Luis Velázquez/ Barandal
28 de agosto de 2019
ESCALERAS: Rector de la Universidad Veracruzana, U.V., el doctor en Economía, Raúl Arias Lovillo caminó a China. La Ministra de Educación lo invitó a un foro mundial. Llegó un día antes. Y hubo espacio y tiempo para platicar.
El gobierno chino miraba hacia América Latina, el gran salto a Estados Unidos.
Frente a una tacita de café, el rector de la U.V. le expuso un diagnóstico de la educación en el país y en el continente. Luego, y citando de memoria, sin acordeones, habló sobre la educación en los países del primer mundo y del segundo y del tercero.
PASAMANOS: Y del futuro tocando a la puerta. El tiempo de la tecnología. La incidencia del Internet. La educación global. El mundo centrado y concentrado en un simple teléfono celular, donde está todo.
Arias Lovillo le recordó su tiempo de estudiante en la facultad de Economía de la U.V., cuando cada día se disputaba, incluso, en el ADO de Xalapa, la llegada de unos cuantos ejemplares del periódico Excélsior, dirigido por don Julio Scherer García, pues solo enviaban unos cuantos para la circulación.
Y más, porque desde entonces, se definió por la ruta de la izquierda.
Ahora, precisó a la Ministra de Educación, todo está en el celular y lo que ha cambiado el sentido y la esencia de la educación.
CORREDORES: En el evento participaron un montón de rectores del mundo.
Hubo un cónclave de la Ministra de Educación de China con unos veinte mil profesores chinos.
Y de pronto, la Ministra le pidió pronunciar el discurso oficial exponiendo, entre otros asuntos, la plática del día anterior.
Y la Ministra le puso una traductora y Arias Lovillo habló ante veinte mil maestros, un gran privilegio por encima de los otros rectores.
BALCONES: Al otro día, la Ministra precisó el proyecto chino. La conquista de América Latina.
El rector de la U.V. le dijo, entonces, que organizaba en Canadá otro foro educativo sobre las tecnologías aplicadas a la educación.
Y la invitaba. Y le daría espacio puntual para cabildear.
Y la Ministra llegó a Canadá acompañada de los suyos, con el visto bueno del gobierno para suscribir convenios, acuerdos y pactos con los países del continente y expandir el conocimiento.
PASILLOS: Una historia paralela se repitió en Ecuador cuando el presidente Rafael Correa conoció a Raúl Arias.
Por ejemplo, en un foro cibernético donde sería ponente, Correa le pidió el análisis de su discurso. Incluso, si podía de manera presencial en el lugar de la transmisión, o en todo caso, desde su oficina en la Rectoría en las Lomas del Estadio de Xalapa.
Y desde Xalapa, alcanzó la gran proyección en el continente.
VENTANAS: Nunca como entonces, la U.V. ha alcanzado la plenitud en las grandes ligas de la educación global.
Más allá de la aldea, el rancho y “el localismo empobrecedor”, la máxima casa de estudios fue proyectada a estadios superiores.
El mundo está empequeñecido. Diríamos casi casi, los hechos, las noticias, los grandes inventos y descubrimientos son conocidos “en el momento que suceden”. Y trascienden. Y cambian la forma de mirar y de escudriñar y de enseñar y de ser y de estar.
Incluso, dice el exrector, hay un documental en Netflix llamado “Una extraña roca”, donde describe el viaje de unos astronautas al espacio y se asombran con otra mirada sobre el mundo.
Es una de las grandes experiencias de Raúl Arias al frente de la U.V. Una vivencia fuera de serie que bien pudiera aprovecharse en toda su magnitud.