- Caso Duarte rebasó a Yarrington
Barandal
Luis Velázquez
Veracruz.-
PASAMANOS: Gracias a la captura de Javier Duarte en Guatemala, muchas cositas se han olvidado en México y Veracruz.
Por ejemplo:
Nadie habla de la aprehensión de Tomás Yarrington, ex gobernador de Tamaulipas, en Italia, con todo y su alianza empresarial con los malandros.
También se ha olvidado la acusación de que la empresa brasileña Odebrecht, acusada de tanta corrupción política en el continente, habría entregado cinco millones de dólares al ex director de Pemex, Emilio Lozoya Austin, por negocitos por todos conocidos.
Nadie habla ya de que el candidato de Enrique Peña Nieto a gobernador del estado de México, su primo Alfredo del Mazo junior, está descarrilado en la tendencia electoral, y por el contrario, aseguran que pronto repuntará por encima, incluso, de la profe Delfina Gómez, de MORENA.
Por varios días, desde el sábado 15, nadie habla de los carteles y cartelitos y aun cuando se han dado secuestros, desaparecidos y crímenes, todo mundo está asombrado de que Duarte fue detenido en un hotel a la orilla del lago Atitlán, el más hermoso del planeta.
La risa de Duarte cuando fue detenido (a veces sustituida por el mal humor y otras por la soberbia) ha tenido decenas de interpretaciones, hasta que pactó su captura a cambio de impunidad para Karime Macías y todos han olvidado que Duarte es una persona bipolar, capaz de una ruleta rusa en sus emociones y sentimientos de un momento para otro.
Ya nadie se acuerda de que Duarte se hacía llamar Alex Huerta del Valle, pero también que nadie cobró los 15 millones de pesos de recompensa que la Procuraduría General de la República ofrecía por datos que llevaran a su captura, aun cuando, si hemos de ser justos, la PGR habría de entregar la lana al concuño de Duarte que arriesgando todo se expuso a trasladar a sus hijos de Acapulco a Toluca y de Toluca a Guatemala por la vía aérea.
BALAUSTRADAS: La captura de Duarte hizo olvidar que una hermana de las Kardashian estrena bubis y pompis plásticas y ha deslumbrado a Hollywood.
Incluso, todo mundo ha olvidado el estilo personal de gobernar y ejercer el poder de Odorico Cienfuegos en la telenovela “El bienamado de Televisa” porque Duarte salió más fregón.
Y tan es así que ahora con su captura se conoció que con Moisés Mansur Cisneyros son dueños de una empresa de aviones y helicópteros, de nombre RedWings, en uno de cuyos aparatos sus hijos fueron trasladados a Guatemala.
La aprehensión de Duarte ha sido más importante que la sensacional noticia de que la hija de Laura Brozzo, de 28 años de edad, tiene deformado el trasero por tantas cirugías, y por el contrario, Duarte más gordo y más cachetón fue noticia de primera plana.
Ni siquiera, vaya, el twitter del sacerdote José Alejandro Solalinde Guerra de que Duarte se fregó 180 mil millones de pesos en su casi sexenio fue más trascendente que la detención del ex góber tuitero cuando, según la Policía Nacional Civil de Guatemala, dejó la habitación del hotel para comprar una botella de licor, tan necesitado y urgido que andaba.
Duarte también hizo olvidar que el dueño de los Tiburones Rojos, Fidel Kuri Grajales, se perfila como el candidato del PRI a la alcaldía jarocha, con todo que es diputado federal por Orizaba, donde naciera, y que vive en la ribera jarocha, en el municipio de Alvarado y que carece de arraigo domiciliario en el puerto.
¡Vaya, hasta Donald Trump con sus desplantes tuiteros sobre la bomba nuclear de Corea del Norte se fue a páginas interiores!
ESCALERAS: Nadie se ocupó de las películas transmitidas por Televisa el sábado sobre Pedro Infante en su aniversario. Los cachetes ovaloides como plato de Javier Duarte fueron la sensación, luego de tantos alardes como gobernador en que todos los días corría para bajar la panza.
Es más, a nadie interesó que Lucerito dijera que nunca se ha sometido a una cirugía plástica ni a bótox para conservarse bella, pues cada arruga, estría y celulitis son parte de su vida.
La gordura de Luis Miguel, también el rostro ovalado como plato, pasó inadvertido para todos, porque Duarte vende más periódicos con eso de que es el político más corrupto en la historia del país, peor, incluso, que Mario Villanueva, el ex de Quintana Roo.
Más todavía: el caso Duarte desplazó por completo, volvió cosa de nada, que Juan Pablo Escobar, el hijo del capo colombiano, Pablo Escobar Gaviria, anda predicando en el mundo su nuevo libro hablando de que la paz “sea para todos”, en tanto sabrá el Señor Todopoderoso lo que habrá pasado con Joaquín “El chapo” Guzmán.
Desde hace cuatro días nadie habla de Arturo Bermúdez, Mauricio Audirac, Flavino Ríos y Francisco Valencia. Incluso, los compositores norteños ya lanzaron el nuevo corrido de Javier Duarte, donde cuentan sus hazañas para burlar durante seis meses a la PGR y la Interpol… hasta que fue detenido en Guatemala.
¡Oh Javier Duarte, aquel que se quejaba de “infamias, calumnias y denuncias sin fundamento” de sus enemigos y adversarios, tantas cosas te debe el mundo!…