Cuauhtémoc Blas | Crónicas de la ínsula
OAXACA, Oax., 15 de octubre de 2018.- Por ahora no hay indicios de lo que será la política educativa del próximo gobierno federal.
Por lo pronto lo que hay es un proceso de consulta y de confrontación.
Apenas se están midiendo las fuerzas.
Algo ya ha quedado claro, los diputados profes de la Sección 22 de Morena de Oaxaca no lograron hacerse de la presidencia de la Comisión de Educación del Congreso federal.
Aunque no podríamos dejar de lado que esa designación estuviera pensada por los hombres del presidente electo, entre los que sin duda hay quienes conocen la dinámica de la S22 y la CNTE.
Ojalá tengan un plan b para cuando estas dos rompan con el nuevo gobierno si éste no se aviene a sus exigencias sectarias.
En pocas palabras los profes disidentes nunca han buscado la calidad educativa sino las posiciones de poder dentro del sistema educativo y su Institución desde donde han hecho del tráfico de plazas e influencias un enorme negocio.
Hoy mismo consienten dentro del sistema educativo oaxaqueño a miles de aviadores y aviadoras, en tanto la S22 ha corrido y mantiene ilegalmente fuera de su trabajo a disidentes de sus prácticas totalitarias, patrimonialistas y lucrativas.
Hoy también los de la 22 son evidentes cómplices de Francisco Ángel Villarreal, quien sin pudor alguno sostiene a buena parte de su familia, bueno la familia de su esposa, suegra y cuñados en posiciones importantes dentro del IEEPO.
No les ha de ir mal a los dirigentes seccionales pues cuando no los salpican, de inmediato piden la remoción de la alta burocracia del IEEPO.
Muy bien se han de entender dos ignaros ambiciosos, Eloy López Hernández, secretario general de la Sección 22, profesor rural de los reducidos formativamente del magisterio de Ayotzinapa y Francisco Ángel Villarreal, director del IEEPO, burócrata autoritario cuya única perla es saber trasladar los recursos del erario y quedarse con lo suyo.
La quiebra de la UABJO patético escenario educativo de Oaxaca.
Pero hay cosas peores, como la inminente quiebra de la Universidad pública de Oaxaca, la UABJO, la que junto con otras universidades del país están cerca de la inviabilidad económica, con sus compromisos para pagar jubilaciones, aumentos de sueldos y prestaciones a sus sindicatos.
UABJO, institución saqueada, rebajada, hoy en la etapa más crítica de su historia. Más que esa que relatan los que hablan de la herencia de 1968.
Desde hace 14 años que el sindicato mafioso del STAUO dejó de poner rectores y es SUMA el que lo hace la crisis de agudizó.
Ni siquiera se puede decir que paradójicamente.
Hoy sin pudor alguno el ex rector Francisco Martínez Neri exige transparencia en el ejercicio de los recursos universitarios cuando él nunca entregó su cuarto informe como rector saliente.
Omisión enorme, pues ahí debió aclarar las cantidades millonarias para la construcción del innecesario nuevo edificio de la rectoría de la UABJO.
Por cierto, absurdamente construido en un pantano y hoy dañado gravemente por sismos sucedidos en terrenos de ese tipo, con goteras al por mayor.
Con esos personajes se habrá de realizar a finales de octubre el foro de educación donde se espera la asistencia del Andrés Manuel López Obrador, con un magisterio violento que podrá romper otras sillas, igual que en Guerrero, y con políticos universitarios cebados en la administración de los recursos institucionales que quieren presentarse como los buenos, y que pueden controlar la problemática universitaria.
¿No habrá entre los hombres del nuevo régimen alguien que al menos ponga al día la información real de lo que en materia de educación pasa en el atrasadísimo Oaxaca?
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