El crecimiento del comercio digital en México ha traído consigo un notable incremento en los delitos relacionados con el robo de identidad. Este fenómeno, cada vez más común en el entorno cibernético, ha encontrado en las transacciones digitales un terreno fértil para operar. De acuerdo con el informe A Year in Fraud 2024, elaborado por Unico México, el país experimentó un aumento del 84 por ciento en este tipo de fraude durante el último año, lo que ha encendido las alertas entre instituciones y consumidores.
Aunque Brasil encabeza la economía de la región latinoamericana, es México quien encabeza la incidencia de suplantación de identidad. Según el estudio, en nuestro país este delito ocurre hasta cinco veces más que en Brasil, posicionándolo como uno de los más vulnerables frente a los ciberdelitos.
El informe, que analiza patrones delictivos en más de 40 empresas mexicanas, revela que los intentos de fraude se han vuelto más frecuentes y sofisticados. Los intentos de infiltración aumentaron un 63.2 por ciento, mientras que la circulación de identidades falsas creció un 49 por ciento. Además, el 78 por ciento de los defraudadores reincidentes actúan en más de una institución, lo que refleja una operación criminal cada vez más estructurada.
No obstante, mientras las estrategias de los delincuentes digitales se perfeccionan, los mecanismos de detección parecen deteriorarse. La identificación de fraudes a través del correo electrónico disminuyó un 13 por ciento con respecto a 2023, y la detección basada en la dirección IP pasó del 6.9 al 3.9 por ciento. Esta pérdida de capacidad para anticipar o bloquear fraudes agrava aún más el problema.
El impacto también se refleja en la conducta del consumidor. El informe señala que muchos usuarios, tras vivir una experiencia de fraude, optan por evitar las compras en línea o dejan de utilizar sus tarjetas, lo que puede generar consecuencias económicas para las propias instituciones financieras.
El robo de identidad consiste en la apropiación de datos personales con fines fraudulentos, como compras no autorizadas o la solicitud de créditos. Los estados con más casos reportados son: Estado de México (13.3%), Ciudad de México (11.9%), Jalisco (9.2%), Veracruz (6.2%) y Guanajuato (5.8%), lo que subraya la necesidad urgente de reforzar la ciberseguridad en todo el país.
De acuerdo con la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef), las pérdidas por fraudes financieros en 2024 ascendieron a aproximadamente 14 mil 500 millones de pesos, y se proyecta que para 2025 esta cifra alcance los 17 mil 400 millones de pesos. La suplantación de identidad y el robo de datos bancarios representan cerca del 40% de estos casos reportados.