Redacción El Piñero
En Puebla, un caso inquietante ha salido a la luz, desatando indignación en redes. Una mujer, sin las credenciales necesarias, ofrecía consultas psiquiátricas y psicológicas, incluso prescribiendo medicamentos controlados. En un caso particularmente grave, diagnosticó erróneamente a un menor de 14 años con esquizofrenia y le recetó fármacos que impactan el sistema nervioso.
Esta supuesta “especialista”, registrada en plataformas como Doctoralia y con miles de seguidores en redes, usaba diplomas cuestionables y fotografías editadas para aparentar experiencia. A pesar de tener estudios en derecho y criminología, su práctica sin regulación pone en riesgo la salud mental de sus “pacientes”.
Este caso expone la falta de regulación en el sector salud y destaca la necesidad de verificar siempre las credenciales de los profesionales en salud mental. Más allá de los memes y el humor en redes, es crucial crear conciencia sobre los peligros de la usurpación de profesiones.