Texto y fotografía por Yerania Rolón
No habla español, pero eso no le ha impedido a Sebastiana Pérez Hernández continuar la búsqueda de su esposo Fidencio Gómez Santis desaparecido el 5 de marzo del 2016 en Ocosingo, Chiapas.
A sus 44 años pocas veces había salido de su tierra natal, pero ahora junto a los integrantes del Frente Nacional de Lucha por el Socialismo (FNLS) ella recorre el país con la esperanza de encontrar a su pareja, además de exigir justicia por las personas que como Fidencio han sido víctimas de desapariciones forzadas en otras entidades.
Por eso llegó a Xalapa, porque sabe que no es la única que pasa por esta situación. Opina que casos como el suyo también son comunes en Veracruz.
Pero la indígena no grita consignas o reclamos, sabe que casi nadie los entendería. Habla la lengua tzetzal y se limita a entablar conversación solo con sus compañeros del FNLS, gracias a un traductor que la acompaña.
Con la ayuda de Julio César Pérez Pérez, Sebastiana relata que el último día que vio a su esposo fue el 5 de marzo en Ocosingo, cuando regresó de la Ciudad de México luego de acudir a una protesta para exigir la aparición con vida de líderes del FNLS.
Fidencio es considerado un luchador social, por eso se denunció que su caso podría tratarse de una detención y desaparición forzada, pues acababa de regresar de la capital del país a donde acudió a realizar labores políticas de denuncia.
Ese día, Sebastiana tenía que ir al novenario de su padre, pero su esposo estaba cansado del viaje y decidió ir a descansar a su casa. Tal vez eso le salvó la vida, ya que tras separarse, este nunca llegó a su hogar.
A lado de sus dos hijos, Jorge y Gilberta Gómez Pérez, de 12 y 10 años, iniciaron la búsqueda en la comunidad pero no tuvieron resultados. Tras recabar testimonios presentaron una denuncia al Ministerio Público exigiendo que se contemplara el trabajo que Fidencio realizaba como activista.
Ellos acusan al gobierno del Estado de Chiapas, a cargo de Manuel Velasco Cuello, pues les ha permitido a los grupos paramilitares su permanencia en el estado, a pesar de los señalamientos de estar implicados en desapariciones forzadas e incluso en ejecuciones extrajudiciales.
Ahora Julio César, de 25 años, acompaña a Sebastiana en los recorridos, específicamente cuando tiene que ir a alguna instancia para hablar sobre su esposo.
La mujer no derrama una lágrima, pero no puede evitar los nervios al describir lo ocurrido. Enrollando el tirante de su bolsa con sus manos, describe al oído del traductor la última vez que vio a Fidencio.
Vestida con el traje tradicional de su región, la mujer indígena es respetada entre los integrantes del FNLS. Desde la plaza Sebastián Lerdo de Tejada anunciaron que este viernes concluyó su recorrido por Veracruz.
Los dirigentes del Frente insisten que en todo México ocurren estos delitos y en Veracruz las fosas clandestinas que se han encontrado en los últimos meses dejan en evidencia a los gobernantes, así como a las fuerzas de seguridad.
Pero la lucha de Sebastiana no termina, hay otras entidades en donde seguirán pidiendo castigo a los responsables de la desaparición de Fidencio Gómez y su aparición con vida.