Escenarios
Luis Velázquez
Veracruz.- Uno
Los delegados federales siempre han sido un plus para ganar comicios en cada entidad federativa. Los programas sociales son, como dijo aquel, “oro molido”. Pero más allá de la veda electoral, en Veracruz están paralizados ahora por el fuego amigo. La delegada del CEN del PRI, Lorena Martínez, aliada con el delegado de la secretaría de Gobernación, Ángel Isaac Ochoa, alias “Mr. Simpatía”, idearon cambiar titulares para entregar las posiciones a los inconformes con las candidaturas a presidentes municipales porque los dejaron fuera y por ahora “el tiro les salió por la culata”.
Migración, Conagua, Educación, Trabajo y Previsión Social y el IMSS de Orizaba están, cierto, acéfalas. Y/o en la cuerdita floja. Pero ellos quisieron arrasar con todos, y en vez de encauzar y operar la elección de los candidatos del PRI, el partido en el poder federal, el partido de Enrique Peña Nieto y de Enrique Ochoa Reza, están a la contraofensiva, defendiendo su parcela, arañándose entre sí.
Y lo peor, en la mayoría de los casos de quienes (todavía) son delegados federales con la fama pública de un desconocimiento político, social y económico de Veracruz, una entidad federativa más grande que varios países de América Central, entre ellos, Honduras, Guatemala, Salvador y Nicaragua.
Una república, pues.
Así, los delegados profetizan en el territorio jarocho, pero sin conocer, primero, ni el mosaico geográfico local.
Y por añadidura, con el desconocimiento de los grupos, grupitos, tribus, hordas y falanges cada parte con sus intereses políticos y económicos.
Y desde luego, sin el conocimiento de las peleas históricas entre las tribus.
Y más, con la ignorancia universal sobre la biografía partidista de los grupos políticos en cada demarcación municipal.
Lo peor, la mayoría anda a la deriva, sin un jefe, líder natural, que los aglutine y coordine.
Y como en algunos casos, el más notorio, Anilú Ingram Vallines, la delegada federal de la secretaría de Desarrollo Social, obsesionada con la candidatura priista a senadora de la república el año entrante, porque desde hoy sueña con mudar en la primera mujer gobernadora en el año 2024.
Según ella, porque MAO será, es, el legítimo sucesor de Enrique Peña Nieto.
Cada delegado federal por su lado, sin un sentido de pertenencia y lealtad al Peñismo, el PRI sigue hundiéndose de norte a sur y de este a oeste de Veracruz, a tal grado que hay, por un lado, una grave deserción silenciosa y discreta a otros partidos, entre ellos, MORENA y el PAN.
Y por el otro, entre ellos mismos ya se whatsapean para el voto útil a favor de otro partido político el próximo 4 de junio y que está en MORENA o el PAN, en ningún momento por el PVEM, el partido que ahora impulsa la dinastía de los Kennedy de Nopaltepec, Fidel y Javier Herrera.
Dos
La delegada del CEN del PRI y el delegado federal de Gobernación despertaron el México bronco del que hablaba Jesús Reyes Heroles entre sus homólogos y pares.
Ellos sembraron la discordia cuando de su puño y letra, la delegada priista anotó los primeros nombres de los delegados federales a cambiar.
Y de pronto, la ambición sin límites se multiplicó, y más, mucho más, porque desde el primero de diciembre del año anterior, cuando el panista (y priista durante 26, 27 años) Miguel Ángel Yunes Linares entró al palacio y todos los rojos quedaron desempleados.
Y lo peor, la elite duartista… en la ruleta roja, aterrorizada con estrenar el uniforme del penal de Pacho Viejo, como de hecho y derecho lo están haciendo Flavino Ríos, Arturo Bermúdez, Mauricio Audirac y Francisco Valencia, y de paso, César del Ángel, el legendario líder fundador de los 400 Pueblos, pero también un fidelista y un duartista de hueso colorado.
Desde entonces, parte de las elites andan desempleadas. Muchas, viviendo de sus ahorros sexenales, pero al mismo tiempo, asustados con ser detenidas saliendo de su casa, en carretera y/o de compras en una plaza comercial.
Por eso, cuando la delegada del CEN del PRI los tentó con una delegación federal a cambio de disciplinarse con la elección de los candidatos priistas a la presidencia municipal, a todos les brillaron los ojitos con la más terrible y espantosa codicia humana.
Ya se verá el desenlace. Por lo pronto, el operativo para lanzar de la delegación federal del IMSS a Antonio Benítez Lucho para imponer a Felipe Amadeo Flores Espinoza, ex de todo, menos de gobernador, fue reventado.
Otros delegados “sintieron los pasos en la azotea” y se están moviendo.
Pero hay, claro, varias delegaciones acéfalas.
Entre ellas, Migración, pues el titular, José Tomás Carrillo Sánchez, partió a Cosamaloapan como candidato priista a la alcaldía.
El de Conagua, Iván Hillman Chapoy, se fue a Tabasco desde hace ratito, y el actual, será removido a otra entidad federativa.
El de Educación, el doctor Érik Porres Blesa, fue nombrado en un cargo público de primer nivel en la secretaría de Educación de su amigo, Aurelio Nuño Mayer.
Y los de Trabajo y Previsión Social, Francisco Mora Domínguez y Dionisio Pérez Jácome, tiraron la toalla porque ni siquiera para comprar papel higiénico tienen recursos oficiales.
Y como una ley no escrita indica que las delegaciones han de ser para políticos nacidos en cada entidad federativa (aun cuando hay excepciones, pues “Mr. Simpatía” es defeño), los priistas de Veracruz andan en la rebatinga.
La delegada del CEN del PRI los aceleró y como ya empezó con Elizabeth Morales, removida de la Profeco al ISSSTE, entonces, ni modo que ellos sean priistas de cuarta o de quinta categoría.
Y si los dejan fuera, entonces, a jugar las contras a los candidatos tricolores, como de hecho y derecho mostraron el puño en la elección del candidato porteño.