Plan B por Lydia Cacho
Mexico. – Hace unos días circuló masivamente la falsa noticia sobre el asesinato de la periodista Carmen Aristegui. Los primeros tuits, FB y un envío masivo de whatsapp a usuarios de Telcel mostraban la fotografía con la leyenda: “¡¡¡IULTIMA HORA!!! Muere Carmen Aristegui, en un acto de cobardía es acribillada por comando armado. COMPARTE ANTES DE QUE EL GOBIERNO LO BORRE”, adjunto el link al sitio dedicado a crear falsas noticias denominado www.elpoderdelsaber. Paralelamente salió una captura de pantalla en la que (supuestamente) el periodista Joaquín López Dóriga daba el pésame a la familia de Aristegui.
Supe que era falso y confirmé con Aristegui. Llevo más de 16 años investigando delitos cibernéticos, en especial a productores de pornografía infantil y, más tarde, el funcionamiento de trolls y bots. Llamé al maestro, un experto dedicado a proteger a periodistas, activistas y medios bajo ataques cibernéticos. Exactamente en cinco minutos pudimos desentrañar todos los datos primarios. En dos horas teníamos la información periodística y jurídicamente útil para una demanda ante la ciberpolicía y la Procuraduría.
El tuit originario salió del “usuario” @vooltrakkar que se autodenomina Aristegui de Metal. Él con bots y trolls sacó mensajes masivos idénticos usando a López Dóriga como instrumento de credibilidad periodística (es pública la aversión de Televisa a Aristegui, por lo tanto, si Joaquín daba el pésame debía de ser cierto; él confirma que falsearon el tuit).
Encontramos que esos sitios web y perfiles de Facebook que nutren falsas noticias están registrados bajo el nombre de Alejandro Morales; habitante de Tijuana. Su fotografía (falsa) de registro, es la de un piloto. Usa otros sitios para inventar rumores: sietealdia.com. y telodijeyo.com. En Facebook es elviejosabio.comOficial.
Mezcla noticias falsas con memes y pensamientos positivos, obtiene seguidores y ataca cuando es preciso. Pero ¿por qué en este momento? La respuesta estaba en la noticia más llamativa: Josefina Vázquez Mota (JVM) anunció su candidatura a Edomex, y la fama de Aristegui enterraría la nota. Pero ¿quién querría hacerlo?
Buscamos la IP o huella digital 184.168.221.23 ; hicimos búsqueda de registro del IFE de DXCD Consulting. Hallamos los servidores ubicados en Estados Unidos, ambos en GoDaddy.
Encontramos los datos de Alejandro Morales Jiménez, la dirección de su hogar, sus teléfonos en Tijuana, Baja California y la empresa en San Diego en Googlemaps; aunque utilizó un Domains By Proxy Domain (una compañía para ocultar los datos reales de registro del dominio) lo pudimos detectar.
Resultó que es un equipo dedicado a trabajar dando “consultorías” a grupos políticos, sea cual sea el color: el que paga pega, miente y destruye reputaciones. Ya hace años demostramos casos similares pagados por Borge y Duarte contra periodistas y medios incluidos ataques contra mí.
Los que pagaron por crear la falsa noticia son Jorge Camarillo y Armando de León; nos preguntamos ¿para quién trabajan? Los datos duros, la ruta del dinero y las huellas cibernéticas no mienten cuando hacemos periodismo profesional. Ambos personajes trabajan para Heriberto Félix, Ernesto Cordero y Juan Ignacio Zavala. En nuestra investigación encontramos que son los mismos que en varias ocasiones “mataron” a Chespirito y a Chabelo para desviar la atención de noticias serias de ataques militares a civiles e importantes datos aportados por investigaciones periodísticas de primer nivel. Por estas razones el verdadero periodismo y, quienes tienen prestigio, son las fuentes confiables. Cada día más políticos y empresarios cultivan a cientos de millennials amorales que, por dinero, son capaces de cualquier cosa. La salida radica en fortalecer el periodismo y entender que el rumor no es noticia. Todos los que están detrás de ciberataques a periodistas y activistas tienen nombres y apellidos y, aunque crean que no, somos miles quienes sabemos encontrar sus huellas. La ciberguerra de baja intensidad llegó para quedarse. Investigar y denunciar formalmente es la única salida.
Si esta semana encuentran rumores sobre mí, ya saben de dónde vienen y quién los paga. Ignórenlos, que el día que yo muera lo sabrán por periodistas de verdad.