Al inicio era una “leve” intolerancia a los alimentos picosos o grasosos… hoy, simplemente, no hay comida que no te produzca nauseas, inflamación, y algunas veces, dolor.
Y aunque todo esto parece desaparecer en cuanto te pones a dieta, la realidad es que podrías ser víctima de una úlcera gástrica.
Conocida también como úlcera péptica, ésta es una llaga que se produce en el revestimiento del estómago o intestino delgado”, así lo describe un artículo de la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos
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Síntomas
Una úlcera gástrica, en la mayoría de los casos, se manifiesta con:
Dolor después de cada comida o durante la noche
Pérdida de peso
Náuseas y vómito
Hinchazón
Sensación de hambre, aun cuando se ha comido
Este tipo de lesión intestinal ocurre cuando los ácidos que ayudan a la digestión dañan las paredes del estómago, y esto suele ocurrir por una infección bacteriana, especialmente por la Helicobacter pylori.
Por sus síntomas es fácil confundir este padecimiento con otros problemas: gastritis, colitis… Por lo que resulta esencial acudir al médico para si diagnóstico, sobre todo, si dichas señales van acompañadas de sangrado.
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