- Horror en Coatzacoalcos
Barandal
Luis Velázquez
Veracruz.- ESCALERAS: El sur de Veracruz es el infierno. El peor en la historia local. Con todo y que las fuerzas federales y estatales se han concentrado allá.
Lo era, ya, claro, con Javier Duarte.
Aquel tiempo, febrero de 2014, cuando fuera asesinado el reportero Gregorio Jiménez de la Cruz, sepultado en fosa clandestina, y los reporteros locales, en alianza con los colegas de la Ciudad de México, se fueron a la calle en la primera marcha de protesta.
Ahora, el 19 de diciembre, otro reportero más fue asesinado. El cuarto de la yunicidad. Ricardo Monui, 19 de marzo, en Yanga. Edwin Rivera, el 9 de julio, en Acayucan. Cándido Ríos, el 22 de agosto, en Juan Díaz Covarrubias.
Y el cuarto, Gumaro Pérez Aguilando, del “Diario del Sureste”, otra vez en Acayucan.
Lo peor, delante de cuarenta niños.
En pleno salón de clases.
Entonces, las ONG del país y del mundo dijeron que Veracruz se ubicaba al nivel de Siria en el número de trabajadores de la información sacrificados.
Huitzilopochtli quiere más y más y más sangre.
Sólo falta decir que atrás de las muertes está Javier Duarte, operando desde el Reclusorio Norte de la Ciudad de México, como incluso ya lo dijera un panista en el discurso oficial.
Antes, era Córdoba el número uno en la violencia.
Ahora, comparte honores con Coatzacoalcos y alrededores.
Los carteles y carteles, ya se sabe, se mueven.
Felipe Calderón envió al Ejército a las calles y del norte del país, donde estaban concentrados, llegaron a Tamaulipas, donde un par de gobernadores, Tomás Yarrington y Eugenio Hernández Flores, “se les tiraron al piso”, y ahora, ni hablar, justicia divina, uno preso en Italia, listo para la deportación, y otro, en Tamaulipas, solicitado por Estados Unidos.
Y por Tamaulipas, entraron a Veracruz.
Y aquí siguen.
Tierra fértil para ellos.
Estaría pendiente que fueran declarados “Hijos predilectos de Veracruz”.
PASAMANOS: El sur de Veracruz, el peor infierno de la entidad jarocha.
En Coatzacoalcos, masacrados seis taxistas en el mismo día. Jueves 7 de diciembre.
Cuatro niños asesinados en una colonia popular. Los cuatro hermanos. De 3, 4, 6 y 7 años. En seis años de Javier Duarte, sólo uno.
El peor lugar de México para los migrantes.
En el año que termina, 263 mujeres desaparecidas según el reporte del Observatorio Universitario de Violencia Contra las Mujeres, coordinado por la académica Estela Casados González, quien todos los días lleva el recuento a partir de la prensa escrita, hablada y digital.
Y de las 263 mujeres desaparecidas, treinta y dos, en Coatzacoalcos. Primer lugar estatal
En Acayucan, un pastor evangélico fue asesinado
“El H” sometió a todos. Desde políticos hasta empresarios. Y de ñapa, hasta negocios puso.
Número uno en violencia jarocha. La vida, prendida con alfileres.
El martes 19 de diciembre, otro tiroteo en Coatzacoalcos. En la colonia Francisco Villa. Unos desconocidos rafagueando a cuatro personas. Un muerto. Tres heridos. Casi a la media noche.
¡Pobrecito Joaquín Caballero Montiel! ¡No pudo con la violencia!
Un año después de la yunicidad, el infierno absoluto.
La actriz Ana de la Reguera actúa de narco en la serie “Power” en Estados Unidos.
Bien podría, con permiso de Salma Hayek, sugerir que un capítulo de la serie fuera escenificado en Coatzacoalcos.
En vivo y a todo color.
El sangriento relato bíblico descrito en el libro “Los Macabeos”, en su dimensión estelar.
Por eso, digamos, y ante el fracaso social de la política de seguridad, MORENA, de AMLO, ganó la presidencia municipal de Coatzacoalcos.
Y de su pueblo hermano y vecino, Minatitlán.
Y de su otro pueblo hermano, Poza Rica.
Y de postre, la capital de Veracruz, Xalapa, la sede de los tres poderes.
La violencia como vaso comunicante, y ante la incertidumbre y la zozobra cotidiana, favoreciendo el triunfo de la izquierda, y de la izquierda radical, de “El peje”.
CASCAJO: Ya nadie habla de la Gendarmería de Enrique Peña Nieto operando en Veracruz.
La última vez referida en el carril mediático la ubicaban en la región de Xalapa.
Pero si todavía estuviera aquí, su lugar ha de ser Coatzacoalcos.
En varias ocasiones, el gobernador Yunes ha anunciado que el secretario de Seguridad Pública se concentraría en Coatzacoalcos. Se ignora si habría estado unos días. Pero en Coatzacoalcos, la sangre escurre todos los días en las calles y avenidas. Y más, mucho más, en las colonias, tierra fértil por la miseria, la pobreza, la jodidez, el desempleo, el subempleo, los salarios de hambre y la migración.
Tan ocupado y preocupado está el sacerdote José Alejandro Solalinde Guerra que creó una filial del albergue “Los hermanos en el camino” para ofrecer un pedacito del paraíso a los migrantes de América Central, y quienes, según la ex diputada federal que fuera del PRI y ahora es del PAN (¡vaya conversión ideológica!), Patricia Peña Recio, las mujeres son unas prostitutas y los hombres unos ladrones y asesinos.
Y no obstante que los focos polvorientos de la inseguridad están ubicados por las autoridades, como el doctor que ordena exámenes químicos al paciente, el infierno sigue ardiendo.
La población es víctima.
Pero más, mucho más, los niños y las mujeres.
Por ejemplo, resulta insólito el asesinato de los cuatro niños en una colonia popular, y ahora, en Acayucan, el crimen del cuarto reportero en la yuniciad cometido delante de cuarenta niños el día, caray, cuando, además, celebraban la fiesta navideña en el salón de clases.
Los narcos, mostrando el puño y el músculo al gobierno de Veracruz y al Peñismo.
RODAPIE: Se dirá, por ejemplo, que ante el operativo oficial en contra, los malandros han enloquecido y por eso mismo, reaccionan con mayor furia multiplicando los secuestros, los desaparecidos, los torturados, los feminicidios, los decapitados, los cercenados y los muertos.
Y casi trece meses después de la yunicidad, ninguna parte cede.
Inflexible como ha de ser, el gobernador se ha radicalizado.
Y en contraparte, también los malandros.
Y de por medio, el horror.
Inverosímil, por ejemplo, que del primero de enero al 30 de noviembre de este año, 263 mujeres y niñas hayan desaparecido.
De un año a 17 años, 68 casos.
De 18 a 59 años, 36 casos.
Y el resto, adultas mayores.
Coatzacoalcos, en primer lugar. El centro de Veracruz, en segundo. Y el norte, en tercero (Estela Casados, Observatorio Universitario).
El asesinato del cuarto reportero, Gumaro Pérez, delante de cuarenta niños en una escuela de Acayucan, pudiera, por ejemplo, compararse al tiempo de Fulgencio Batista, el dictador de Cuba, cuando a un guerrillero preso le sacaron los ojos y se los enviaron en un plato a la familia y a otro le cortaron los testículos y también se los enviaron en un plato a su esposa según contara en su libro de crónicas, “Huracán sobre el azúcar”, Jean Paul Sartre.
El sur de Veracruz, Coatzacoalcos, es un asunto de seguridad nacional, pues el alcalde, Joaquín Caballero Montiel, dejó crecer la incertidumbre y la zozobra… a partir de la negligencia y de “lavarse las manos” como Poncio Pilatos, inculpando a la Federación.