*Arrastrado el prestigio del normalista; celebran apertura de Normal Urbana de Oaxaca
Guillermo Castillejos Avila
Oaxaca, México.- El prestigio y orgullo del normalista, está siendo arrastrado por quienes están en las calles afectando a terceros, destruyendo el patrimonio artístico y cultural del pueblo, afirmó el Profesor, Mario Blanhir González, al hablar en el acto conmemorativo del 93 aniversario de apertura de la Normal Urbana de Oaxaca.
Textualmente afirmó: a título personal, como normalista, lamento el concepto que la sociedad oaxaqueña y el pueblo de México tiene ahora de los normalistas, a los que llama vándalos.
Los descalifica y los identifica por su actuar violento por lo que hacen y dejan de hacer, por no estudiar y no prepararse para ejercer una profesión en la que no caben improvisados, los impreparados, los que exigen plaza de trabajo, espacios laborales en escuelas, sin conocimientos básicos de Pedagogía y Didáctica, de materias y prácticas que forman al buen maestro.
ESTRICTA JUSTICIA
Aparte, dijo que al celebrar el 93 aniversario de la apertura de la Escuela Normal Urbana, cerrada 8 años—1916-1924—por situaciones políticas, fue reabierta por el Gobernador, Isaac M. Ibarra, como acto de estricta justicia.
Blanhir González afirmó que lo logrado en México y particularmente en Oaxaca, se debe a los maestros y maestras que como sostiene José Vasconcelos, transforman a nuevas generaciones y combaten la ignorancia que es causa de injusticia.
Dijo que la historia de la educación en Oaxaca, no puede explicarse sin la acción formadora de maestros de la Normal Urbana que aceptaron ser profesores en aldeas alejadas de centros urbanos y del progreso de la justicia social.
Llamó héroes de batallas contra la ignorancia, fanatismos, dogmas e injusticias, a los forjadores de moldes, a los maestros, a los que el pueblo de Oaxaca ha sabido honrar al registrar sus nombres en espacios públicos.
Mencionó en forma especial a los maestros Policarpo Tomás Sánchez, supervisor y director durante la apertura de la Normal y Beatriz Avila García, señalada de responsable, incansable, persistente, humilde, noble, profesional, sencilla y con vocación de maestra.
PREPARAR EL CENTENARIO
El Profesor Roberto Pérez Gijón, al dar la bienvenida a los asistentes al acto conmemorativo de la apertura de la Escuela Normal, dijo haber estado en la institución en los mejores años y afirmó: somos resultado de la suma de catedráticos y recordamos a los magníficos maestros.
A 7 años del Centenario de la apertura de la Normal—Julio de 1924—indicó que se prepare este acontecimiento, dijo esperar que para entonces estén todos los que estaban ahí, en lo que fuera salón de actos y hoy es Sala de Cabildos del Ayuntamiento de Oaxaca de Juárez.
ALMA MATER
La maestra Blanca Hernández Sibaja, egresada de la institución, en una reseña de la Normal, recordó y rindió homenaje a los excelentes maestros que participaron en la formación de generaciones diversas de profesores.
Indicó que los reúne el afecto que profesamos a nuestra Alma Mater, señalando que ser maestro o maestra es una gran distinción, razón por la que realizamos nuestra tarea con afecto, respeto y responsabilidad.
Puntualizó: el tiempo se fue pero dejó en cada uno de nosotros, la indeleble huella de nuestros formadores, somos maestros, nuestra tarea ha sido y es enseñar.
Recordó la maestra Hernández Sibaja, el momento en que tuvieron que partir, abandonar la escuela, estar solos en su destino, separados de la familia y asignados como maestros a lugares que solo conocían en el mapa.
Actualmente—dijo—es el CRENO producto de histórica caminata y sostuvo: educamos a niños y jóvenes para que fueran capaces de servir a su comunidad y aprendieran a valorar a su familia, el Estado y la Patria; lo hicimos en Oaxaca y en Chiapas, donde se fueron maestros normalistas y lo hicimos bien, hay que decirlo fuerte, aprendimos de nuestros maestros
Señaló que la transformación científica, tecnológica, económica y social, es y será inevitable; los valores morales han cambiado o se han trastocado, sin embargo la Normal Urbana, considerada cuna y semillero de importantes maestros del Estado y del País, está viva, como faro, sigue guiándonos.
Al final de su intervención, dio lectura a una lista de catedráticos y maestros de la Normal, con respeto y en su recuerdo, los asistentes al acto les rindieron un minuto de aplausos.
Terminó la ceremonia al entonar puestos de pié, egresados de la Normal en diversas generaciones, el Himno Normalista, letra del profesor Aurelio Ruiz Regalado y música del profesor y Licenciado Manuel Zárate Aquino.