El ruido está catalogado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como el contaminante más compartido en el mundo, la segunda mayor amenaza ambiental para la salud de las personas y, sin embargo, el menos atendido.
Ciudad de México (SinEmbargo).– Una baja de defensas, enfermedades del corazón, estrés, mayor consumo de alcohol y hasta menor éxito laboral, son algunas de las consecuencias que el ruido excesivo puede traer a las personas expuestas a él.
Recientemente, investigadores del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente (ITESO) encontraron que el ruido aumenta el nivel de cortisol en la saliva, lo que implica que (como lo han demostrado otros estudios) el sistema inmunológico se inhibe y deja de operar de manera efectiva, lo cual genera que cualquier virus o bacteria ataque y que, por tanto, la persona sea más susceptible a enfermedades bajo condiciones de estrés, que también pueden llevar a la depresión y dificultades para conciliar el sueño.
Además, de acuerdo con el doctor Everardo Camacho, el ruido puede estudiarse desde un enfoque económico, en el entendido de que produce somnolencia al impedir una buena calidad de sueño durante la noche y esto se puede reflejar en una productividad mermada de las personas en el trabajo.
Por otro lado, Santiago Jesús Pérez Ruiz, investigador del Centro de Ciencias Aplicadas y Desarrollo Tecnológico (Ccadet), mencionó que la exposición prolongada al ruido no solo provoca sordera sino también enfermedades crónico degenerativas como afecciones cardiovasculares, cáncer, enfermedades respiratorias, diabetes, entre otras.