Redacción El Piñero
Tuxtepec, Oaxaca.— Durante años, Don Manuel Ávila Camacho estuvo ahí, de pie, mirando con serenidad el ir y venir del bulevar que lleva su nombre.
Este jueves -6 de marzo- en una jornada sin fanfarrias, el monumento fue retirado.
Seis trabajadores, con mazos y cinceles, fueron los encargados de desmantelar la base de concreto que sostenía la estatua. Con cada golpe, parecía que también se despedían recuerdos. Y así, poco a poco, el General se fue desvaneciendo del paisaje cotidiano.
¿El motivo? Dar paso a la nueva puerta urbana, una obra que modernizará la entrada a la ciudad. Pero en el aire quedó flotando una pregunta sin respuesta: ¿a dónde irá a parar Don Manuel? Hasta el momento, nadie lo sabe. Por ahora, el bulevar se siente distinto, huérfano.