El alto consumo de sal se ha relacionado con distintos problemas de salud como enfermedades cardiovasculares o hipertensión arterial, por lo que la recomendación es consumirla de manera moderada.
La Organización Mundial de la Salud (OMS), señala que el consumo diario ideal de sal en adultos no debe exceder los 5 gramos, lo que equivale a 2 gramos de sodio.
Sin embargo, aunque se reduzca la sal al cocinar o sazonar la comida, podemos seguir comiendo grandes cantidades y no saberlo, ¿por qué?
Muchos de los alimentos que consumimos a diario y que parecen inofensivos, pueden aportar una proporción excesiva de sodio, ¿cuáles son?
Queso procesado
Un paquete de rebanadas empaquetadas de queso de 250 gramos, contiene cerca de 3,5 gramos de sodio, lo que equivale a 8,5 gramos de sal.
Si añadimos tres rebanadas a un sándwich, estaremos ingiriendo más de la mitad de la cantidad recomendada de la OMS.
La cantidad indicada de sal que debería tener es 5 gramos.
Cereales de caja
El paquete de cereal que comúnmente disfrutamos en el desayuno, aporta 4 gramos de sal por cada 275 gramos del producto.
Lo recomendado es que tengan sólo 2 gramos.
Salsas de tomate
Los sobres de salsa de tomate de 100 gramos, deben más de la mitad de su contenido a la sal, en promedio 56 gramos.
Un producto de este tamaño, sólo debería incluir 25 gramos como máximo.
Tortillas de harina
Una bolsa de ocho tortillas, contiene cerca de 4,5 gramos cuando debería tener solamente 2,5 gramos.
Basta con comer dos tortillas para restar un gramo a los dos que la OMS recomienda comer al día.
Comida congelada
Medio kilo de productos congelados aporta 4 gramos, a pesar de que el sabor no sea salado.
La medida ideal en estos productos es de 2 gramos
(Con información de El País)