Luis Velázquez
Veracruz.- DOMINGO
Segunda Alerta de Género
El gobernador Yunes estaría a punto de un revés. Y vendría por la parte más frágil de la población y de la vida pública. Posible, la segunda Alerta de Género. Veracruz se convertiría en la primera entidad federativa de la nación con dos alertas de género.
La primera fue hacia el último tramo de Javier Duarte. Entonces, apenas, apenitas, en once de los 212 municipios.
Y de igual manera como ha sucedido en otros estados, de nada ha servido.
Sólo de los meses de enero al 31 de octubre del año que corre, la Universidad Veracruzana ha documentado 218 mujeres asesinadas, una cantidad superior al mismo tramo del año 2016 cuando la numeralia del feminicidio alcanzó los 190 homicidios.
El último, en Xalapa, Ruth Magali Hernández Marín, secuestrada primero, asesinada después, y luego tirado su cadáver en el llamado “Santuario de las Garzas” (paradójico, el cuerpo hallado por unos niños) y en donde en los años 2001, 2004, 2007 y 2009, también arrojaran los cadáveres de otras mujeres.
El crimen femenino incluye dos capítulos sórdidos, siniestros y sombríos.
A: El homicidio.
Y B: La impunidad.
Según la ONG, “Articulación Ciudadana para la Equidad y el Desarrollo”, el 92 por ciento de los feminicidios en Veracruz están en la impunidad (La Jornada, 6 de diciembre, 2017).
LUNES
Embajada de EU, en el carril
La segunda Alerta de Género está cuajando.
La primera se concitó en las siguientes circunstancias:
Uno. En el duartazgo, diecinueve reporteros y fotógrafos fueron asesinados, entre ellos, las periodistas Yolanda Ordaz de la Cruz, Regina Martínez Pérez y Anabel Flores Espinoza, además de la secretaria de El Dictamen, Irasema Becerra.
Al mismo tiempo, decenas de mujeres eran secuestradas, asesinadas y sepultadas en fosas clandestinas.
Otras más, ene número, desaparecidas.
Y el feminicidio brincó a la esfera nacional.
Las ONG Reporteros Sin Fronteras, Artículo 19, organizaciones internacionales de derechos humanos, las embajadas de Inglaterra y Estados Unidos y académicas de la Universidad Veracruzana y de la UNAM, se metieron en el asunto.
Y el infierno aterrizó en el corazón y el alma insaciable de Javier Duarte y los duartistas.
Fue, dice el periodista y escritor, Ignacio Carvajal García, el principio de la caída estrepitosa de Duarte, que lo llevó, con el saqueo al erario, al Reclusorio Norte de la Ciudad de México.
La primera llamada al gobernador Yunes está en el carril político:
Luego del asesinato del reportero de Honduras, el camarógrafo Edwin Rivera Paz (Acayucan, 9 de julio, 2017)…
Y después de los casos documentados por ONG de Veracruz…
La embajadora de Estados Unidos en México llegó a Veracruz.
Y tronó.
Y descalificó al Yunes azul.
Para entonces, ACNUR, la oficina de la ONU para los derechos humanos de los migrantes, había levantado la voz.
MARTES
“Noche (sombría) tibia y callada”
La secretaría de Gobernación es la encargada de autorizar las Alertas de Género.
Y la figura jurídica y social proviene de cuando un gobernador pareciera “cruzarse de brazos” y/o estar rebasado por el Principio de Peter para garantizar la seguridad en la vida y en los bienes de la población, en el caso, de las mujeres.
Entonces, documentada la realidad adversa, la SEGOB federal bendice la Alerta de Género y el jefe del Poder Ejecutivo local está obligado a combatir con hechos y resultados el feminicidio.
Y si el tiradero de cadáveres de mujeres sigue, entonces, sobreviene una segunda Alerta de Género.
Y si no obstante continúa, entonces, en las urnas la población electoral ajustará cuentas.
Y más, porque el teórico social asegura que cuando asesinan a una mujer y a otra y a otra, con todo y que del lado oficial inculpan a la violencia intrafamiliar, ante la impunidad galopante, los crímenes se multiplican.
Y es lo que por desgracia está pasando en “la noche tibia y callada” de Veracruz.
MIÉRCOLES
Incertidumbre y zozobra
La Alerta de Género depende de la secretaría de Gobernación, cuyo titular, Miguel Ángel Osorio Chong, es amigo del gobernador Yunes.
Y el operador del área se llama Roberto Campa Cifrián, subsecretario de los Derechos Humanos, otro amigo del Yunes azul, quizá desde la amistad con la profe Elba Esther Gordillo.
Y si para las ONG de Veracruz y del país, la Alerta de Género se vuelve inevitable, nada fácil sería que el filtro político del Palacio de Bucareli en la Ciudad de México la descarrile.
Con todo, Javier Duarte perdió la gubernatura y el Congreso el año anterior, primero, por el saqueo, y luego enseguida, por la inseguridad, y la mala fibra, el mal karma, bien pudiera el primero de julio del año entrante descalabrar el proyecto político familiar de la yunicidad, debido al tsunami de la incertidumbre y zozobra que arrasa con las mujeres.
JUEVES
El paraíso perdido
Veracruz es el infierno:
Los carteles y cartelitos, envalentonados porque se mueven como en su casa, casi casi, hijos predilectos de la tierra jarocha a la que cantaran Agustín Lara, Pepe Guízar, Chabela Vargas, Olivia Gorra, Paquita la del barrio, Yuri y Toñita, la cantante de “La Voz México”, y Gibrán, el otro cantante asesinado en el duartazgo.
Los machitos, envalentonados con la violencia intrafamiliar, y que de acuerdo con la numeralia del feminicidio, en 4 de cada diez crímenes incide como factor número uno.
Los ladrones y asaltantes, que cuando cometen un asalto y una mujer se les atraviesa, ni modo, proceden.
“Los padrotes” que como sucediera en Córdoba, envalentonados con el alcohol asesinan de cuarenta puñaladas a una chica en un hotel de paso.
Y la trata de personas y lenones que según la Fiscalía General llegaron a sesenta y un asesinatos de los años 2013 a 2016.
El resultado es catastrófico:
Veracruz, en el sexto lugar nacional en feminicidios, alternando con los estados de México (puntero), Morelos, Michoacán, Nuevo León y Chiapas, los seis, oh paradoja, con Alerta de Género.
VIERNES
Tuitazo de Trump a Yunes
Hay vientos huracanados contra las mujeres en el Veracruz del arzobispo Hipólito Reyes Larios y sus obispos.
Por ejemplo:
La carta de presentación de la nueva titular del Instituto de las Mujeres, Sara Gabriela Palacios, cuando le preguntaron sobre el asesinato de la chica de Xalapa, fue la siguiente respuesta bíblica:
“Tengo que ir al baño”.
En uno de sus días revolcados, el Fiscal Eduardo Coronel junior, respondió así a las madres con hijas secuestradas:
“¿Cuál prisa con los desaparecidos… si desaparecidos están?”.
El Fiscal de las paellas, pitorreándose de las madres con hijas secuestradas, además de los plantones, además de encorajinarse cuando le reclamaron cuatro horas de espera el día en que paseaba al subsecretario de Gobernación, Roberto Campa Cifrián.
Y el gobernador Yunes con el apapacho y el besito tronado al aire a las madres dolientes y que alcanzara su dimensión estelar con la medallita “Adolfo Ruiz Cortines” a los pocos días de su investidura.
ACNUR y la embajadora de Donald Trump en México ya dieron el primero y el segundo campanazo a la yunicidad.
Cualquier día, el presidente de EU le enviará un tuitazo.
