Contra el racismo y la xenofobia, una sucursal de la cadena alemana de supermercados, Edeka, sacó de sus estantes todos los productos extranjeros importados con el objetivo de demostrar que sin diversidad, el mundo es muy aburrido.
Así, una mañana los clientes de la tienda de Hafencity, en el barrio de Hamburgo, encontraron la zona de ensaladas prácticamente vacía. “Nuestra selección hoy sabe lo que son las fronteras”, se leía en el soporte.
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Aunque no pudieron comprar las verduras de siempre, comenzaron a compartir fotografías a través de redes sociales, donde los internautas aplaudieron la acción.
“Si están en contra de la diversidad y los extranjeros, que se preparen para renunciar a la mayoría de los productos que consumen ahora”, escribieron.
Con información de Huffington Post.