- Reporte de Gobernación
Escenarios
Luis Velázquez
Veracruz.- UNO. Ranking del secuestro
La yunicidad lo ha negado. Los Solecitos y Colectivos lo han denunciado. Pero la secretaría de Gobernación, SG, lo ha documentado. Casi medio millar de personas fueron secuestradas en el país en el primer cuatrimestre del año.
Y en el ranking de la incertidumbre, la zozobra, la inseguridad, la violencia, el pánico, el miedo, el terror y el horror y la muerte, los siguientes estados figuran en los primeros tres lugares.
A: El Estado de México. Priista.
B: Veracruz y Tamaulipas. Panistas.
C: Ciudad de México. Perredista.
Son secuestros, dice la SG, “tanto responsabilidad de las procuradurías y fiscalías estatales (fuero común) como de aquellos que son clasificados en el federal y debe atender la Procuraduría General de la República”. (La Jornada, Fabiola Martínez, jueves 24 de mayo, 2018)
En todo caso:
Si en un avión hay un capitán y es el jefe máximo…
Y en un ejército un general al mando…
Y en un equipo de basquetbol un capitán…
Entonces, en cada entidad federativa hay un gobernador, jefe máximo de lo bueno y lo malo que suceda en el diario acontecer y en la vida pública.
Palabra de la secretaría de Gobernación, donde ya no está Miguel Ángel Osorio Chong.
DOS. Estadística del horror
El ranking del secuestro es así:
El Estado de México. 61 plagios en cuatro meses.
Veracruz y Tamaulipas: 54, cada uno.
Guerrero. 20.
Puebla. 16.
Zacatecas, Oaxaca y Querétaro. 15… cada uno.
Nuevo León. 12.
Tabasco, Michoacán e Hidalgo. 11… cada uno.
Morelos. 10.
En el sexenio anterior y en el anterior y en el anterior cuando se hablaba que Veracruz figuraba en los primeros lugares nacionales de los males de la caja de Pandora siempre se reviraba diciendo que se debía a que Veracruz es una entidad federativa más grande que algunos países de América Central como por ejemplo Honduras, Salvador, Guatemala y Nicaragua.
Ok.
Pero con todo, cada vida humana es invaluable. Y allá cada gobernador con sus graves pendientes sociales que aquí y por más juntas estelares cada domingo resulta injustificable que la SG nos ubique en el segundo lugar nacional de secuestros en tanto el Sistema Nacional de Seguridad Pública nos ponga en el primer lugar de feminicidios.
TRES. Pesadilla en Veracruz
La tierra jarocha, entonces, sigue en los titulares nacionales. Y en la mirada de las ONG del país y del extranjero.
Por ejemplo:
En el Duartismo, fuimos “el peor rincón del mundo para el gremio reporteril” con el asesinato (la mayoría impunes) de diecinueve reporteros, más tres desaparecidos… hasta el día de hoy.
También fuimos en la lógica del sacerdote José Alejandro Solalinde Guerra “el peor paso de la muerte para los migrantes” de América Central.
Y, claro, ocupamos el primer lugar en el ranking de la corrupción política como lo ejemplificara el mismo CEN del PRI con Javier Duarte y los suyos y que por el momento significan 33 políticos, jefes policiacos y policías presos en el penal de Pacho Viejo.
Ahora, tercer lugar nacional en secuestros y primer lugar nacional en feminicidios.
CUATRO. Malandros siguen ganando la batalla
Los picos de secuestros, crímenes, feminicidios, robos, asaltos, trenes descarrilados, se están dando en el país.
Antes, en el Felipismo, por ejemplo, era un puñado de entidades federativas donde “la muerte tenía permiso”.
Incluso, atraídos por la muerte cineastas extranjeros filmaron películas como en el caso de Ciudad Juárez donde el secuestro y asesinato de mujeres sobrepasó el ranking mundial y llevó a Jennifer López y Antonio Banderas a interpretar un filme.
Ene número de libros (novelas, cuentos, crónicas, reportajes, ensayos, etcétera) han sido publicados sobre aquel tiempo.
Pero ahora, con el Peñismo, la violencia está por todos lados.
Incluso, el estado de Yucatán que tenía el mínimo nivel de incidencia delictiva, en el primer cuatrimestre del año electoral que corre registró quince homicidios dolosos, además del repunte en robos a casas habitación y negocios.
De entrada, significaría que los carteles y carteles siguen ganando la guerra al presidente de la república y a los gobernadores.
CINCO. Escalada de violencia
La estrategia oficial ha fallado. Tanto, que cada gobernador alardea que la violencia va en caída libre hacia abajo, pero al mismo tiempo, la realidad es avasallante, destructora en el diario vivir y destructiva de cara al futuro inmediato y mediato.
Los niños, por ejemplo, jugando a los encantados descubren cadáveres flotando en el río, tirados en los cañaverales, arrojados a pozos artesianos de agua dados de baja y/o en la calle en medio del monte.
Las mujeres son asesinadas de cuarenta puñaladas y tiradas en el camino.
La escalada de violencia en un pueblo, Córdoba, por ejemplo, fue así:
Uno. Una mujer asesinada de veinte puñaladas.
Dos. Unos comensales asaltados en una taquería.
Tres. Un hombre asesinado en un balneario un domingo delante de familias.
Cuatro. Los feligreses de una iglesia asaltados cuando rezaban.
Seis. El obispo Eduardo Patiño, siempre tal leal a la feligresía, dijo: “Todos los días hay ejecuciones”.
La vida es así y nada, absolutamente nada, indica que podría, digamos, restituirse el tiempo de la paz.