Redacción El Piñero | Corresponsalía
Tuxtepec, Oaxaca.- Un estudio técnico de las aguas nacionales realizado por la CONAGUA, reporta en el río Papaloapan, una contaminación generalizada y señala como principal problema la presencia de agroquímicos, metales pesados y coliformes.
¿Es lo mismo indiferencia que inconciencia?
¿Qué tanto sabe de este gran afluente de 354 kilómetros de longitud, que hidrológicamente hablando nace de los ríos Tehuacán, Puebla, y Quiotepec, Oaxaca?
Ambos ríos dan vida al Papaloapan, importante afluente de México nacido en Tuxtepec, Oaxaca.
En su descenso por laderas y valles, el Papaloapan baña, humedece y alimenta poblados de Tuxtepec, Otatitlán y Tlacojalpan, Oaxaca, así como de Cosamaloapan, Tlacotalpan y Alvarado, por la parte de Veracruz, entre muchos más por supuesto.
Sin embargo, la construcción de la Presa Cerro de Oro en los días de esplendor del ex presidente Miguel de la Madrid, afectó en su momento y en su futuro, no solo el entorno natural del río: a su flora y a su fauna, sino a la población de extracción indígena asentada cerca de su cauce, pues miles de familias fueron exiliadas de su propia tierra.
En el mismo Tuxtepec, municipio donde está instalada la fábrica de papel Fapatux, la cervecera del trópico y el ingenio azucarero “Miguel Alemán”, el río da señales de alarma al ver disminuido su cauce, y al recibir en sus aguas desechos industriales, materiales pesados nocivos a todo organismo vivo, y bacterias que contaminan la vida de sus pequeños pero valiosos habitantes.
Aun con el daño iniciado en la década de los 50´s, la ribera del río sigue mostrando la belleza de su vegetación, su flora tan variada, y la presencia de animales que, de no actuarse con conocimiento, conciencia y rapidez, están condenados a perecer, y a mediano plazo, el hombre mismo con ellos.
Su afluente dejará se ser agua para convertirse en corrientes de espuma venenosa, o tal vez agua medianamente transparente, pero con un caudal de metales que terminaran asfixiando a los peces que en ella sobreviven.
El panorama es apocalíptico.
Sin embargo, su pasado es parecido al Edén bíblico, pues en lengua náhuatl Papaloapan significa “en el río de las mariposas”. Y este río de agua profundas y cristalinas dio vida a diversidad de peces, de palmas, de mangle, de rica vegetación, y en su piel terrenal emergieron maderas preciosas como el amate, la caoba y el roble. El cedro y la ceiba, embellecieron el paraíso que, pese a todo, se niega a morir.
Su biodiversidad permitió la vida del puerco espín, el armadillo, el jaguar, el mapache, la zorra gris, los temazates,las iguanas verdes, así como el venado cola blanca e infinidad de aves de todo color, trinar y tamaño.
Tiempo atrás, el Papaloapan tuvo gran importancia como medio de transporte en el sureste de México, pero los cambios ecológicos y la mano del hombre hicieron que el río se ensanchara y perdiera profundidad, ocasionando que el río dejara de ser navegable.
Otro punto.
El crecimiento poblacional y desarrollo industrial y comercial de Tuxtepec -segunda ciudad más poblada y principal núcleo económico de Oaxaca -, impide que el río Papaloapan escape al problema de la contaminación urbana, industrial y agrícola.
El gran río Papaloapan sigue teniendo en sus riberas grandes tierras fértiles y cuenta con un clima cálido-húmedo, factores propicios para el desarrollo de la agricultura, ganadería, pesca y la industria azucarera, pero este desarrollo no ha atendido las normas elementales para preservar el medio ambiente y la salud.
El Papaloapan, en límites con Oaxaca y Veracruz recibe las aguas del río Tonto, para luego baja lentamente hacia el mar por las llanuras del sotavento.
Las aguas de la cuenca alta del río se comportan como «jóvenes», de montaña, con rápidos y desfiladeros, mientras que en la cuenca baja su cauce es mucho más lento y llega a provocar frecuentes inundaciones.
Y para prevenir inundaciones graves fueron construidas la presa “Miguel Alemán” y la presa “Cerro de Oro” en los ríos Tonto y Santo Domingo. Sus embalses se comunican, formando el lago artificial más grande de México.
Aun así, sus niveles de profundidad varían constantemente afectando la cotidianidad de los poblados cercanos. Ha tenido épocas de gran profundidad y navegabilidad y otras aguas tan bajas en las que sus pobladores pueden cruzar a pie, pero en tiempo de lluvia, suele subir dos hasta cinco metros en su escalada crítica.
En su natural trayecto, el río recibe desagüe de aguas residuales, desechos contaminantes domésticos. y descargas tóxicas de la fábrica cervecera, de alcohol, de ingenios azucareros, procesadoras de piña, así como también residuos tóxicos de la industria petrolera.
En los municipios de Acula y Tierra Blanca, Veracruz, constantemente se denuncia la transgresión de normas para la conservación del río durante el proceso de producción de etanol, de parte de la fábrica de Nopaltepec.
Las plantas procesadoras, los ingenios, y hasta una petrolera que hace pruebas en la zona, arrojan líquidos altamente tóxicos utilizados para lavar las maquinarias, en su cruce con el Río Tonto. En la laguna Plan de los Pájaros de Loma Bonita, la procesadora de piña vierte los desechos que se suman a todo el trayecto del afluente, generando la aparición continua de aves y peces muertos. La productora de etanol es señalada de verter desechos industriales a través de pipas en la cuenca del río Papaloapan, denominados “vinazas”, que, aunque son alcoholes en general y una especie de proteína fertilizante, al car en el caudal del río generan muerte en flora y fauna, afectando principalmente a los pescadores de la región.
Esta permanente contaminación, representa un desequilibrio ambiental de carácter continuo, que en presente exige la pronta intervención de la autoridad federal, estatal, municipal y la población misma.
Y la lucha se ha dado. La conciencia de individuos pensantes se ha activado, pero esta lucha ha estado desarticulada, sin seguimiento institucional, académica y civil.
Colectivos de protección al medio ambiente han interpuesto diversos juicios de amparo para lograr la protección de estos recursos, a fin de tutelar el derecho a un medio ambiente sano con el específico cuidado de las cuencas de los ríos.
El 24 de mayo de 2019, el Poder Judicial de la Federación, por la revisión del amparo 61/2016, ordenó a las autoridades federales, estatales y municipales la coordinación efectiva para el rescate de los ríos Salado y Atoyac debido a la contaminación desmedida de esos cauces.
La solicitud de amparo de estos ríos son ejemplo a seguir en el Papaloapan, por esto:
La contaminación que sobrellevan los ríos no solo implica problemas de abastecimiento de agua y productos de consumo, sino que también conlleva consecuencias graves a la salud del ser humano cuyos asentamientos se encuentran a sus alrededores.
Por ello se exhortó al secretario de Medio Ambiente y Recursos Naturales para que, en el ámbito de su competencia, realizara las medidas pertinentes a fin de fortalecer políticas e implementar acciones que requiera la instrumentación de programas para el saneamiento de los ríos Papaloapan y Atoyac en el Estado de Oaxaca.
También se exhortó al Procurador Federal de Protección al Ambiente para que, de igual forma coadyuvara en la realización de medidas técnicas correctivas y de urgente aplicación, a fin de evitar cualquier forma de contaminación y de descarga en los ríos Papaloapan y Atoyac en el Estado de Oaxaca.
El mismo exhorto recibió el gobernador de Oaxaca para que diseñe las políticas y realice las acciones de coordinación con autoridades federales y municipales que permitan el diseño de programas de restauración ecológica o de saneamiento de las cuencas de los ríos Papaloapan y Atoyac del Estado de Oaxaca.
Dice el exhorto: Resulta urgente que, de manera coordinada, las autoridades competentes sumen esfuerzos y se comprometan al pronto saneamiento y aseguren debidamente los derechos a la vida y a la salud consagrados en nuestra Constitución.
Relativo a la recuperación y saneamiento por los altos índices de contaminación de las cuencas de los ríos Papaloapan y Atoyac en estado de Oaxaca, el dictamen fue publicado en el DOF el 3 de julio de 2019.
También se dieron a conocer los resultados del estudio técnico de las aguas nacionales superficiales en las cuencas hidrológicas Río Salado, Río Grande, Río Trinidad, Río Valle Nacional, Río Playa Vicente, Río Santo Domingo, Río Tonto, Río Blanco, Río San Juan, Río Tesechoacán, Río Papaloapan, Llanuras de Papaloapan, Río Jamapa, Río Cotaxtla, Jamapa-Cotaxtla y Llanuras de Actopan, de la Región Hidrológica número 28, Papaloapan.
La postura del poder judicial no solo queda en la llamada de atención y acción, sino que, en caso de no actuarse, aplica la sanción:
Suspensión de la concesión o asignación para la explotación, uso o aprovechamiento de aguas y bienes nacionales, independientemente de la aplicación de las sanciones que procedan, cuando se descarguen aguas residuales que afecten o puedan afectar fuentes de abastecimiento de agua potable o a la salud pública; se descarguen en forma permanente o intermitente aguas residuales en contravención a lo dispuesto en la Ley de Aguas Nacionales.
En esta problemática de largo alcance también intervine la CNDH, como organismo protector.
La CNDH se dirigió su recomendación a diversas autoridades federales, estatales y municipales para que, entre otras, “determinen e impongan las medidas técnicas correctivas y de urgente aplicación a fin de evitar, en la mayor medida posible, se sigan descargando aguas residuales fuera de la normatividad”.
La mayor parte de la información vertida en este artículo, deriva de la petición hecha a la Cámara de Diputados de la LXIV legislatura. La propuesta de atención y corrección a los afluentes de México, fue hecha por la diputada Graciela Zavaleta Sánchez, a sus homólogos en el poder legislativo.
Un estudio técnico de las aguas nacionales superficiales realizado por la Comisión Nacional del Agua, reportó en el río Papaloapan, una contaminación generalizada y se señaló como principal problema la presencia de agroquímicos, metales pesados y coliformes.
Esta es la propuesta de recuperación y saneamiento, dado a conocer el 12 de junio de 2019, en la gaceta parlamentaria.
“Propuesta de recuperación y saneamiento, debido a los altos índices de contaminación de las cuencas de los ríos Papaloapan y Atoyac, en el estado de Oaxaca
La influencia del ser humano sumado al cambio climático ha provocado que estos ecosistemas disminuyan o en casos extremos desaparezcan. Tal es la situación del ríoPapaloapan, que recorre las ciudades de San Juan Bautista Tuxtepec Oaxaca, Otatitlán, Tlacojalpan, Cosamaloapan, Tlacotalpan y Alvarado y del río Atoyac, que nace en el noroeste de la Ciudad, atravesando Oaxaca de Juárez, Santa Cruz Xoxocotlán, Zaachila, Zimatlán y Santa María Ayoquezco, y más adelante se une con el río Verde, formando parte de la cuenca hidrográfica Río Atoyac-Verde, en los cuales se presentan altos índices de contaminación y que en un futuro podrían traer consecuencias letales para la salud y el desarrollo de la vida.
El río Papaloapan es considerado por la CONAGUA como la segunda cuenca hidrológica más grande de México, pues cuenta con aproximadamente 354 kilómetros de longitud y desemboca en el Golfo de México, a 130 kilómetros de Tuxtepec.
Otro problema de contaminación en el río Papaloapan es creado por el crecimiento de núcleos urbanos, los cuales cambian el uso de suelo y sumado a todos los desperdicios que generan, dan como resultado una pérdida en la vegetación original y que la calidad del agua se vea afectada.
En el río Atoyac se reportan grandes descargas de aguas residuales de drenaje, tanto industriales como municipales, además de contar con alrededores colmados de basura, lo que genera fuertes olores fétidos. Al mismo tiempo diversos activistas han señalado que la extracción de material pétreo ha generado que la recuperación del río sea más difícil, pues se estropea el proceso natural de filtración de agua.
La disminución en la calidad actual del agua en los ríos repercute en posibles afectaciones a la salud de la población, por lo que resulta necesario llevar a cabo las investigaciones pertinentes y así poder contar con un diagnóstico oportuno que proyecte una línea de trabajo que contribuya al saneamiento de los ríos Papaloapan y Atoyac, e incrementen el reúso e intercambio de agua tratada por agua de primer uso.
Toda persona tiene derecho al acceso, disposición y saneamiento de agua para consumo personal y doméstico en forma suficiente, salubre, aceptable y asequible. El Estado garantizará este derecho y la ley definirá las bases, apoyos y modalidades para el acceso y uso equitativo y sustentable de los recursos hídricos, estableciendo la participación de la Federación, las entidades federativas y los municipios, así como la participación de la ciudadanía para la consecución de dichos fines.”
En cuanto a la interdependencia de los derechos humanos y el medio ambiente, el Centro de Derechos Humanos y Medio Ambiente de la OEA, ha postulado que el derecho a la vida y a la salud imponen a los Estados deberes relacionados con el medio ambiente, toda vez que deben abstenerse de llevar adelante acciones que provoquen degradación ambiental, poniendo en peligro la vida y salud de las personas, “ya que la calidad, e incluso la posibilidad, de vida del ser humano depende en gran medida de su entorno” .
Asimismo, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos ha sostenido que los “atentados graves al medio ambiente pueden afectar el bienestar de una persona y privarla del disfrute de su domicilio, perjudicando su vida privada y familiar”.
Aunque el derecho al agua no está reconocido expresamente como un derecho humano independiente en los tratados internacionales, las normas internacionales de derechos humanos comprenden obligaciones específicas en relación con el acceso a agua potable.
Esas obligaciones exigen a los Estados que garanticen a todas las personas el acceso a una cantidad suficiente de agua potable para el uso personal y doméstico, que comprende el consumo, el saneamiento, el lavado de ropa, la preparación de alimentos y la higiene personal y doméstica.
También exigen que aseguren progresivamente el acceso a servicios de saneamiento adecuados, como elemento fundamental de la dignidad humana y la vida privada, pero también que protejan la calidad de los suministros y los recursos de agua potable.
Con esta postura e intervención del poder judicial federal y verdaderos representantes de la población, como lo fueron los diputados de la Legislatura LXIV, crece la esperanza de pensar y actuar en favor de la salud y la vida, no solo de la población, sino de recurso naturales como el agua de los ríos.
El río Papaloapan se resiste a desaparecer del mapa, y con él la bondad de su vegetación, y la desconocida belleza de su flora y fauna.