Nueva York. Dentro de un relato de engaños, corrupción, tortura, secuestros y asesinatos bajo sus órdenes, el ex fiscal de Nayarit y ex encargado de seguridad pública en Tepic, Édgar Veytia, declaró que el entonces gobernador de ese estado, Ney González, le dijo que el ex presidente Felipe Calderón y el ex secretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna, le habían indicado en una reunión que “la línea era El Chapo (Joaquín Guzmán Loera)”, es decir, que las instrucciones eran apoyar a esa fracción del cártel de Sinaloa.
Pero en la sesión de este martes en el juicio contra García Luna, los fiscales no ofrecieron elementos que corroboraran los dichos de Veytia, su testigo cooperante.
Los abogados defensores de García Luna, en su contrainterrogatorio, no sólo resaltaron la vida profesional de engaño, violencia y actos corruptos de Veytia, sino también el hecho de que no estaba presente cuando supuestamente el presidente y el entonces secretario de Seguridad Pública giraron esas instrucciones.
Más aún, señalaron que Veytia jamás mencionó el nombre de García Luna en múltiples interrogatorios de fiscales estadunidenses hasta ahora y que participar en este juicio representa una oportunidad para reducir su propia sentencia.
En el noveno día de audiencias con testigos y presentación de evidencia en el juicio federal, Veytia fue el vigésimo testigo. Llegó escoltado por alguaciles, en uniforme beige de reos, para declarar contra García Luna.
De manera ensayada y en inglés se identificó como ex fiscal de Nayarit y ex jefe de seguridad de Tepic. Dijo que ayudó a los Beltrán Leyva y narró cómo aceptó pagos de 2 millones de pesos mensuales de ellos.
Agregó que así reunió más de un millón de dólares durante su tiempo como funcionario público, a las órdenes de Roberto Sandoval Castañeda, quien fue primero alcalde de Tepic y después gobernador de Nayarit.
Fue en 2011, cuando Veytia era secretario de Seguridad Pública de Tepic y Sandoval el alcalde, que el entonces gobernador Ney González le contó que había regresado de una reunión sobre seguridad en la Ciudad de México, con el presidente Calderón y García Luna y que ahí le dijeron que “la línea era El Chapo”.
Interrogado qué significaba esto, Veytia respondió que era “proteger a los de El Chapo y ya no a los Beltrán Leyva” y que no inquirió más, porque “a un gobernador no se le piden explicaciones”.
Ante los Beltrán Leyva y El Chapo
Durante su extenso y enredado interrogatorio, guiado por la fiscal Saritha Komatireddy, Veytia contó de una de varias reuniones con representantes, donde “le dejaron saber” que Arturo Beltrán Leyva “pagará todos los gastos” para la campaña a gobernador de Sandoval, “lo cual nos puso del lado de los Beltrán Leyva”.
Interrogado sobre si hay pruebas de ese pacto, respondió: “Los acuerdos con los narcotraficantes no se hacen por escrito”. Y así fue, hasta que murió Arturo Beltrán Leyva.
Sin embargo, el acuerdo de “no detener… no molestar” permaneció vigente en 2010, cuando el hermano de Arturo, Héctor Beltrán Leyva, se hizo cargo del cártel ahora conocido como El H2.
Poco después, en 2011, Sandoval ganó la gubernatura con dinero de los Beltrán Leyva, según Veytia, quien fue nombrado subprocurador del estado.
Contó que, en dos ocasiones, representantes de El Chapo y de Ismael El Mayo Zambada, del cártel de Sinaloa, se acercaron para expresar sus deseos de “comprar el estado o la plaza” y que en la primera le ofrecieron 10 millones de dólares.
En la segunda ocasión le ofrecieron 5 millones y tenían con ellos un millón en efectivo para “cerrar el trato”, pero que no aceptó.
Ahí, “de manera muy enérgica”, amenazaron con que ellos podían remover de sus puestos a quienes se oponían y que ya tenían control a nivel federal. Explicaron que le habían pagado 5 millones a García Luna y mencionaron otro pago de 3 millones.
En otra ocasión, refirió que viajó con el gobernador Sandoval y otros a México, a las oficinas principales de la Secretaría de Seguridad Pública, donde su jefe sostuvo una reunión con García Luna.
Mientras tanto, Veytia fue a un recorrido del complejo de inteligencia de la policía conocido como El Búnker, con el subalterno de García Luna, Luis Cárdenas Palomino.
Ahí Cárdenas Palomino se acercó y “me dijo que estábamos haciendo las cosas mal… y que deberíamos de estar del lado de El Chapo”.
El abogado defensor Florian Miedel se enfocó en la trayectoria delictiva y engañosa del testigo, su espantosa recitación de “sí” a preguntas sobre si había asesinado, torturado, secuestrado, aceptado sobornos y más.
Pero, en su contrainterrogatorio, el defensor resaltó sobre todo que Veytia “nunca, ni una sola vez, mencionó el nombre de Genaro García Luna” durante el tiempo que ha colaborado con el gobierno estadunidense, desde su arresto en marzo de 2017. Ese lapso, dijo Miedel, incluye al menos 11 reuniones con fiscales, con más de 150 horas entre 2017 y 2018, en las que habló de corrupción de funcionarios, incluso un ex secretario de Defensa.
Más aún, fue sólo después de que Veytia se enteró del arresto de García Luna, en 2019, que ofreció información a fiscales sobre lo que supuestamente sabía del acusado, a cambio de una posible revaluación de su condena de 20 años de cárcel si colaboraba en este juicio.
Al inicio de esta sesión concluyó el interrogatorio del ex embajador estadunidense en México, Earl Anthony Wayne. Cuestionado por la defensa acerca de si alguien le había reportado sobre corrupción y sobornos de cárteles de droga en favor del acusado, respondió que no.
Pero en respuesta a una última pregunta de la fiscalía, Wayne declaró que su equipo había concluido que algunas instituciones del gobierno mexicano “no eran efectivas contra los cárteles” y que la Policía Federal “no era el socio preferido” para perseguir a los Beltrán Leyva y el cártel de Sinaloa.
Otro testigo fue el agente de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) José Moreno, quien ofreció un recuento de la fracasada operación para capturar a El Chapo en Los Cabos en 2012.
Sospechosamente 64 agentes faltaron al trabajo
Igual relato hizo este mismo testigo, en el mismo edificio y sala, durante el juicio a Guzmán Loera. Ahora, como entonces, subrayó que la operación fracasó en parte porque los 64 agentes de la Policía Federal no se presentaron a la cita acordada para lanzar la misión ese día y, por lo tanto, El Chapo logró escapar.
Al final, la fiscalía convocó a una oficial de migración especializada en fraude para repasar la solicitud de naturalización sometida por García Luna en 2018, por la cual enfrenta uno de los cinco cargos en este juicio: declaración falsa a autoridades federales. En el documento, García Luna afirmó que no había cometido ningún delito mayor durante su vida.
NOTA DE LA JORNADA