Ciudad de México.- Raúl Gutiérrez es un atlantista de cepa… Subió de Segunda División con los Potros en los 90, allá en el estadio Azulgrana, con aquel gol de penalti de Félix Fernández; fue campeón en Primera División en el estadio Tecnológico de Monterrey en la campaña 1992-93, cuando provocaron el aplauso de la afición local, y sufrió, ya a distancia, cuando el equipo se fue a Querétaro, a Cancún y al llorado y desaparecido Ascenso MX.
Ahora que se habla del regreso del Potro a la Liga MX y a la Ciudad de México, hace una petición. “Es muy fácil ser aficionado de Twitter, y decir que quiero mucho al Atlante. Si regresa, como se dice va a ser, que la gente vaya a verlo, porque por eso se fue a Querétaro y acabó en Cancún”.
Lo idóneo para un equipo con la tradición de los Potros de Hierro, “es que regresara por la puerta grande, ganándolo deportivamente, pero bueno, si se da por lo de compra de franquicia o invitación, no lo veo mal”.
El Potro jugó hasta la campaña 1994-95 con los azulgrana, hasta que pasó al América, pero los colores siempre los llevó tatuados en el pecho, y así espera “que todos los que añoran que juegue en la Ciudad de México, lo apoyen si es que regresa, no sólo se quede en puro hablar”.
Los menores. Campeón del mundo como técnico de México en el Mundial Sub-17 en 2011, subcampeón mundial en 2013, sabe de formación de jóvenes, y piensa que “ahora que no habrá descenso, ojalá que a los técnicos se les tenga paciencia para darle oportunidad a los chavos, pero cada club tiene su proyecto, algunos piensan en la formación, otros diferente…”.
Valor. La desaparición del Ascenso vino de la mano con el apoyo a los jóvenes, pero el descobijo a jugadores veteranos, que parece se quedarán sin empleo.
Esto desató otra vez la polémica acerca de la formación de un sindicato de futbolistas, y Gutiérrez, quien fue parte de un pequeño alzamiento en 1993, con la Selección que fue a participar a la Copa América de Ecuador, no duda en confesar que “en nuestros tiempos nos faltó valor y ahora es lo mismo. Además hay egoísmo, si no te afecta, simplemente no te metes en problemas”.
Con información de El Universal