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Se busca un jefe de prensa en Veracruz; los pobres necesitan un vocero

El Piñero

Luis Velázquez

Diario de un reportero

15 de junio de 2019

DOMINGO

Un vocero para los jodidos

Don Manuel Buendía fue el columnista más importante del siglo XX. Asesinado por la espalda en el sexenio de Miguel de la Madrid, Manuel Bartlett Díaz secretario de Gobernación, José Antonio Zorrilla Martínez, director de la Federal de Seguridad, preso por la autoría intelectual del crimen, su columna “Red Privada” se publicaba en un diario de la Ciudad de México y en 25 periódicos del país.

Don Manuel murió acariciando una utopía, sueño difícil. Aseguraba que los ciudadanos secuestrados, desaparecidos como parte de aquella guerra sucia que le tocó vivir, asesinados, sepultados en fosas clandestinas y pozoleados necesitaban un jefe de prensa.

Pero más aún, trabajadores de la información que abrazaran sus legítimas causas sociales.

Desde su columna, don Manuel luchó y luchó para que un hombre crítico, disidente, inconforme, contestatario, y que fuera plagiado desde el poder público en algún país de América Latina, tiempo aquel de las dictaduras militares, apareciera.

Y desde México, la nación hermana mayor del continente, siguió luchando hasta que aquel hombre apareciera.

El día cuando su esposa, que estaba embarazada, dio a luz, el niño fue bautizado con el nombre de Manuel.

En su despacho en la Ciudad de México, Buendía tenía la foto del niño cargando en los brazos, acompañado de sus padres.

LUNES

Los pobres necesitan un reportero

Los casi mil asesinados en Veracruz, las más de cien mujeres asesinadas en el Veracruz de Cuitláhuac, los casi cuarenta niños asesinados en el último semestre…

Pero también, los desempleados, subempleados y trabajadores con salarios de hambre…

Y de igual manera, los activistas sociales y los Colectivos integrados con padres con hijos desaparecidos agraviados en sus derechos humanos…

Y los niños que en las regiones indígenas quedan dormidos en el salón de clases por el hambre atroz pues llegan a la escuela sin desayunar…

Y los indígenas y campesinos y obreros y hasta profesionales que siguen migrando a Estados Unidos, la mayoría sin papeles…

Y los niños enfermos de cáncer y las personas enfermas de VIH…

Y todas y cada una de las personas y las familias que reclaman la procuración de justicia en la Fiscalía…

Y el medio millón de analfabetas que según el director del Fondo de Cultura Económica, el escritor Paco Ignacio Taibo II, hay en Veracruz…

Todos necesitan, primero, un director de Comunicación Social, y segundo, y más aún, trabajadores de la comunicación como aliados para ventilar en la cancha pública sus pendientes sociales pensando quizá, acaso, que con un frente común de medios pudieran, digamos, aproximarse a una política apegada al Estado de Derecho…

MARTES

Reportear cada historia de vida

Atrás de cada mujer y niño y joven y anciano asesinado existe una historia.

Niños huérfanos, mujeres y hombres viudos, padres a la deriva económica y social que quedan, hogares enlutados, recuerdos imborrables, nostalgias que jamás se van, dolores insuperables, hay en cada persona victimizada.

Un hecho, claro, es la noticia concreta y específica de una mujer o un niño asesinado, por ejemplo, en el tiempo sórdido de la violencia que nos sigue tocando vivir y padecer.

Pero otra, mil años luz de distancia, es la historia de vida de cada mujer y niño ejecutado por los carteles, los sicarios, los pistoleros, los asesinos.

Historias más sórdidas cuando de por medio se atraviesa, ya de por sí, la barbarie y la saña, como por ejemplo, una mujer, un niño, un hombre, asesinado a pedradas y cuchilladas, machetazo limpio.

Y lo peor, decapitado, cercenado en pedacitos y metido en una bolsa negra tirada en la vía pública, en una calle, una avenida, una carretera, un cañaveral, un pozo artesiano de agua dado de baja, flotando en un río, una laguna, un arroyo.

Cada persona asesinada es una historia de vida que ha de reportearse, escribirse y publicarse.

MIÉRCOLES

Cercanía con el Príncipe

Por el contrario, y sin treparse al púlpito para la homilía, los políticos siguen fascinando a los medios y la mayor parte de las noticias giran cada día alrededor de ellos.

Octavio Paz lo describía como la cercanía con el Príncipe, el tlatoani, el gurú, el tótem, el jefe máximo, el dueño del día y de la noche, y ni se diga, del poder, el poder total y absoluto, el poder, claro, que como afirmaba Eufemio Zapata, el hermano menor de Emiliano, una vez sentados en la silla imperial y faraónica a todos marea y enloquece, perturba y levita.

Así, los secuestrados, los desaparecidos, los asesinados y los sepultados en fosas clandestinas pasan a una categoría menor, digamos, del periodismo.

En el tiempo de don Manuel Buendía, los desaparecidos políticos significaban el hecho más sórdido y siniestro del poder. Era el tiempo atroz de la guerra sucia. La izquierda delirante, digamos. La utopía por el socialismo y el marxismo.

Y todos los activistas estaban en la mira de la generación política encumbrada en el poder terrenal. Eran los enemigos naturales de los políticos.

JUEVES

Enarbolar una bandera social

El millón de indígenas de Veracruz que viven en las ocho regiones étnicas…

Y el medio millón de paisanos que todos los días solo hacen dos comidas, y mal comidas, al día, por la jodidez en que están atrapados y sin salida…

Y los 6 de los 8 millones de habitantes de Veracruz en la pobreza y la miseria según el INEGI y el CONEVAL…

Y los más de treinta mil jóvenes que en cada ciclo escolar quedan fuera de la Universidad Veracruzana por falta de presupuestos para ofertar la educación superior…

Y los noventa niños que egresan de la escuela primaria cada año y nunca llegan a la educación superior…

Y los miles y miles de trabajadores que laboran en empresas que les niegan las prestaciones sociales, económicas y médicas establecidas en la Constitución Política y de ñapa les pagan sueldos miserables mientras los patrones se enriquecen…

Y cada obrero que es despedido de manera arbitraria e injusta…

Y cada trabajadora doméstica que está sin Seguro Social ni INFONAVIT ni el legítimo derecho para jubilarse…

Todos necesitan un vocero y un reportero que enarbole su legítima causa social.

VIERNES

Soñar con un tiempo mejor

Insólito: Veracruz chorrea sangre, secuestrados, desaparecidos, asesinados, fosas clandestinas, cadáveres flotando en los ríos, lagunas y arroz y tirados a pozos artesianos de agua dados de baja.

Y “las benditas redes sociales”, caray, ocupadas en otras tareas, entre ellas, rafagueando como chairos aplicados a los críticos, adversarios, enemigos, pues, de los Morenos, a tal grado que hasta el mismo AMLO suele amenazar a los opositores con los latigazos de su ejército cibernético.

Por fortuna, y en el caso del tsunami de violencia hay casos, como por ejemplo, los desaparecidos y las fosas clandestinas que gracias a los Colectivos han trascendido, cierto, en Veracruz y en el país, pero más aún, y por su propio peso, en el mundo.

Veracruz, por ejemplo, fue declarado en el duartazgo como “el peor rincón del mundo para el gremio reporteril.

En la yunicidad, Veracruz ocupó el ranking nacional en homicidios, y también con políticos presos en el penal de Pacho Viejo aun cuando todos ya fueron liberados y llevan su proceso penal desde el arraigo domiciliario.

Hay, sin embargo, muchos rubros sociales que necesitan un vocero, un reportero, un cronista, un historiador, un académico, para dejar testimonio de los días infernales, pero también, para ver si cacareados en el carril mediático Veracruz puede tener, vivir y usufructuar un tiempo mejor, un tiempo respirable y generoso.

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