- Desaparecidos, un botín
- Ni la amuela el Fiscal
Luis Velázquez/ Barandal
Veracruz.- ESCALERAS: Las fosas clandestinas de El Arbolillo, Alvarado, se han convertido en un reality-show. Los desaparecidos y los muertos, mudados en botín, digamos, político y social. En un lado del ring, la Fiscalía y unos Colectivos, y en el otro, el Solecito y otros Colectivos.
Y lo peor, cuando en el lado oficial ha de existir mesura, prudencia, serenidad, frialdad e imparcialidad, desde la cancha de Jorge Wínckler atosigan las pasiones y nada mejor que ejercer el poder y gobernar fracturando y dividiendo a las madres con hijos desaparecidos.
El show alcanzó su momento estelar el martes 18 de septiembre. El Solecito y compañía quiso entrar a El Arbolillo, donde al momento han descubierto 190 cráneos en unas treinta y dos fosas.
Entonces, policías ministeriales y Servicios Periciales, a las órdenes de Wínckler, se opusieron. Les negaron el paso. Se dijeron cosas. Forcejearon.
Así, los otros Colectivos, al servicio, todo indica, de Wínckler, asesorados por los diputados del PAN, Marijose Gamboa y José Luis Enríquez, llegaron todos juntos para exigir, de igual manera, que deseaban ingresar a El Arbolillo.
Las partes, riñendo por los desaparecidos y los asesinados y sepultados en fosas clandestinas.
La discordia civil en su más alta dimensión.
Y lo peor y más grave, tratándose de personas desaparecidas y asesinadas.
PASAMANOS: El reality-show que se está viviendo y padeciendo tiene origen político.
Fue a partir de que los 29 diputados locales de MORENA y el gobernador electo pusieron en la cancha el juicio político a Wínckler apenas tomen posesión, reproduciendo el mismo operativo que a finales del año 2016 la yunicidad aplicó al Fiscal Luis Ángel Bravo Contreras, preso en el penal de Pacho Viejo, acusado de desaparición forzada.
Ahora, igual, igualito, los morenos inculpan a Wínckler de negligencia en las diligencias a la desaparición forzada y por eso el anunciado juicio político.
El Fiscal, por el contrario, reviró a la gente de AMLO en Veracruz moviendo a sus diputados locales y fracturando a los Colectivos.
Unos, de su lado. Otros, digamos, en contra, empeñados en sostener y conservar su independencia y autonomía del poder público, con todo y que el Solecito, acosado por la gente del Fiscal, anda de luna de miel con Cuitláhuac García.
El caso es que las fosas clandestinas y los muertos y los desaparecidos se han politizado.
¡Háganos, favor, la altura de miras de la clase gobernante!
CORREDORES: Con tantos pendientes sociales (pobreza, miseria, jodidez, medio millón de habitantes de Veracruz sólo hacen dos comidas al día y mal comidas, uno de tres jefes de familia lleva la torta a casa con el puesto de fritangas en la vía pública), a cualquier ciudadano desencanta que el dolor y el sufrimiento por los hijos desaparecidos esté politizado.
Y politizado, en el sentido de que los están utilizando para aumentar la discordia civil.
Y, al mismo tiempo, en jugada de varias bandas, para glorificar a Wínckler como el Fiscal soñado en la antigua Grecia cuando los llamaban “Señores Justicia”.
Y lo peor, que ante el anuncio reiterado de que el Fiscal será llevado a juicio político a partir del 4 de noviembre cuando los diputados locales de MORENA tomen posesión, Wínckler se defiende “como gato boca arriba” creyendo que así, multiplicando la discordia, puede quedarse los 9 años para los cuales fue elegido por la LXIV Legislatura.
Lo peor de todo es jugar con los Solecitos y Colectivos, es decir, con los desaparecidos y los asesinados y los sepultados en fosas clandestinas.
¡Vaya ruindad humana!
¡Vaya, claro, petulancia y engreimiento!
¡La soberbia es su etapa irracional!
BALAUSTRES: Wínckler es un joven frívolo. Su primer cargo público, y que en ningún momento justifica su engolosamiento.
Pero el gobernador Yunes es un político con muchos años en la cancha pública y, caray, la prudencia ha de predominar, y más, se insiste, tratándose de desaparecidos y muertos.
Y, bueno, si MORENA cumple su advertencia del juicio político, pues nada más aconsejable, primero, que preparar una gran defensa jurídica, incluso, en el más alto tribunal de la nación, como es la Suprema Corte, y segundo, y de ser conducente, el cabildeo para la negociación.
Pero cuando ya han transcurrido catorce días de las fosas de El Arbolillo…
Y los Solecitos reclamaban el legítimo derecho a participar en la búsqueda de cadáveres…
Y ya van treinta y dos fosas descubiertas con 190 cráneos y los han ignorado…
Y en Veracruz hay setecientos cadáveres sin identificar…
Y luego de tantos reclamos y evasivas oficiales para mantener cerradas las puertas…
Y de ñapa, las puertas de El Arbolillo con vigilancia policiaca, caray, resulta insólito tanto capricho, berrinches y tozudez.
La cordura política y social se ha perdido.
Pudiera escribirse, claro, que el dolor y el sufrimiento les vale pues por encima del río de sangre y el valle de la impunidad están los intereses del grupúsculo azul en el poder que el primero de julio perdió en las urnas la gubernatura y la mayoría en el Congreso local.
¡Vaya estadistas! ¡Vaya dimensión moral de los políticos que gobiernan!
El desencanto y la frustración social.