Redacción El Piñero
Loma Bonita, Oaxaca. – Azucena fue asesinada la noche del 5 de enero. Y para poder llevar el sustento a su hogar, caminaba por las calles de la ciudad, de su casa a su trabajo, como lo hacen hoy en día la gran mayoría de mujeres.
Esa noche, nadie escuchó los gritos de Azucena. Su pecado fue caminar por una calle sin alumbrado público y ser víctima de un hombre que, a golpes, le robó hasta su último aliento. Días después, muy pocos pidieron justicia; a dos meses de su asesinato, ya nadie se acuerda de ella, de sus hijos, de su madre.
El silencio por su muerte ha alcanzado el 8 de marzo “Día Internacional contra la Violencia de Género”, nos ha alcanzado a todos, pero el silencio que más ruido ha generado es el oficial, el del Gobierno cuyo cabildo integrado por una mayoría de mujeres decidió callar ante el asesinato de Azucena aquí en Loma Bonita, así como lo ha hecho, también, por los feminicidios que, en los últimos tres meses, se cuentan por decenas en el estado.
UNA CABALGATA COMO RESPUESTA
Una cabalgata, tres días después del 8 de marzo, es lo único que ha anunciado el gobierno municipal. Y lo hizo en una mesa en la que se exhibieron, como anunciantes, tres hombres y sólo una mujer.
Según la RAE una cabalgata es: “Desfile de jinetes, carrozas y otras atracciones que caminan por las calles en alguna celebración o fiesta popular”. Esto queda muy alejado de la conmemoración de un 8 de Marzo, fecha poderosa en que las mujeres visibilizan, de distintas formas, la lucha por sus derechos, por la justicia, por el fracaso del Estado en torno a la violencia machista y la grosera impunidad en la mayoría de casos en que una mujer ha sido vulnerada.
Muchas podrán decir, mejor eso a que salgan a pintar monumentos, a rayar paredes, cada que leo o escucho eso a mi mente vienen los nombres de Isabel, Casandra, Fátima, Itzel, cuyos feminicidas las deshumanizaron, y sus restos hechos cenizas fueron encontrados en una fosa común, recordando como para muchos hombres seguimos siendo objetos que tienen derecho a tener y a desecharnos cuando quieran.
CABALGATA EXCLUSIVA, SEGMENTADA
Sumándole a eso, la segmentación, esa maldita manía de dividirnos, aunque digan que esa no es la intención. En nuestro municipio hay 21 mil 441 mujeres de todas las edades, unas con más privilegios que otras. Y para asistir a una Cabalgata, están las que tienen la oportunidad de tener un caballo, presumir sus ropas, la bota y el sombrero, que es lo común observar por estos lares. Y hay otras que lo tienen, pero para trabajar, en algunos casos, para jalar un carretón y recoger basura, y otras como su único medio de transporte, pero son mínimas, contadas.
Y es aquí donde se le cuestiona al Gobierno ¿Por qué no convocar solamente a las mujeres?
¿Por qué no convocar a la que vende y reparte sus productos en motocicleta?
¿Por qué no convocar a la que empuja un triciclo con volovanes o aguas frescas?
¿Por qué no convocar la que recorre la ciudad con su carretilla y escoba?
¿Por qué no convocar a la que llega caminando a la báscula con su cubo buscando el sustento?
¿Por qué no convocar a la que camina ofreciendo gelatinas?
¿Por qué no convocar a la que trabaja y come frente a la estación del Ferrocarril?
¿Por qué no convocar a todas aquellas que no tienen un caballo para una Cabalgata?
Cuando caminos todas al mismo nivel, las diferencias de raza, origen, religión, estatus social se olvida, ahí somos nosotras buscando igualdad, justicia, luchando por la abuelita que no pudo ser libre, por la tía que se le negó ir a la universidad porque era más importante casarse, por la conocido que tiene que elegir entre ser madre o profesionista, por la mujer golpeada que tapa con maquillaje la cicatriz porque seguro ella se buscó los golpes, la que es víctima de violencia económica, a la que le siguen diciendo que calladita se ve más bonita, la que tiene ‘permiso’ de comer después de servirle al esposo, por todas ellas, debemos salir a marchar, y claro cuando todas tengamos el poder de decidir y ganar ese terreno que se nos ha negado, ese día festejemos.
Azucena, te arrebataron la vida cuando caminabas, y no sé si tuviste la oportunidad de conocer tus derechos o si alguna vez marchaste. Pero te digo, donde quiera que estés, que te falló el sistema, nosotras y que marchar, gritar, protestar ahora es por ti y por los tuyos.
PD. El discurso debe ser claro, y más en temas que buscan igualdad y apoyo, la falta de claridad hace que en México todavía nos enfrentemos a debates de ¿por qué es feminicidio y no homicidio?