•Cada quien con su lista
Luis Velázquez/ Escenarios
Veracruz.- UNO. Derechos humanos revolcados
El tema de los desaparecidos y los derechos humanos en Veracruz echa chispas.
Tan álgido que el subsecretario de Gobernación, Alejandro Encinas, lo dijo a los 50 diputados de la LXV Legislatura, vaya regañiza:
“En derechos humanos… no hay negociación posible”.
Lo malo del asunto es que nadie lleva la estadística de los desaparecidos, entre ellos, feminicidios e infanticidios, y con frecuencia, a cada rato, se cae en la confusión.
Por ejemplo:
El año anterior, 2018, el Solecito decía que el número de desaparecidos en Veracruz era de treinta mil.
La diputada panista, Marijose Gamboa Torales, aseguraba que eran quince mil.
La Fiscalía de Jorge Wínckler Ortiz la reducía a 3 mil 500.
Una, dos semanas anteriores, la vocera del Solecito, Lucía Díaz Genao, dijo que en el bienio de Miguel Ángel Yunes Linares desaparecieron más de dos mil personas.
Ahora, el Observatorio Ciudadano de Violencia contra las Mujeres de la Universidad Veracruzana dice que en el año anterior fueron cometidos 380 homicidios de mujeres de acuerdo con el Secretario Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública.
Así, resulta difícil una visión de la realidad, pues con tanta información encontrada y hasta disparatada en un pendiente social tan grave resulta inverosímil la estadística del horror y el terror.
DOS. Desdén por la vida en Veracruz
La Cuitlamanía, por ejemplo, lleva 30 homicidios de mujeres.
En el primer mes, diciembre 2018, 18 feminicidios dice la maestra Estela Casados, con todo, claro, y las dos Alertas de Género.
Hacia el año 2011, de Miguel Alemán a Fidel Herrera, 728 asesinatos de mujeres.
En el año 2016, Javier Duarte, 137 crímenes de mujeres.
Veracruz, en el segundo lugar nacional de feminicidios luego del Estado de México.
Por eso, el subsecretario Alejandro Encinas regañó al Congreso local (quizá la anterior Legislatura) por hacerse tonta con las reformas legislativas sobre la Alerta por Violencia Feminicida.
Y más cuando los diputados dijeron que “nadie podría obligarles a legislador de manera determinada”.
Dijo:
“Las cifras sobre la violencia contra mujeres en Veracruz (desde partos de niñas y desaparecidas y víctimas de feminicidios) son alarmantes”.
Entonces, fue contundente:
Aquí en Veracruz, “apenas se ha disimulado el desdén por la vida de las mujeres”.
A través de Encinas, AMLO envió un mensaje directo, sin rodeos, a su gobernador en Veracruz.