El movimiento armado que emergió en México en la segunda mitad del siglo xx es un fenómeno que tuvo diversos episodios y mecanismos que rigieron sus escenarios contenciosos.
La fundación de la Liga
El 15 de marzo de 1973, en Guadalajara, se realiza la primera reunión de las organizaciones que acordaron formar la Liga Comunista 23 de Septiembre en una casa de la calle Fraternidad de la colonia Belisario Domínguez de Guadalajara, Jalisco. Según el organismo federal, los grupos que dieron origen a la Liga fueron:
Frente Estudiantil Revolucionario (FER)
Movimiento de Acción Revolucionaria
El Movimiento Estudiantil Profesional (MEP)
Grupo 23 de Septiembre
Comando Lacandones
Los Macías
Los Guajiros
Los Enfermos de Sinaloa
Los Procesos
El encuentro tuvo una duración de 15 días y fue financiado por el grupo Lacandones a través de Víctor Manuel Velasco Damián, 300 mil pesos que se obtuvieron del asalto a la panificadora Bimbo.
Los acuerdos de la reunión fueron:
a) La organización fue denominada Liga Comunista 23 de Septiembre en memoria de la guerrilla que asaltó el cuartel de Ciudad Madera, Chihuahua, en 1965.
El 23 de septiembre de 1965 el grupo guerrillero comandado por Arturo Gámiz García y Pablo Gómez Ramírez asaltó el cuartel militar del ejército mexicano ubicado en Cd. Madera, en las faldas de la Sierra Madre del estado de Chihuahua, al norte de México. En la acción murieron ocho de sus integrantes y varios militares.
Flores serranas, humildes, amanecen cada 23 de septiembre, sobre la plancha de cemento que cubre una de las pobres tumbas del campo santo local: es la fosa común a la que fueron arrojados, sin caja, los cuerpos de 7 de los 8 guerrilleros muertos por el ejército cuando trataron de tomar por asalto el cuartel de esta antigua estación maderera situada en las estribaciones de la tarahumara, a 300 kilómetros al noroeste de la ciudad de Chihuahua.
b) La declaración de principios fue una serie de documentos difundidos en sus primeros números por el periódico Madera, recopilados bajo el nombre de “Cuestiones fundamentales del movimiento revolucionario”, de Ignacio Salas Obregón. Fue así que remarcaron el carácter clasista del Estado a través del periódico Madera I, II, III y III-bis, y expusieron la inevitabilidad de la revolución radical como la única vía posible para lograr la transformación social a través del texto Cuestiones fundamentales del movimiento revolucionario.
c) Crear unidades “direccionales” como la Coordinadora Nacional, el Buró de Dirección, el Comité Militar y los responsables estatales.
En un contexto más general, la existencia de la guerrilla en México durante los años 60 y 70 fue un tránsito terrible y no del todo esclarecido de la historia de nuestro país. Su resultado fue el encarcelamiento, la muerte o la desaparición de un gran número de personas.
Para llevar a cabo la revolución armada, la Liga Comunista 23 de Septiembre diseñó una agenda política militar consistente en la implementación de la huelga económica, la huelga política, combate de calle y la guerra de guerrillas.
La huelga económica era el paso a la movilización política, su objetivo consistió en paralizar económicamente la producción total o parcial de las industrias y empresas. Además, la organización consideraba que las bases sociales a partir de esa experiencia formarían organizaciones amplias que reforzarían la lucha
La huelga política era un estadio superior que debían alcanzar los obreros movilizados después de haber resistido la ofensiva de la burguesía. Posteriormente el proletariado pasaría al proceso de “agitación, propaganda, hostigamiento y resistencia armada”.
El combate de calle consistió en promover la agitación, propaganda y hostigamiento. Desarrollar técnicas ofensivas y defensivas como mítines relámpago, la repartición de propaganda, ampliar el hostigamiento más allá del rubro laboral, pero con una clara consigna: “no rebajar las tareas de las brigadas armadas al exclusivo desarrollo militar
Se trata de la unión de varios de los grupos guerrilleros que proliferaron tras la represión militar y policíaca de los movimientos populares y estudiantiles, que desilusionados de la acción política, ven en la acción armada el medio de lograr el cambio social al que aspiran.
“En la mayoría de ellos imperó la idea de que ya había pasado el tiempo de las discusiones interminables y estériles: había llegado la hora de pasar a los hechos, a la acción”.
La Liga Comunista 23 de Septiembre se distinguió por su independencia, su posición crítica y el no recibir entrenamiento, dinero ni apoyo del exterior. Sus miembros serán mujeres y hombres jóvenes, en su mayoría católicos, que llevarán una doble vida: una de apariencia normal y otra en la clandestinidad.
Los tiempos eran violentos. Corrían los años setenta y las armas relucían en las manos de los guerrilleros cada vez que requerían dinero para su causa.
El periódico Excélsior, publicó hace unos meses las conclusiones de un informe de la CIA, fechado en 1975, según el cual el presidente mexicano Gustavo Díaz trabajaba en total sintonía con la CIA desde que ocupó el cargo de ministro de gobernación. La agencia norteamericana presentaba informes diarios a Díaz para la eliminación de líderes revolucionarios.
En 1974, la Dirección Federal de Seguridad elaboró un organigrama con los datos de la Liga Comunista 23 de Septiembre. La confección del documento marcó el inicio de la estrategia de aniquilamiento del grupo armado.
El organigrama es una lista negra de las personas que el cuerpo antiguerrillero identificó a fines de 1974 como objetivo militar para exterminar a la Liga. En el documento aparece cómo y qué organizaciones fundaron la Liga (con algunos errores), quiénes participaron en las reuniones y a qué acuerdos llegaron. También describe la estructura de la organización en todo el país y registra nombres o seudónimos de sus integrantes y dirigentes.
López Portillo declaró alguna vez:
“Me impresiona el espíritu de sacrificio disciplina de estos jóvenes dispuestos a matar o morir: que todo lo arriesgan; que de todo presienten y que hemos perdido para nuestra causa en algún momento de intimidad, le decía yo a alguien que los jóvenes de la liga se asombrarían si supieran cómo los quiero y admiro. Pero tengo que combatirlos, con lo que se arma un cuadro más allá de la novela rusa; el punto de vista del estadista, respecto de estos movimientos tan absurdos y descabellados“
La Liga en números
En el primer año de la Liga, se le atribuyen 60 acciones armadas. Entre ellas, seis secuestros, tres asaltos bancarios, 17 asaltos diversos y 29 asesinatos (15 policías, seis soldados y ocho civiles). Por los secuestros y robos ese año, la Liga habría obtenido más de 15 millones de pesos (de acuerdo con el misma fuente, la Liga gastaba 700 mil pesos mensuales para mantener su estructura, mismos que obtenía con sus acciones).
Operaba en Aguascalientes, Baja California, Chiapas, Chihuahua, Coahuila, Distrito Federal, Durango, estado de México, Guanajuato, Guerrero, Hidalgo, Jalisco, Michoacán, Nuevo León, Oaxaca, Sinaloa, Sonora, Tamaulipas, Tlaxcala, Tabasco, Veracruz
En julio de 1973 se realizó el segundo encuentro en Guadalajara. Duró 12 días y tuvo como objetivo “reorganizar a nivel nacional y en forma clandestina la subversión guerrillera”
La primera semana de abril de 1974, durante ocho días, los dirigentes de la Liga se reunieron en Ciudad Netzahualcóyotl. Los principales acuerdos que tomaron fueron la desaparición temporal de la Coordinadora Nacional y del Buró Político de Dirección. En su lugar se eligió una Comisión Nacional que centralizó las funciones de los organismos desaparecidos y fue “la única en determinar el trabajo de la Liga”.
El organismo federal desapareció a muchos militantes y dirigentes, a los que hizo pasar por muertos en enfrentamientos con policías. De igual modo, a quienes morían por tortura los registraba en listas (después los haría pasar por muertos en luchas intestinas de la organización para desmoralizar a los guerrilleros en activo). La mayoría de los jóvenes que aparecen en estas listas, fue muerta o desaparecida. La guerra secreta que libró el gobierno mexicano contra la guerrilla borró de la historia a decenas de estudiantes, campesinos y trabajadores, que empuñando las armas pensaron que combatían la injusticia y lograrían un país mejor. Sólo quienes fueron detenidos en un principio, y un puñado en los años posteriores, lograron sobrevivir a la guerra sucia.
VÍA: LC23SC