- Derrota jarocha anunciada
- En manos del CEN la decisión
Malecón del Paseo
Luis Velázquez
Veracruz.- EMBARCADERO: El PRI se quedó sin candidato para la presidencia municipal de Veracruz, la más importante y significativa luego de Xalapa, donde un priista, David Velasco Chedraui, se registró, háganos favor, por el PRD, y que, bueno, es puro gorgojo podrido… El alcalde Ramón Poo Gil y la delegada federal de la SEDESOL, Anilú Ingram Vallines (“Le voy a hablar a MAO”), soñaron con empujar la candidatura externa del panista Francisco Ávila Camberos, y quedaron con las ganas… Ahora, el fin de semana el llamado “G50”, integrado por cincuenta militantes que se creen elites, acordaron lanzar a un candidato más, como el empresario Antonio Sierra, fama pública de que fue (¿es todavía?) socio de Fidel Herrera Beltrán, aun cuando hay quienes afirman que desde el principio del duartazgo, todavía los tiempos de la jefa Carolina Gudiño, la sociedad empresarial se habría roto y en donde el negociador fue el hijo mayor del góber fogoso… El caso es que en la prospectiva (bolita mágica de cristal le llaman unos), Sierra ante Fernando Yunes Márquez quedaría hecho trizas… Y ante el candidato de MORENA, el constructor y transportista, Ricardo Exsome, simple y llanamente, perdería… Sin candidato a la mitad del río y con el río desbordado, la delegada del CEN del PRI, Lorena Martínez, fallida candidata a gobernadora de Aguascalientes, también quedó en ridículo… Claro, ella ganó, y mucho, imponiendo a su cuaderno de doble raya, Elizabeth Morales, ex alcaldesa de Xalapa y ex diputada federal, como delegada federal del INFONAVIT, ahora cuando Renato Alarcón asumiera la presidencia del CDE del PRI… Se ignora si la voluntad del Señor Todopoderoso sea que Antonio Sierra sea el favorecido o si sea el deseo del fogoso, pero todo indica que la decisión final será tomada en el CEN del PRI que en nombre de las facultades partidistas entraría al quite, pues además en el CDE están molestos, porque con tanta experiencia del “G50” fueron incapaces de sumar voluntades para sacar un candidato de unidad y fuerte, avasallante… Y es que todos ellos sólo buscan “llevar agua a su molino”, sin hincarse ante la tempestad que significa la doble derrota del año pasado con la gubernatura y el Congreso…
ROMPEOLAS: El plazo para el registro de los candidatos vencerá el doce de abril… Quedan, pues, unos 17 días para el desenlace que será cabildeado con la misma
escrupulosidad con que Diógenes buscaba con una lámpara al hombre utópico… Y más, por lo siguiente: el góber azul apostará su capital político, social y económico, más sus mañas electorales, más su guerra sucia, más el cabildeo en el altiplano para que su hijo suceda en el cargo a Ramón Poo Gil, el junior que nunca ha tenido sensibilidad social para ejercer el poder político, porque jamás estuvo en su esquema… Y si el Yunes azul entra al palacio municipal con Fernando, entonces, el 2018 será suyo, aun cuando en política nada está escrito según dice la biblia… Pero si el Yunes azul con su hijo salen derrotados, entonces, la candidatura del otro hijo a gobernador será cuesta arriba… Y si MORENA derrota al PAN y al PRI, entonces, los años de sequía para el tricolor serán demasiados pesados y nadie querrá darle agua “al gallo de la pasión”… Y más ahora, cuando en el PRI se vive una temporada de Judas, pues muchos se fueron al PAN (y MORENA) a cambio, entre otras cositas, de un buen billete, de un cargo público en la Yunicidad y/o de la impunidad, como el caso de Gabriel Deantes Ramos, ex secretario de Trabajo y genio electoral de Javier Duarte, y medio hermano de Anilú Ingram, la mismita que gracias a MAO se siente hacedora priista en el territorio jarocho…
ASTILLEROS: Si los vientos huracanados están en contra del PRI, entonces, y como dice un priista, la plaza ha de pelearse (y en todo caso, perderse) pero luchando hasta el último segundo… Y defenderse con inteligencia, en ningún momento como en el caso de lanzar a Antonio Sierra como el candidato, pues expresa una desesperación… Y es que al tricolor le estaría pasando lo mismo que a Comala que Juan Rulfo describe en “Pedro Páramo” como un pueblo “untado todo de desdicha”… La derrota los agarró de sorpresa y luego enseguida vino el desencanto y la desilusión, uno y otro estado de ánimo cerquita de la pesadilla, como si trajeran la espalda marcada de chilillazos… Por eso, y ante la expresa incapacidad para sumar y la manifiesta incompetencia para mirar el bosque, las últimas palabras de que hablaba el escritor Mauricio de la Garza serán pronunciadas por el CEN del PRI de Enrique Ochoa Reza, el líder de taxistas en la Ciudad de México (tiene cincuenta) y también, en Nuevo León, donde de pronto apareció como dueño de muchas concesiones, de tal forma que el góber bronco, Jaime Rodríguez, se le fue a la yugular…