Es esa hora de la noche, en que el sueño resulta simplemente, ¡” delicioso”! Hasta que, abruptamente, un calambre te hace regresar a la realidad…
Y es que, entre adormilada y despierta, tratas de relajar los músculos “engarrotados” de tu pierna a través de un masaje, al cual para nada responde.
Esto se debe a que los calambres son contracciones o espasmos súbitos que responden a un mal funcionamiento de los nervios, exceso de actividad física, deshidratación, falta de minerales o mala circulación”, así lo describe la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos.
Alivia los calambres
Sin embargo, este movimiento involuntario puede tener un alivio natural. ¡Descúbrelo!
- Castaño de la India
Mejora la circulación gracias a su alto contenido de aescina; sustancia que fortalece las arterias y vasos capilares. En resumen, mejora le flujo de sangre en todo el cuerpo.
- Cambia la postura de tu pierna
Existen posiciones que evitan la contracción o tensión. Si duermes boca abajo, trata que tus pies queden colgando en la orilla de la cama.
Si lo tuyo es estar boca arriba, procura que los pies apunten hacia arriba.
- Vinagre de manzana
Aplica un algodón húmedo de esta solución sobre el área afectada, y frota por 10 minuto o hasta que el calambre disminuya.
- Toma agua de pepinillo
Sí, de las de conserva. Aunque no se ha descubierto la relación entre este líquido y la relajación de los músculos, lo cierto que uno o dos tragos de éste alivian el problema.
Para disminuir las posibilidades de ser sorprendida por un calambre, procura comer plátano, tomate, y todo aquel alimento rico en potasio.
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