Carolina Mejia | El Piñero
Cuenca del Papaloapan.- Con la temporada de lluvia, las hormigas chicanas empiezan a salir, y con ello el momento de volver a saborearlas en exquisitos platillos que forman parte de la cocina tradicional oaxaqueña y de la región del Papaloapan.
Desde los primeros días de junio ya empiezan a apreciarse en las calles y jardines de las casas. En San Andrés Hidalgo, Huautla de Jiménez, Oaxaca, este fin de semana la calle principal amaneció invadida por estas especies de hormigas.
Estos insectos voladores forman parte de la gastronomía ancestral de pueblos y comunidades indígenas pues son considerados parte de una alimentación nutritiva y saludable. Como alimento de temporada son consumidas en el sureste del país, en salsas, quesadillas, y diversos platillos más.
Recientemente los insectos comestibles, entre ellos las chicanas, han cobrado relevancia desde la cocina gourmet. Con iniciativas que retoman del conocimiento de los pueblos el consumo de estas especies como una alternativa en la dieta para disminuir el consumo de carne y mitigar los efectos de la contaminación.
Según investigaciones de la Facultad de Ciencias Biológicas de la Universidad Veracruzana, 100 gramos de hormigas chicatanas contienen 47.8 por ciento de proteínas, proporción similar a la de la carne de res. Además de contener fibra, calcio, fósforo, entre otros nutrientes adicionales.