Según un informe reciente de la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada año se producen 3,3 millones de muertes en el mundo debido al consumo nocivo de alcohol, lo que representa casi un 6% de todas las defunciones por alcoholismo. Aunque el alcohol no siempre es percibido como una droga peligrosa, hay que tener claro que su abuso puede conducir al el desarrollo de otras patologías.
El consumo de alcohol y los daños que este implica en el organismo coexisten a lo largo de un continuum en el que se identifican principalmente cuatro etapas: consumo de bajo riesgo, consumo de riesgo, consumo perjudicial y en los casos más graves, el abuso y la dependencia de alcohol. Las dos últimas etapas se reúnen, según la clasificación estadounidense de trastornos mentales (DSM-V), bajo un mismo epígrafe: “trastorno por consumo de alcohol”.
Sin embargo, no es necesario llegar a esta última fase para que el uso nocivo del alcohol tenga repercusiones sobre nuestra salud. El alcohol no sólo incide en la aparición de enfermedades y otros trastornos relacionados sino que contribuye negativamente a la evolución y el pronóstico de los mismos.
Factores que inciden en el impacto del alcohol en la salud: Alcoholismo
De manera genérica, a la hora de valorar los efectos que puede tener el consumo de alcohol en la salud hay que tener en cuenta los siguientes indicadores:
El volumen total de alcohol consumido.
Las características de la forma de beber.
El contexto de consumo (en el que hay que incluir, entre otros, las consecuencias sociales del mismo o la calidad del alcohol consumido).
Principales enfermedades relacionadas con el alcohol
Según la OMS, el abuso del alcohol es la principal causa en más de 200 enfermedades y trastornos. Algunos ejemplos cuantificados sobre los efectos del consumo nocivo de alcohol en la salud son los siguientes:
En Europa, el alcoholismo está relacionado con el 10% de cánceres de hombres y el 3% en mujeres.
Existe una correlación lineal directa (a mayor consumo, mayor riesgo) entre el consumo de alcohol y la aparición de cirrosis hepática así como con la mortalidad por cirrosis tanto en hombres como en mujeres.
Los casos de hipertensión arterial (HTA) atribuibles al alcohol oscilan entre el 5% y el 30% de los casos de HTA.
El consumo nocivo de alcohol es un factor de riesgo para sufrir accidentes cerebrovasculares a lo largo de la vida (comenzando en la adolescencia).
Por otra parte, si bien en personas (sobre todo, en hombres) de más de 45 años con enfermedad coronaria, el consumo de hasta 20 gr al día de alcohol (2 o menos unidades de Bebida Estándar) puede reducir el riesgo cardiovascular, a partir de esta cifra el riesgo de enfermedad coronaria aumenta.
En resumen, el consumo nocivo de alcohol comporta riesgos importantes para la salud de los individuos y, por tanto, abordar su prevención y tratamiento debe ser compromiso de todos.
Con información de Clinica Galatea/ http://www.clinica-galatea.com/es/bloc/alcoholismo-organismo/