Aceptémoslo, entre la casa, el trabajo, la pareja… poco es el tiempo que le dedicamos a nuestra salud. En realidad, solemos acudir al médico cuando el dolor o la molestia es “insoportable”, sin imaginar que con ello estemos poniendo en riesgo la vida; muestra es el cáncer de útero.
Un padecimiento que de acuerdo a la American Cancer Society, no suele manifestar síntomas concretos hasta que se ha convertido en un cáncer invasivo (se ha expandido a tejidos cercanos).
Existen señales que pueden revelar la presencia de cáncer de útero:
- Sangrado vaginal anormal: después del coito, entre períodos, después de una ducha vaginal o tras un examen pélvico.
- Menstruaciones excesivamente abundantes (cuando antes no se tenían).
- Flujo con sangre (cuando se está en la menopausia).
- Dolor durante las relaciones sexuales.
- Secreciones vaginales inusuales; pueden adquirir una coloración blanca o marrón oscuro, además de tener un mal olor.
- Dolor de espalda y pelvis.
- Dificultada para orinar o defecar.
- Hinchazón de una o ambas piernas.
Aunque debes tomar en cuenta que muchas de estas señales pueden ser causadas por condiciones distintas al cáncer de útero; ejemplo por infecciones, por ello es importante que acudas con un experto de la salud ante cualquier cambio en tu cuerpo. ¡Date un tiempo para cuidar de ti!
con información de salud180.com