Si hoy fueran las votaciones el PRI se iría al fondo con el tercer lugar, el PRD y el PAN estaría en el segundo sitio pero casi agarrados del pescuezo del PRI y Morena y el paisano AMLO estarían llegando a Los Pinos en una elección histórica como jamás se habría visto en México desde noviembre de 1922 cuando Francisco I. Madero y José María Pino Suárez le arrebataron la presidencia del dictador Porfirio Díaz.
Tabasco no sería la excepción: Adán Augusto López Hernández, joven notario heredero de una familia respetable producto de la cultura del esfuerzo, se alzaría como el primer gobernador de la izquierda real y de la lucha social que encarna Andrés Manuel López Obrador.
El Cardenal Julio Mazarino, en su ‘Breviario de los Políticos’, refiere que “Hay que conocer a fondo el mal para poderlo combatir”. AMLO y Adán han estado en las entrañas del monstruo y saben cómo y por dónde atacar; saben cuáles son sus debilidades y las fortalezas del PRI y del PRDAN. Por eso la elección del primero de julio de este año será una verdadera carnicería y masacre.
El certero análisis de la columna Manifiesto de nuestro vecino de página, José Chablé, demuestra con cifra reales la catástrofe que se avecina para al PRDAN y el PRI:
Los últimos sondeos en el ámbito local, el del 18 de diciembre de 2017 de la casa Berumen que publicó Tabasco HOY donde el precandidato de MORENA, Adán Augusto, tenía el 24.6% de la intención del voto, 13 puntos más que del perredista Gerardo Gaudiano que obtuvo el 11.5% de las preferencias. El PRI con Gina Trujillo alcanzó apenas un 8.7%.
La Encuesta de mil entrevistas domiciliarias reveló que el 33.8% de los tabasqueños votaría por MORENA, el 17.9% por el PRD y el 9.1% por el PRI.
La última medición de la casa encuestadora Massive Caller, de finales de enero, advierte que Adán Augusto aventaja con 14 puntos al candidato del PRDAN y con 18 puntos a Gina, al liderar con 35% la tendencia de los votos contra 21.6% del perredista y 16.9 la priista.
Todas las encuestas coinciden que 8 de cada 10 tabasqueños sufragarán el primero de julio por López Obrador y por todos sus candidatos. El llamado “voto cruzado” es una falacia y una quimera de los condenados a la horca.
A esto súmele que el 82% de los burócratas apoya a su paisano AMLO, además del enojo de los maestros, de los trabajadores de la UJAT y de los profesores del SITET y SNTE.
¿Y los padre de familia cuyos hijos están sin clases por falta de maestros?