- 16 días en huelga de hambre
Malecón del Paseo
Luis Velázquez
Veracruz.- EMBARCADERO: Cada quien tiene recuerdos imborrables del pueblo donde nació por más lejos del mundo que se haya ido a vivir… Por ejemplo, hacia el final de sus días, Jorge Luis Borges fincó su residencia en Ginebra y siempre decía que la patria de un hombre es donde están los suyos, los más cercanos… Un fin de semana, Gabriel García Márquez y su paisano, el poeta colombiano, Álvaro Mutis, viajaron a Veracruz, y luego de que el Gabo paseara en el malecón del paseo y en el zócalo jarocho y en Los Portales y tomara cafecito en “La Parroquia” (entonces, claro, en la avenida Independencia), decidió quedarse a vivir en México por el parecido de Veracruz con su patria… Tanto que en dos ocasiones filmó un par de películas en el territorio jarocho, una “La viuda de Montiel” con Geraldine Chaplin, la hija de Charles Chaplin, en Tlacotalpan, y otra, “El coronel no tiene quien la escriba”, con Salma Hayek, en Chacaltianguis… Pepe Guízar llegó a Veracruz en el siglo pasado y se quedó a vivir para siempre en su casita de Mocambo… Agustín Lara conoció Tlacotalpan y desde entonces aseguraba que había nacido en la Cuenca del Papaloapan… Chavela Vargas fincó su residencia en Antón Lizardo, municipio de Alvarado, a la orilla del Golfo de México, en una casita que le regalara Miguel Alemán, rodeada de palmeras y pescadores… Benito Juárez fue tan feliz viviendo en Veracruz que Melchor Ocampo inventó la famosa epístola que se lee en el Registro Civil en cada boda… En contraparte, Porfirio Díaz Mori odiaba Veracruz, porque por aquí partió en el buque “Ipiranga” a su exilio en París… Pero el poeta español, León Felipe, aquel de que en la vida “hay que llegar todos juntos y a tiempo” fue un escritor dichoso cuando viviera en Veracruz y todos los días iba al café de “La Parroquia” para un lecherito y sentirse en casa con los hermanos Fernández…
ROMPEOLAS: Cada ser humano tiene, entonces, sus recuerdos inmortales del pueblo donde se nació y vivió… Por ejemplo, Héctor Fuentes Valdés recuerda las tardes frescas y apacibles en el río Jamapa (cuando el río tenía vida propia y era rozagante), donde los adolescentes y jóvenes de su tiempo se iban de picnic tanto a nadar como a jugar volibol, y de donde, por cierto, se formaran muchas parejas… También, las visitas al cementerio donde las parejas escribían sus nombres sobre la corteza de los árboles… La bruja que adivinaba la suerte y que era tan frecuentaba por las chicas de la escuela secundaria y el bachillerato… Una cortesana en el prostíbulo del pueblo, “El cafetal” (ya desaparecido), famosa porque había enseñado los secretos del sexo desde la letra a hasta la zeta a todos los quinceañeros, a quienes había desvirginado… Los juegos de basquetbol en la cancha de la iglesia, donde las pasiones deportivas alcanzaban la plenitud porque solían terminar en madrazos limpios y sucios… El hábito y la costumbre de dar vueltas en el parque (las mujeres en un sentido y los hombres en otro) para así toparse y elegir pareja… El baile de los sábados en la noche en el parque donde la orquesta de “El cabito” trepada en el kiosco alentaba los romances juveniles hasta que un presidente municipal llegó con el ansia reformadora y se llevó el kiosco al patio de su casa para que sus hijos jugaran y en su lugar levantó una plancha de cemento… El billar enfrente de la escuela que servía para que los alumnos de la secundaria y la prepa se fueran de pinta… Por eso, el chamán dice que “recordar es vivir” y que la felicidad está formada por todos aquellos momentos estelares de la vida…
ASTILLEROS: Sólo como un dato referencial ha de escribirse que Javier Duarte cumple hoy dieciséis días en huelga de hambre y su agenda de peticiones que incluye detener, dice, la persecución política de la yunicidad en su contra sigue para adelante y mucho se cree que por ninguna razón habrá marcha atrás… Incluso, los meseros de “La Parroquia” están en competencia con los meseros de “La rielera” de Córdoba para llevarle las tortas que tanto le gustan, cuando menos para que las olfatee… Hoy es día de san Bartolomé y el gran cronista y columnista de Veracruz en el siglo pasado, Bartolomé Padilla y Zepeda, editor de la revista “Consenso”, cumpliría un año más… Murió de un síncope cardíaco en la ciudad de México, en la estación del ADO en la Tapo, cuando regresaba a Veracruz con una edición más de su medio y que él solito escribía, diagramaba, editaba y distribuía, como todo un Quijote de la Mancha soñando con los molinos de viento… Se cumplieron cuarenta años del secuestro y asesinato del reportero argentino, Rodolfo Walsh, consumado por la dictadura argentina del general Jorge Videla, en cuya dictadura treinta mil personas fueron desaparecidas… Walsh pasó de la literatura al periodismo y el periodismo de combate (así le llamaban en el siglo pasado) lo llevó a la militancia política, siempre del lado de los desposeídos… Un día, la gran prensa argentina le cerró las puertas y lo declaró reportero incómodo… Entonces, optó por publicar sus artículos en el viejo y legendario mimeógrafo y que él mismo repartía de buzón en buzón en cada casa… Pero en 1977 publicó una “Carta abierta de un escritor a la Junta Militar” y un día después fue acribillado en una esquina de Buenos Aires… Su libro “Operación masacre”, escrito como un reportaje, fue una de sus obras cumbres y con la que de hecho y derecho inauguró lo que durante muchos años se llamó “Nuevo Periodismo”, publicado, por cierto, diez años antes de que Truman Capote publicara su libro periodístico, “A sangre fría”…