Luis Velázquez
28 de junio de 2017
ESCALERAS: Eva Cadena fue desaforada como diputada local. “El mundo se le vino encima”, todo, por el billetito recibido. De los 49 legisladores, 41 votaron en su contra. Un solitario a su favor. Cuatro abstenciones. Tres que de plano faltaron a la sesión.
La votación resulta indicativa, si se considera que el partido de “El peje” sólo tiene doce diputados.
Claro, el bienio azul tiene una denuncia penal en su contra y significaría que los priistas se unieron al desafuero.
En contraparte, oh paradoja, nada se conoce sobre la denuncia de la diputada Cinthya Lobato Calderón en contra de He Man Sergio Hernández Hernández, el coordinador de la bancada panista, y su alfil, Carlos Fuentes, “El malo”, acusados de gastar el erario en borracheras, drogas, mujeres y orgías… para envidia, claro, de los pobres mortales.
De paso, también fue exonerado Amado Cruz Malpica, el coordinador de MORENA, acusado por Eva Cadena de recibir, al momento, más de ocho millones de pesos de prerrogativas y cuyo destino pocos conocerán.
Nada, por ejemplo, ha pasado con los diputados Vicente Benítez y Juan Manuel del Castillo, los duartistas químicamente puros que pasaron por la tesorería de la secretaría de Finanzas y Planeación e hicieron y deshicieron a su antojo, como por ejemplo, el caso de “Las maletas voladoras” y el caso de las profes en tangas de la secretaría de Educación.
La vida es así. “La cuerda, dice el proverbio, siempre se rompe por lo más frágil”.
Y más, cuando se vive el frenesí del Sistema Nacional Anticorrupción, donde las buenas conciencias “se curan en salud” contradiciendo la verdad universal del presidente Álvaro Obregón de que “todos los políticos somos corruptos”, pero él, ya se sabe, era menos según alardeaba, porque sólo tenía, oh Manco de Celaya, una sola mano.
En su debut en Veracruz, MORENA ha perdido a un par de diputados locales. El primero, por denunciar la corrupción en el partido de AMLO prefirió volverse panista, oh Guillermo Padrés, y la segunda, Eva Cadena, que se fue porque “le tendieron una trampa”.
BALAUSTRE: La telenovela se llama “Honestidad valiente”. Es el grito guerrero del tabasqueño que padece indignación crónica para moralizar el país.
Y si Eva Cadena, ni modo, cayó en la trampa y fue filmada, ahora paga su pecado, antes, mucho antes de que como en la canción de Agustín Lara se pusiera más cara, vendiendo caro su amor y su pasión partidista, luego de que fue panista y regidora en su pueblo.
De nada valieron sus denuncias en la Comisión Nacional de Derechos Humanos. Tampoco su exposición mediática.
MORENA, herida en la piel de la confianza social, fue la primera en solicitar el desafuero. Estaban y están irritados con la corrupción. Ellos, entonces, a tono con el tiempo político vivido en Veracruz, son ángeles de la pureza, con todo y que Sebastián Reyes Arellano se fue de la bancada que porque AMLO les ordeña el salario.
El manotazo ya se consumó. Y ha sido en un momento estelar, cuando MORENA ganó diecisiete alcaldías el 4 de junio, entre ellas, cinco importantes en población y en presupuesto anual, como son Coatzacoalcos, Minatitlán, Jáltipan, Xalapa y Poza Rica.
Y porfis, que nadie piense que habrá gasoductos abiertos para las cinco campañas electorales del año entrante, como son diputados locales y federales, senadores, gobernador de 6 años y presidente de la república, en donde “El peje” será candidato por tercera ocasión, consciente y seguro de que como lo demostrara Lula en Brasil y François Mitterrand en Francia hasta “la cuarta es la vencida”.
BARANDILLA: De hecho y derecho, el panista Guillermo Padrés, el ex gobernador de Sonora, acusado de corrupción por la sucesora, Claudia Pavlovich, se entregó a la autoridad y está preso.
El priista Rodrigo Medina, ex de Nuevo León, también cayó en la cárcel, pero duró menos de 24 horas y se le fue “vivo y coleando” a Jaime “El bronco” Rodríguez, quien llegara al trono imperial y faraónico por la vía independiente.
En el caso, MORENA lapidó en la vía pública a Eva Cadena. Así, dejó un mensaje claro: en MORENA, “quien la hace la paga”. En MORENA hay lucha abierta, sin complicidades, contra la corrupción. En MORENA, sueñan con el reino de los cielos.
Hecho curioso: la mitad de las elites políticas y la otra mitad ha acusado a AMLO de corrupto. Pero, oh paradoja, nadie de la población electoral que lo sigue lo cree. Ellos están seguros, ciertos, de que el tabasqueño es honesto. Honesto, digamos, igual que Benito Juárez, aun cuando igual que Juárez le fascina el poder público, a tal grado que el oaxaqueño se reeligió durante catorce años.
El fenómeno religioso se llama “Honestidad valiente”. Una honestidad… que guillotina a los suyos, así sean mujeres. Y como en el caso de Eva Cadena, una mujer que es empresaria del hule en el Valle de Uxpanapa con su familia, y en donde uno de sus hermanos es el dirigente cupular.
Ahora entrará a la curul su releva Águeda Salgado Castro, ex priista, ex regidora del PAN, dirigente del Movimiento Magisterial Popular de Agua Dulce, ex lideresa del SNTE (el SNTE de Elba Esther Gordillo y Juan Nicolás Callejas Arroyo), con 34 años de antigüedad en el magisterio, y declarada ya, ya, ya, diputada independiente, ¡vaya transformación ideológica!
Ella es maestra de educación primaria, egresada de las escuelas normales de Teteles, Puebla, y Panotla, Tlaxcala, y de la Universidad Nacional. Con cursos académicos desde 1993.
MORENA quiere así cicatrizar sus heridas morales, donde más duele. Ya se verá, pero por ahora, la cruz es demasiado pesada. Tú, dice aquel, calumnia que algo queda, la lección de Eva Cadena.