Alberto Carmona – @BetilloCarmona
Loma Bonita, Oaxaca.- La otra cara de la moneda ante la pandemia que se vive en Loma Bonita, a consecuencia del número de muertes que se han registrado en últimas fechas.
Es el caso del trabajo llevado a cabo por Miguel, Narciso, Miguel y su Hermano, varones lomabonitenses varones, tres jóvenes y otro adulto mayor, quiénes cambiaron de trabajo para ganarse la vida construyendo fosas en el nuevo panteón de Loma Bonita para fallecidos por la Covid-19.
Adoptaron este trabajo debido a que el campo piñero y la albañilería ha escaseado la oportunidad de conseguir el sustento familiar, debido a la pandemia.
Los trabajadores se componen en dos grupos. El de Cesar, quien se dedica a recolectar basura en el mercado Vicente Guerrero y zona centro.
El otro grupo está integrado por Narciso, Miguel y su hermano. Quienes anteriormente se dedicaban hacer jornaleros y albañiles pero la situación los obligo a tomar otro camino de trabajo.
Antes laboraban en el antiguo Panteón. Pero desde hace dos semanas las autoridades pusieron en marcha el nuevo campo santo donde se requiere de mayores esfuerzos ante el aumento de decesos. César está excavando la fosa que en las próximas horas será ocupada.
El pago es de 1000 mil pesos por cada fosa que venden. Es un trabajo duro, porque se ocupa mucho el rendimiento al tener que escarbar 1 metro 20 centímetros para que bóveda quede lista.
Narciso, por su parte, tiene que repartirse las ganancias entre Miguel y su hermano ya que en conjunto realizan las excavaciones para realizar la bóveda.
Narciso comentó “no le pidemos a dios que caiga todo los días este trabajo, pero lo que va cayendo es el sustento de la familia”, mientras Miguel seguía excavando con un pico, agregó “No lo deseamos pero pues es una trabajo”, es temporal.
Cabe recordar que tras desatarse la mortandad de personas que suma un total de 80 decesos, ellos ha tenido un poco más trabajo, pero aclararon que no todas las fosas les ha tocado cavarlas, a veces las hacen los albañiles contratados por la familia del difunto.
Los cava tumbas laboran bajo su propio riesgo, sin cubrebocas o escasa protección. Ante la crisis económica y el trabajo escaso en el municipio, no tienen oportunidad de laborar en el campo de la piña u otro giro, a causa del confinamiento por la emergencia sanitaria que se vive.