Gortari, el tricolor soñó con hacer otro partido, el de Solidaridad, pero no le alcanzó el tiempo para hacerlo, señala Fernando García Ramírez. Al PRI de Zedillo no le quedó más remedio que la democracia. En 1997 perdió el control del Legislativo y tres años después la presidencia.
La noche del triunfo de Fox, el comportamiento de Zedillo fue ejemplar, pero tampoco hizo mucho por detener el extraordinario flujo de dinero que salió de Pemex para la campaña de Labastida. Según recuerdo, por ese apoyo el IFE multó al PRI con la sanción más alta que haya emitido ese instituto. El sello de la casa del PRI hasta el último momento: la trampa.
En el Legislativo, gracias a los oficios de Beltrones, se convirtió en el partido gozne, el partido minoritario sin el cual no se podía alcanzar la mayoría.
Luego Beatriz Paredes convocó a los priistas a definirse: tres días de convención en Oaxtepec para discutir qué diablos era el PRI. Al segundo día, dado que no lograron ponerse de acuerdo, con realismo suspendieron la reunión. El PRI seguiría sin rumbo.
En el 2006, el PRI impulsó con la ayuda de Televisa, la carrera de Enrique Peña Nieto, desde el PRI ya estaban planeando cómo sustraer dinero de los programas contra la pobreza extrema para desviarlo a sus campañas. Así fue todo el sexenio. Una corrupción abierta y franca, sin tapujos.
Al llegar el momento de las campañas por la sucesión, Ricardo Anaya cometió un grave error político al amenazar a Peña Nieto con meterlo a la cárcel. Es muy posible que entonces se haya gestado el pacto entre Peña Nieto y López Obrador. Impunidad a cambio de soltar los sabuesos de la PGR contra Anaya. Gobernadores priistas operando a favor de Morena.
El PRI agotó ya todas sus cartas. Gran parte de las bases priistas y cuadros medios se fueron a Morena. Es muy probable que el PRI pierda en las próximas elecciones las gubernaturas que aún conserva.