Redacción El Piñero
Queréndaro, Michoacán, 6 de febrero de 2025.- La violencia en Queréndaro se intensificó con un segundo ataque en menos de 48 horas por parte del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), dejando un saldo de tres policías muertos y dos más heridos. El grupo criminal irrumpió en el municipio con vehículos blindados tipo “monstruo”, sembrando el terror entre la población y las autoridades.
Este nuevo ataque ocurrió la madrugada de este jueves, luego de que el martes se registrara una primera incursión en la que el CJNG destruyó cuatro patrullas. Ante la magnitud de la violencia, policías municipales de Charo, Zinapécuaro, Morelia y Santa Ana Maya acudieron a Queréndaro para reforzar la seguridad y apoyar a sus compañeros.
El ataque inició alrededor de la 01:00 horas en la plaza principal, donde sicarios a bordo de camiones blindados rafaguearon dos patrullas estacionadas cerca de la Presidencia Municipal. Posteriormente, los criminales se enfrentaron con elementos de seguridad en la comunidad de San Lucas, sobre la carretera federal Morelia-Maravatío, donde dos patrullas de la Guardia Civil quedaron inservibles debido a los impactos de bala.
Más tarde, en la calle Francisco I. Madero, los sicarios atacaron un vehículo particular y una patrulla de la Policía Municipal de Charo, asesinando a un oficial. Además, para facilitar su escape, los delincuentes tomaron por la fuerza dos vehículos, que posteriormente incendiaron sobre las carreteras Queréndaro-Zinapécuaro y Zinapécuaro-Morelia, en el entronque que conduce al municipio de Álvaro Obregón.
Los policías Albino Espinoza García, Efraín García Muñoz y Raúl Jonathan Correa Melchor resultaron heridos en el enfrentamiento, pero los dos primeros murieron cuando recibían atención médica.
Las primeras investigaciones indican que el ataque estaba dirigido contra un líder o integrantes del “Cártel Independiente Grupo X”, encabezado por Alan Martínez Durán, alias “El Primo” o “El Comandante X”, un exlugarteniente del CJNG que ahora es su rival en la región. Se presume que el comando agresor operaba bajo las órdenes de William Edwin Rivera Padilla, alias “El Barbas”, jefe de plaza del CJNG en el Bajío y el oriente de Michoacán.
La situación de inseguridad ha provocado que los policías municipales de Queréndaro abandonen sus puestos, dejando al municipio sin seguridad pública. Hasta el momento, no se han desplegado operativos en la zona para contener la violencia, mientras la población permanece en la incertidumbre ante el recrudecimiento de los enfrentamientos entre grupos del crimen organizado.