• El sueño de cientos de niños fue destruido por la alcaldesa.
Carlos Abad/El Piñero
Sin el aval del pueblo, este martes la presidenta de San Lucas Ojitlán, Alicia Moreno Pereda, ordenó la destrucción del parque infantil que se ubica en la zona centro del municipio, y con ello aniquiló el sueño de cientos de niños que jugaban en el sube y baja, resbaladillas y columpios que hoy fueron aplastados por maquinaria para dar paso a las oficinas del banco bienestar.
Si bien es cierto la población no se opone al desarrollo de Ojitlán, la inmensa mayoría pedía que no se destruyera el parque infantil y que el banco bienestar fuera edificado en un lugar alterno, pero la presidenta jamás consultó a su pueblo e impuso su voluntad.
Esta es la opinión en redes sociales de Fernando Castillo Procopio, en su carácter de Coordinador Distrital de la Asamblea de los Pueblos Indigenas y Coordinador Municipal de la API en San Lucas Ojitlán.
Ante la falta de un Plan de Desarrolo Municipal, la Presidenta Municipal de San Lucas Ojitlán, optó por destruir el pequeño pero gran espacio que estaba dirigido a la Niñez del Pueblo.
Ese pequeño pero gran parque que alojaba a cientos de niños, y hoy fue destruido para dar paso a lo que han llamado, Banco del Bienestar.
Lamento profundamente que el Gobierno Municipal encabezado por Alicia Moreno Pereda haya preferido destruir el sueño de cientos de niños en vez de comprar un espacio amplio para cimentar un Banco digno al servicio del pueblo.
Y es que en ningun momento personalmente me opongo a que se construya el Banco Biesnestar en San Lucas Ojitlán, contrario a esto aplaudo siempre el desarrollo del Pueblo.
Lo que no comparto, es que, con mucha saña, el gobierno municipal de Alicia Moreno Pereda en vez de remodelar ese pequeño espacio publico dirigido a los peques del pueblo, se esté dedicando a destruir todo a su paso.
Peor aun lo hace con alevosía y ventaja al imponer su palabra por encima de la niñez de San Lucas Ojitlan.
Repruebo energicamente esta iniciativa tomada por un gobierno municipal que se dice enmanado del pueblo, pero con sus actos las traiciona.