- Tránsfugas de la política
Escenarios
Luis Velázquez
Veracruz.- Uno. Ricardo Ahued y Amado Malpica
Ricardo Ahued Bardahuil era el rey de las cacerolas de peltre en Xalapa. Y un día, brincó al estrellato. Y fue presidente municipal. Y luego diputado federal. Entonces, quiso la candidatura priista a gobernador y fracasó.
Así, y años después, renunció al partido tricolor y en el camino a Itaca descubrió que sus ideas e ideales, sueños y utopías sociales estaban cerca de Andrés Manuel López Obrador, AMLO, y Morena.
Y tocó puertas.
Sus fans aseguran que en la Ciudad de México se entrevistó con AMLO.
Y “El peje” le habría ofrecido la candidatura a diputado federal, y la rechazó, pues ya antes saboreó una curul así.
Entonces, dijo que su legítimo sueño en la vida era ser diputado local en Veracruz.
Y, además, plurinominal, para evitar hacer campaña y evitar, todavía más, una derrota, que tanto apachurran el corazón humano.
Más todavía: “trepado en la nube que andaba”, también pidió coordinar a la bancada de Morena en la LXV Legislatura que será elegida el año entrante, al mismo tiempo que los diputados federales, senadores, gobernador y presidente de la república.
Y “El peje”, quien anda sumando votos, personas, personajes y recursos, le dio el “sí”.
Y será candidato pluri a diputado local por Morena el año entrante y el sucesor de Amadeo Cruz Malpica, el máximo líder legislativo del partido de AMLO, y quien, claro, buscaría la reelección por tres años, y de ser así, repetir como coordinador de la bancada en el Congreso local.
Entonces, los intereses de Cruz Malpica chocarían con las aspiraciones de Ricardo Ahued.
Y los padrinos y tlatoanis de uno y otro (Rocío Nahle y Cuitláhuac García), podrían, quizá, enfrentarse, a menos que el tabasqueño asestara el manotazo en tiempo y forma, y a tiempo y de manera categórica, como por ejemplo, fue dado con Ricardo Monreal, delegado en el DF y aspirante que se soñó de MORENA a jefe de Gobierno en la Ciudad de México cuando los vientos corrían a favor de Claudia Sheinbaum.
Dos. MORENA resucitaría a Ahued
En un principio, cuando Ahued suscribiera en el zócalo del DF su carta pública de simpatía con Morena y AMLO, entre los trascendidos se aseguraba que iría por la candidatura al Senado como compañero de fórmula de Rocío Nahle.
Pero “El peje”, se afirmó, también le puso un alto, pues otro trascendido dice que la ex diputada federal, bióloga Roselia Barajas, una de las compañeras y amigas más cercanas al tabasqueño y desde hace muchos años, a diferencia, por ejemplo, de Ahued, que apenas miró el barco pasar se ha trepado.
Por eso, también, se habría reducido a diputado local, y en donde, hacia el interior del partido, toparía con el par de diputadas de Xalapa, cuyo papel legislativo está fuera de duda.
Más cercanas, incluso, al maestro de la Universidad Veracruzana, Hipólito Rodríguez, presidente municipal electo de la capital.
Ahued, claro, es empresario y mucho plus aportaría a Morena, aun cuando también sería al revés, porque si bien ganó la alcaldía… hace ya mucho, demasiado tiempo.
Y el hecho de estar lejos del tinglado electoral demasiado cuenta en el ánimo social.
Su plus ante AMLO sería que fue priista y que cuando menos se llevaría a sus clientes en sus tiendas al partido de “El peje”.
Además, por todos lados, resulta extraña y rara la conversión de un priista a Morena, un partido de la izquierda radical y que es tanto como un perredista se afiliara al PRI, como por ejemplo, Rosario Robles Berlanga, la musa del playboy argentino, Carlos Ahumada.
La vida, no obstante, es así de misteriosa y mágica.
Tres. Tránsfugas de la política
Giovani Sartori decía que los políticos se han vuelto unos tránsfugas de los partidos y cambian de ideología con la misma facilidad que de ropa.
Y por eso mismo, la democracia nunca se solidifica.
Su apotegma será, acaso, un acierto en Europa, porque aquí en Veracruz (y en el resto del país) está claro que a pocos, excepcionales, políticos, interesa la democracia ni menos, mucho menos, una democracia de calidad como tampoco el bienestar social.
Ellos sólo buscan (probado y comprobado desde Javier Duarte), el poder por el poder mismo.
Esa fue la razón poderosa para que Margarita Zavala renunciara al PAN luego de 33 años de militancia y de que los priistas Regina Vázquez Saut (Acayucan) y Basilio Picazo (Papantla) se fueran al PAN.
Y de que Sebastián Reyes dejara Morena para incorporarse a su nueva vocación política en el PAN.
Ricardo Ahued Bardahuil es uno más, entonces, del palenque partidista.
Sabrá ”El peje” el número de seguidores fieles y leales “a prueba de bomba”, eficaces y eficientes, que Ahued aportará a Morena.
Pero de que a él le irá bien, ninguna duda cabe.
La década aquella en que fue proveedor favorito de peltre para la fidelidad y el duartazgo en la memoria quedan como un recuerdo.
Ahora, lo importante es seguir empujando la carreta para regresar al carril político y fortalecer el ámbito empresarial.