Jaime GUERRERO
Oaxaca.- El crecimiento económico de Oaxaca se desplomó en un 5.56 por ciento en el segundo trimestre del 2017, comparado con el mismo periodo de 2016, de acuerdo con los datos estadísticos más recientes del Instituto nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Por si fuera poco, Oaxaca se encuentra en semáforo rojo en todos los rubros económicos, laborales y productivos, reflejando el bajo rendimiento gubernamental, empresarial y social en la entidad, según el Semáforo Estatal, elaborado por la Organización No Gubernamental (ONG) “Cómo Vamos México”.
Con ello, se muestra el fracaso del titular de la Secretaría de Economía, Jesús Rodríguez Socorro.
Las mismas cifras del Indicador Trimestral de la Actividad Económica Estatal (ITAEE) revelan que la entidad es un lastre para el crecimiento económico del país pues en lugar de aportar, las actividades productivas del estado representan un -0.09 por ciento al crecimiento nacional.
El ITAEE brinda información de corto plazo que permite tener un panorama de la evolución económica en cada una de las 32 entidades federativas, proporcionando información para la toma de decisiones.
En el mapa correspondiente a la variación porcentual anual total, Oaxaca aparece entre los tres estados con mayor decremento de un año a otro, sólo por debajo de Tabasco que en ese lapso tuvo un desplome de -7.08 por ciento, y Campeche con -5.93 por ciento.
En contraparte los estados con mayor crecimiento económico fueron Baja California Sur con 12.59, Puebla con 7.13 por ciento y Coahuila con 5.54.
Además, Oaxaca se encuentra en semáforo rojo en todos los rubros económicos, laborales y productivos, reflejando el bajo rendimiento gubernamental, empresarial y social en la entidad, según el Semáforo Estatal, elaborado “Cómo Vamos México”.
En materia de crecimiento, Oaxaca se ubica en -5.5% al segundo trimestres del 2017, es decir al mes de julio, cuando la meta es crecer al 4..5% anual, y solo faltan dos meses para culminar el año.
En empleos formales generados acumulados, se tienen documentados solo 2 mil 566 al tercer trimestre de este año, es decir al mes de septiembre, cuando la meta era crecer en 28 mil 950 empleos acumulados al mismo periodo. Por tanto se tienen un déficit de más de 26 mil empleos.
En productividad, se producen 80 pesos por hora trabajada al segundo trimestre del 2017, lo mismo en ese mismo periodo del 2016, según la ONG.
En pobreza laboral, Oaxaca se ubica en 60.7% a 63..1% del segundo trimestre del 2016 a segundo trimestre del 2017. La meta rea reducir el % de la población que no puede adquirir canasta alimentaria con su ingreso laboral.
La informalidad en Oaxaca, fluctúa 73.8% a 73.6% del segundo trimestre del 2016 al mismo periodo del 2017. En este apartado, se han reducido solo 0..2% los trabajadores informales.
En desigualdad laboral, Oaxaca está ubicado en semáforo rojo de 0.425 a 0.442 del segundo trimestre del 2016 al mismo periodo del 2017. La meta de reducir desigualdad en el ingreso laboral en Oaxaca, ha fracasado, según los reportes de “Cómo Vamos México”.
Sin embargo, pese a que está situada en foco rojo, la ocupación en el gobierno ha crecido de 3.7% a 4.1% del segundo trimestre del 2016 al mismo periodo del 2017.
Pese al cambio de gobierno, Oaxaca tiene además los niveles de informalidad laboral superiores al promedio nacional. Si la media es de 51.8 por ciento, la entidad está 21.8 puntos porcentuales arriba, es decir 73.6 por ciento de informalidad, sólo 0.2 puntos porcentuales menos en comparación con el mismo trimestre en el año anterior.
Fue en el primer trimestre de 2017 cuando se registró la tasa máxima de informalidad en los últimos 12 años, pues mientras en ese mismo trimestre, pero de 2005, la tasa era de 71.5 por ciento y en el segundo trimestre de 2007 logró bajar hasta a 69.1%, de enero a marzo pasado alcanzó una tasa de 75.2 por ciento.
La tasa de informalidad, junto con los empleos formales generados acumulados, son dos variables económicas que para México, ¿Cómo vamos? inciden en el número de trabajadores productivos necesarios para aumentar de manera sostenida los ingresos provenientes del trabajo de los hogares.