El Vaticano informó este lunes 21 de abril que el papa Francisco falleció a los 88 años de edad a causa de un ictus cerebral que le provocó un coma seguido de un fallo cardiocirculatorio irreversible. Su muerte fue confirmada oficialmente a las 7:35 horas locales (5:35 GMT) en su residencia de Casa Santa Marta, en la Ciudad del Vaticano.
El parte médico, firmado por el doctor Andrea Arcangeli, director de Sanidad e Higiene del Estado Vaticano, indicó que la defunción se confirmó mediante un electrocardiograma. El pontífice arrastraba desde hace meses complicaciones respiratorias, incluyendo una neumonía bilateral microbiótica, bronquitis múltiple, hipertensión y diabetes. Estuvo hospitalizado durante 38 días en el hospital Gemelli de Roma y fue dado de alta apenas el 23 de marzo.
Tras su fallecimiento, también fue revelado el testamento del Papa Francisco, fechado el 29 de junio de 2022. En él, expresa su deseo de ser enterrado en una tumba sencilla en la Basílica de Santa María la Mayor, en Roma. La sepultura estará ubicada entre la Capilla Paulina y la Capilla Sforza, y llevará únicamente la inscripción: Franciscus.
“Deseo que mi último viaje terrenal concluya precisamente en este antiguo santuario mariano donde fui a orar al inicio y al final de cada viaje apostólico”, escribió el pontífice en el documento. También destacó su confianza en la Virgen María, a quien encomendó su vida y ministerio sacerdotal.
Un benefactor anónimo cubrirá los gastos del sepelio, según indicó el propio Francisco en su testamento. Los fondos serán entregados a la Basílica de Santa María la Mayor, bajo la supervisión de monseñor Rolandas Makrickas.
En sus últimas palabras escritas, el Papa ofreció sus sufrimientos por la paz en el mundo y la fraternidad entre los pueblos, y pidió a los fieles que continúen orando por él: “Que el Señor conceda la recompensa merecida a quienes me han amado y continuarán orando por mí”.