Oaxaca.- Sin ningún rubor, en una entrevista para un medio digital local, el diputado y presidente de la Mesa Directiva de la 63 Legislatura, Samuel Gurrión Matías, se califica como “un hombre millonario” y, a pesar de su fama como extorsionador de autoridades municipales, evasor de impuestos, tratante de personas y de traficante de influencias, dice que su riqueza “proviene de su trabajo”.
En la entrevista, Gurrión dice ser propietario de muchos bienes, entre los que se encuentran gasolineras, hoteles, bienes inmuebles y todo tipo de vehículos, incluyendo barcos. Reitera que su fortuna está hecha a base de trabajo, a pesar de que su hermano Daniel Gurrión Matías, no ha podido comprobar el destino de más de 11 millones de pesos en su ejercicio como Presidente Municipal de Juchitán.
Y es que desde el 2015, la Auditoría Superior de la Federación señaló que durante la gestión de Daniel Gurrión Matías como edil del municipio de Juchitán de Zaragoza, se causó un quebranto a la hacienda pública por 10 millones 962 mil pesos.
Tras auditar la tesorería municipal y la dirección de obras públicas del municipio de Juchitán, reveló el manejo irregular del Fondo para la Infraestructura Social Municipal del ejercicio fiscal 2013, cuando Gurrión era Presidente Municipal.
Sin embargo, Samuel Gurrión reconoce riqueza sin mencionar que durante el tiempo que fungió como diputado federal, fue ampliamente conocido en diversos municipios de la entidad por ofrecer obra pública a los ediles a cambio de que éstos accedieran a que fueran las constructoras impuestas por el propio Gurrión quienes ejecutaran la obra, y que además le entregaran porcentajes del monto total asignado para la misma, y supuestamente gestionado por el entonces diputado federal.
Igualmente, Samuel Gurrión omite decir que durante mucho tiempo se ha beneficiado de operaciones conocidas como outsourcing, que las ha realizado a través de socios y prestanombres como Gerardo Rejón y Ruiz, a través de las cuales ha evadido el pago de impuestos de sus empresas, aprovechándose de esos mecanismos ilegales para incrementar su riqueza personal de la que ahora presume, y que incluso se señala que parte de ella tiene como origen el despojo de bienes y dinero a otros personajes perseguidos por la justicia, como el fiscalista Sergio Castro López.
Incluso, se han también ventilado sus actividades relacionadas con trata de personas, a través de una “empresa” que tiene como finalidad comerciar con bellas mujeres procedentes de varios países sudamericanos, y Europa, como si fueran mercancías. Gurrión realiza tales operaciones con mujeres, a pesar de que este tipo de actividades están catalogadas como trata de personas, y son penadas por las leyes mexicanas y de prácticamente todos los países del mundo.
Con esos antecedentes, resulta sorprendente que defienda el origen lícito y familiar de su fortuna, máxime cuando se sabe que su único negocio que tenía en Oaxaca fue cerrado sorpresivamente hace más de dos años, dejando tras de sí una amplia estela de defraudados, trabajadores no liquidados y millonarias cuentas por pagar a sus proveedores y clientes.
Con Información de Informador Oaxaqueño
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