Ciudad de México.- Por seguridad ante el coronavirus, las ocho primeras carreras de Fórmula 1 se anunciaron sin público, a puerta cerrada, y así se están disputando las dos primeras citas en Austria.
Eso reduce el riesgo de un contagio masivo al no congregar a miles de aficionados en un mismo lugar, y se esperaba que fuera así al menos durante los primeros meses.
Sin embargo, este viernes la F1 anunció dos carreras más, el GP de la Toscana y el GP de Rusia, y esa segunda asegura que será con público.
El Autódromo de Sochi, sede de la F1, ya anunció la venta de entradas, y ahora confirman que esperan aficionados en la carrera.
“El GP de Rusia será un festival increíble para la mayor audiencia posible”, dijo Alexey Titov, CEO del promotor de Sochi F1, Rosgonki.
“Serán días agitados en la capital turística de Rusia, donde esperamos a todos en el Autódromo de Sochi. La asistencia al evento se mantiene a buen nivel año tras año, y estamos seguros de que las dificultades de este año no serán un obstáculo especial para los aficionados del automovilismo”.
“Nos estamos preparando meticulosamente para recibir a los espectadores de manera segura y esperamos verlos a todos en el Parque Olímpico de Sochi”.
Las entradas ya a la venta son de cinco gradas del Autódromo de Sochi: la tribuna principal, y una en cada una de las cuatro primeras curvas, más una entrada general y acceso al Paddock Club.
La Fórmula 1 avisó a principios de junio de que esperaba aficionados solo para cuando llegaran las carreras fuera de Europa, en otoño. La incierta evolución de la pandemia hace muy complicado planificar todo con detalle a corto plazo, pero ya a mediados del pasado mes Ross Brawn admitía que quizás para el final de la primera mitad del calendario pudieran abrirse las puertas de los circuitos.
“Correr sin aficionados permitió crear la parte europea de la temporada. Por supuesto, podemos ajustarlo según veamos cómo evoluciona la pandemia”, dijo entonces Brawn. “No queremos decidir algo rápido y luego tener que rectificar si nos encontramos un problema”.
Sin embargo ahora, a más de dos meses de la carrera de Rusia, ya es oficial que será con público, mientras que se espera que la de Italia o la de Toscana puedan aspirar a un número reducido de aficionados en las gradas.
Esas decisiones chocan con la estricta burbuja que ha creado la F1 contra la COVID-19 para los primeros grandes premios, en los que incluso ha reducido el personal de los equipos.
Con información de Motor Sport