Luis Velázquez /Expediente 2019
17 de septiembre de 2019
Los tiempos también son agrios y oscuros para el periodismo. En Veracruz, por ejemplo, la andana de improperios de los Morenistas, del gobernador para abajo, en contra del gremio reporteril, aun cuando nunca, oh paradoja, se meten con los dueños de los medios.
Y en el altiplano, los mismos huracanes torrenciales.
Por ejemplo:
El gobernador del PRD en Michoacán, Silvano Aureoles, llamó “La comandanta” a Denisse Maerker, Televisa, y “comandante” a Ciro Gómez Leyva, Imagen Televisión, porque, dice, llenan a su estado de violencia, cuando, caray, simple y llanamente, la violencia anda en el país.
El vocero de la Comisión Federal de Electricidad, Luis Bravo Navarro, llamó “Sicario del periodismo” a Leo Zuckerman, sólo por ocuparse del reportaje donde denunciaron los 800 millones de pesos de Manuel Bartlett como patrimonio personal, aquel de “¡Se cayó el sistema” para favorecer a Carlos Salinas y descarrilar a Cuauhtémoc Cárdenas en la contienda presidencial.
También llamó “Sicario del periodismo” a Carlos Loret de Mola, recién destituido de su noticiero matutino en Televisa, padre del escritor y periodista, Rafael Loret de Mola, quien anunciara su retiro del periodismo en el sexenio Morenista que camina por una atmósfera riesgosa y peligrosa.
El vocero de Bartlett llamó “Loro” del periodismo a Carlos Puig, un reportero, además, postgraduado en periodismo en la Universidad de Harvard.
Además, las descalificaciones a los reporteros indeseables en cada rueda de prensa mañanera en Palacio Nacional.
Además, de los catorce reporteros asesinados en la era AMLO, uno de ellos, en Veracruz.
Además de los insultos y amenazas directas de los llamados “Chairos”, los profetas del desastre para los trabajadores de la información.
Días oscuros y grises en la llamada República Amorosa, con la Cartilla Moral por delante y la Cuarta Transformación como símbolo patrio.
PERIODISTAS INCÓMODOS AL PODER
Luis Echeverría Álvarez, por ejemplo, asestó golpe de Estado al periodismo incómodo encarnado por don Julio Scherer García y su equipo reporteril en el diario Excélsior.
Gustavo Díaz Ordaz ordenó tomar por asalto las oficinas y la imprenta del semanario Por qué?, de Mario Renato Menéndez Rodríguez, le quemaron las instalaciones y lo treparon en un avión al exilio, en Cuba, donde permaneciera unos diez, quince años.
José López Portillo acuñó la frase bíblica con su filosofía de comunicación social: “No pago para que me pegues”.
Enrique Peña Nieto gastó trece mil millones de pesos en los medios en el último año de su sexenio.
Ante la prensa crítica, Plutarco Elías Calles y Álvaro Obregón fundaron su periódico porque lo necesitaban, se escribieron en una cartita, para alcanzar el poder total y absoluto.
Ahora, por un lado se enaltece la prensa de la Reforma con Benito Juárez que estuvo, dice AMLO, con el indito de Guelatao, pero que también le renunciara cuando le entrara la tentación reelectora (quince años seguiditos en el poder).
Y por el otro lado, “los chairos”, desde el anonimato de las redes sociales tunden duro y tupido a los periodistas y articulistas incómodos.
Es el estilo de ejercer el poder de la clase dominante en Palacio Nacional y en varios estados de la nación.
Por lo pronto, la descalificación, y por añadidura, “Los Siervos de la Nación” despotricando contra los reporteros denostados en las mañaneras.
Por cierto, el camino propicio, sembrado de espinas y cardos, para que un periodista indeseable pudiera, digamos, sufrir un accidente automovilístico, una bala perdida en un asalto, una agresión mortal en una cantina o en un night club, un atraco canijo en su domicilio particular.
Incluso, hasta una denuncia penal por ahí para mortificar sus días y noches.
MESIÁNICOS DEL PODER Y CON PODER
Los días oscuros y grises llegan a Veracruz.
Por ejemplo, entrevistado sobre las cabezas humanas en un bar en Cerro Azul y en unas calles en Tamiahua y Pánuco, el secretario General de Gobierno dictó clases de periodismo a los diaristas y les dijo:
“No hablen de eso nada más. Hablemos de los valores cívicos. Hay otros temas. Chequen el sur de Veracruz. La violencia está bajando. ¡Vayan, vayan!”.
Y en contraparte, hablando de la austeridad republicana, Éric Cisneros Burgos, moviéndose en el territorio estatal en una camioneta de un millón 300 mil pesos, más 3, 4 camionetas con escoltas y armas de grueso calibre.
Y según las versiones, la familia del primo incómodo, el subsecretario de Finanzas y Planeación, Eleazar Guerrero, vacacionando en Canadá y Europa.
Y el gobernador reprochando a los diaristas que nunca, jamás, jamás, jamás, cuestionaron a su antecesor, Miguel Ángel Yunes Linares, sobre la violencia, cuando, caray, basta y sobra una zambullida a la hemeroteca para constatar el periodismo de entonces.
Y cuando el año fiscal está de hecho y derecho por terminar, sabrá el chamán el destino de los 740 millones de pesos aprobados el año anterior por la LXV Legislatura para ejercer el gobierno de Veracruz en los medios, aun cuando el vecino tan quisquilloso asegura que bien podrían estar sudando en el mundo bursátil como fue la tónica en algunos sexenios anteriores.
Así camina la política de comunicación social. Ni antes fueron peores ni ahora son mejores.