Lorenzo Bozada Robles, docente e investigador en problemas de Contaminación Ambiental, quien acusó al Gobierno del Estado de omisión de información ante los decesos de la región Sur
Más casos de cáncer se han registrado entre trabajadores de la zona industrial Pajaritos y pobladores de la zona sur, que estuvieron expuestos a la lluvia de dioxina y furanos que se desprendió por la explosión de Clorados III, afirmó el biólogo Lorenzo Bozada Robles, docente e investigador en problemas de Contaminación Ambiental, quien acusó al Gobierno del Estado de omisión de información ante los decesos de la región Sur.
“Siempre he intentado hacer una estadística de la región Sur en el que se haga un registro de la mortandad por casos de cáncer, pero sucede que la estadística del estado veracruzano está amarrada ya para el gobierno todos mueren de un ‘paro cardiaco’, hay omisión del estado para saber cuáles fueron las causas de muerte”, informó.
Luego de la explosión de Petroquímica Mexicana de Vinilo (PMV), que Petróleos Mexicanos (Pemex) estableció en sociedad con Mexichem, se cumplieron dos años de impunidad, ya que hasta el momento, a pesar de las indemnizaciones por las muertes de 32 trabajadores y el desempleo de los obreros que permanecen en las mismas condiciones; las Dioxinas y Furanos que se despidieron aquella tarde siguen afectando a la población.
“Aquella ocasión con Greenpeace trabajamos juntos y al final me dejaron en libertad de investigar Dioxinas y furanos y yo consulte en muchas partes del mundo el problema y para desgracia los registros de estas sustancias están por arriba de la zona rural que han sido reportadas en México; Pemex y Mexichem no han tenido responsabilidad alguna y no han hecho absolutamente nada”, declaró.
Aseguró que luego de la desgracia que cimbró a los habitantes, desde entonces en la región sur han muerto más petroleros a causa de cáncer, mientras que otros enfrentan diferentes problemas de salud; a lo que se suman los procesos legales de aquellos que perdieron la vida aquel 20 de abril del 2016 a las 15:20 horas.
“El efecto de la explosión tiene su afectación, ya que las sustancias no sólo cayeron en Coatzacoalcos, sino en Moloacán, Nanchital e Ixhuatlán del Sureste y si sumamos toda la población que fue afectada es bastante alta y el problema es que no toda la gente tiene acceso a un servicio médico y por eso no se puede saber que estén relacionadas a una sustancia tóxica”, manifestó Bozada Robles.
El investigador expresó que debe haber organización por parte de la población para exigir un programa de monitoreo de dioxinas, e invertir dinero en salud para detectar problemas que se presenten en los habitantes, que vaya más allá de lo que se ofrecen en los hospitales de la región.
Con información de Miralda Cadena/ imagendelgolfo.mx