Escenarios
Luis Velázquez
Veracruz.- Uno. Revelación panista
Discípulo del priista y hedonista Fernando Córdoba Lobo, durante unos doce en la banca, un político callado y mustio, de pronto, Antonio Soberanes Sheppard apareció como una revelación panista.
Su primer cargo en el bienio azul de Veracruz llegó cuando el barco navegaba “en el proceloso mar de la política” local y fue asignado al Seguro del Magisterio, donde aterrizó con sus colegas afines, algunos ligados a la operación electoral.
Ahora, y a la muerte del subsecretario General de Gobierno, Pedro Manterola, Soberanes ha ocupado su oficina y el cargo, según los enterados, como un experto electoral de cara a los cinco comicios del año entrante, como son los diputados locales y federales, los senadores, el gobernador de seis años y la presidencia de la república.
Y más, con un partido político como MORENA que en unas entidades federativas le pisa los talones al PRI y en otras al PAN y cuyo líder visible, Andrés Manuel López Obrador, se mantiene como puntero en la encuesta presidencial para Los Pinos 2018.
Del tiempo de Soberanes con Fernando Córdoba al tiempo de ahora, quienes lo conocieron dicen que le miran viejo, enfermo y cansado, y lo peor, aislado, sin equipo, aun cuando también más mustio que nunca. Bajo perfil. Discreto, digamos, sin levantar bulla, pero al mismo tiempo, sin que su inteligencia y talento se conozca.
Sería, quizá, una reproducción de Joseph Fouché, y aun cuando el francés actuaba en las sombras, su fuerza política y policiaca, y electoral, todos la sentían, hasta Napoleón, quien, incluso, hasta miedo le tenía.
Así, y más que el secretario General de Gobierno, Rogelio Franco Castán, en la operación electoral el mero bueno es, sería, Soberanes.
Dos. Ligas en el OPLE
Según las versiones, entre Soberanes Sheppard y Alejandro Bonilla, titular del OPLE, Organismo Público Local Electoral, compadre del priista Dalos Ulises, quien fue empleado de Javier Duarte (y cabildero del senador Héctor Yunes Landa) hay un vaso comunicante.
Por ejemplo:
Un hermano de Alejandro Bonilla, José Eduardo, despacha, todavía, como subdirector de Comercialización del Seguro del Magisterio, pero en realidad, dicen los que saben si bien saben, forma parte del montaje electoral azul.
Además, en los tiempos adversos de Bonilla en el OPLE, quedó la percepción de que Yunes Landa, vía Dalos Ulises, cabildeó en la Ciudad de México a su favor y logró conservar su silla en Veracruz.
También está la sensación de que Soberanes siempre ha sido un electorero y si Érick Lagos empezó en el Duartazgo por ahí y brincó a la presidencia del CEN del PRI y luego a la secretaría General de Gobierno y luego a diputado federal, entonces, pian pianito, el subsecretario podría, digamos, repetir la historia, si se considera que la historia siempre replica, como los temblores.
Además, otras áreas, como las secretarías de Salud y Educación y el DIF están llenos de panistas poblanos, ligados a las cuestiones electorales, y que en todo caso forma parte de una estrategia nacional diseñada por Ricardo Anaya, presidente del CEN, para multiplicar a los suyos en las entidades federativas.
En el CDE del PAN, nada fácil será que el dirigente Pepe Mancha, ex amigo de Víctor Serralde Martínez, su socio en la construcción de los “Pisos Firmes” de Felipe Calderón, y ex diputado federal, sea lanzado como candidato a diputado federal pluri, y/o mínimo, a diputado local para convertirse en el relevo de su discípulo, antiguo carga-maletas, He Man Sergio Hernández Hernández.
Y entonces, el secretario General del PAN (aquel que se inventó un autosecuestro) brincar a la presidencia.
Por eso mismo, una y otra vez, el titular de la SEV, Enrique Pérez Rodríguez, advierte a todos que su único objetivo es ganar la elección de gobernador para el PAN el año entrante.
Tres. Opera andamiaje electoral
El andamiaje electoral está en su dimensión estelar.
Incluso, ya tienen definido a su candidato al trono imperial y faraónico y a la silla embrujada del palacio de Xalapa y estarían aceitando la maquinaria para el Congreso de la Unión y el local.
MORENA también ya definió a su elegido a la gubernatura y será el diputado federal, Cuitláhuac García, quien hacia el mes de diciembre podría, digamos, renunciar a la curul, para cubrir el expediente.
En tanto, en el PRI siguen, digamos, apostando a la democracia para elegir al favorito, mientras que sus grupos (por ejemplo, Alianza Generacional, los Viagras y la Corriente Crítica, entre otros) están acelerados.
También, claro, y conforme al ritual del sistema político priista, esperan a que el humo blanco de Los Pinos con el dedazo peñista pronuncie “las últimas palabras” con el nombre del candidato presidencial para determinar los vientos hacia Veracruz entre los senadores Pepe Yunes Zorrilla o Héctor Yunes Landa.
Ellos confían en su maquinaria electoral y que, por cierto, está desgastada, pues cada vez pierden más votos duros, como el caso de los que se llevaran los ex priistas Regina Vázquez Saut y su hermana Fabiola y Basilio Picazzo, el cacique de la sierra de Papantla y compadre de Jorge Carvallo Delfín, el diputado federal.
La yunicidad afina, como es lógico en el tiempo electoral, su aparato. Y en el PRI siguen esperando el resplandor de san Pablo a Damasco.