Redacción El Piñero
Ciudad de México, 23 de octubre (SinEmbargo).– Grupo Elektra, propiedad de Ricardo Salinas Pliego, ha sido afectada por dos malas noticias en menos de 24 horas. S&P Global Ratings degradó su calificación crediticia a nivel “especulativo”, alertando sobre riesgos fiscales y financieros que podrían agravarse en los próximos 12 meses. Un día después de este informe, la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) suspendió nuevamente la cotización de sus acciones debido a “fluctuaciones extraordinarias” y falta de divulgación de eventos relevantes.
S&P asignó a Elektra una calificación “BB” con perspectiva negativa, lo que refleja la preocupación por las contingencias fiscales que enfrenta, derivadas de disputas con el Servicio de Administración Tributaria (SAT). Entre ellas, destacan los años fiscales 2008 y 2013, cuyos casos se encuentran pendientes en la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Según S&P, estas disputas fiscales, junto con un crecimiento económico más lento, podrían deteriorar la posición financiera y de liquidez de la empresa, llevando a una posible rebaja adicional de la calificación.
El grupo de Salinas Pliego, que también maneja empresas como Totalplay y Banco Azteca, ha enfrentado dificultades financieras en los últimos meses. Fitch Ratings había rebajado previamente la calificación de Elektra y Banco Azteca debido a preocupaciones sobre su gobierno corporativo. Además, TV Azteca, otra empresa del conglomerado, enfrenta un arbitraje internacional bajo el T-MEC, luego de que fondos de inversión estadounidenses demandaran el pago de adeudos que la empresa se ha negado a cumplir.
El gobierno de Ricardo Salinas Pliego ha defendido su posición, calificando las demandas como parte de “estrategias de presión” por parte de fondos buitres. Sin embargo, las complicaciones financieras continúan afectando a sus empresas, lo que genera incertidumbre sobre su futuro en los mercados.
La suspensión de la cotización de Elektra en la BMV refleja el nivel de volatilidad y riesgo asociado a la empresa, en un contexto donde los inversionistas buscan claridad ante posibles escenarios de reestructuración y nuevas pérdidas.