•El Judas mayor
•El Judas menor
Escenarios
Luis Velázquez
Veracruz.- Uno. El vocero del PVEM
Esta Semana Santa hubo más Judas que otros años. Por ejemplo, la captura de Javier Duarte en Guatemala sirvió para que cada quien exhibiera su tendedero de ropa sucia.
Marcelo Ruiz fue coordinador de giras de Duarte durante los casi seis años. Después, a la renuncia del ex góber tuitero, acosado por las denuncias penales del Auditor Superior de la Federación, ASF, ante la Procuraduría General de la República, PGR, desde el año 2014, Marcelo Ruiz se fue por allí hasta encontrar la siguiente chamba, en el caso, como vocero en Veracruz del Partido Verde.
Y ahora, el sábado 15 en la noche cuando la PGR anunció la aprehensión de Duarte exigió todo, todo, todo el peso de la ley en contra del ex gobernador pillo y corrupto.
Y, caray, su discurso temerario y audaz olvida por completo que durante la mayor parte del sexenio recibió un pago mensual, y de seguro bueno, por servir al gobernador.
Fue el mismo caso, por ejemplo, del presidente municipal de Veracruz, Ramón Poo Gil, quien con su esposa salían de vacaciones con Karime Macías y Duarte y, por lo general, llevaban a sus hijos, quizá, como en la vieja costumbre griega y romana en que los hijos de los amigos se volvían sobrinos.
Poo Gil, el junior empresarial mudado en jefe político del municipio fundado por Hernán Cortés, el primero, en tierra firme en el continente americano, se desbordó con todo en contra de Duarte apenas trascendió su captura.
“Esta detención nos da la certeza de que nuestras instituciones son sólidas y que trabajan con apego a derecho” escribió.
Se ignora, claro, si el edil es capaz de escribir una frase tan patriótica, demagógica y populista como la anterior, pero en todo caso la aprobó como si fuera de su autoría, traicionando así la más elemental lealtad al amigo en desgracia.
Horas después, mirando el número de retuits a su frase célebre acuñó otra más, la siguiente:
“Desde este momento los veracruzanos tendremos la oportunidad de esclarecer todos los señalamientos que tanto han lastimado a nuestro estado”.
La frasecita, sin embargo, resultó más pobre en contenido y eficacia que la anterior, pero, ya se sabe, en el mundo del Internet y las redes sociales todo está permitido, hasta los peores atropellos al lenguaje.
Por eso mismo, Mario Vargas Llosas, Premio Nobel de Literatura, ha confesado que nunca, jamás, jamás, jamás, lee Twitter ni tampoco whattsappea ni menos anda en el Facebook ni tampoco, vaya, lee libros por Internet.
Descarrilado en la ruleta rusa, el edil jarocho se fue por el tobogán cibernético y publicó otra frasecita:
“Con la detención de @Javier_Duarte por parte de la @PGR y el Gobierno de Guatemala se reafirma el compromiso que Enrique Peña Nieto tiene con Veracruz”.
¡Ah!, el alcalde tirándose al piso “y sin medida” del presidente de la república, cuando, caray, desde el año 2014 en que la ASF denunció vía penal a Duarte en la PGR, y en que la misma ASF reportó al entonces secretario de Hacienda, Luis Videgaray Caso, los abusos y excesos de Duarte con los recursos federales, Peña Nieto nada hizo.
Y ahora, cuando habrá elecciones de gobernador en el Estado de México y Nayarit y de presidentes municipales, síndicos y regidores en Veracruz y Duarte es capturado, Ramón Poo declara a Enrique Peña su ídolo justicieron, su paladín de la ley, su Señor Justicia como llamaban en la antigua Grecia a los fiscales.
Desde la última cena de Jesús con los apóstoles en que trasciendió la existencia de Judas, el mundo está lleno de todos ellos.
Dos. Duarte enriqueció a muchos…
Javier Duarte enriqueció a muchos y ahora varios, quizá muchos, lo han traicionado.
Está claro, por ejemplo, que sus amigos Moisés Mansur Cisneyros y José Janeiro, sus prestanombres, se arrodillaron, el primero, ante el gobernador, y el segundo, ante la PGR, vía un hermano de Miguel Ángel Osorio Chong, secretario de Gobernación, MAO, de quien se afirma es socio.
Ninguna duda hay de que a partir de la impunidad con que se mueven, algunos diputados federales también lo traicionaron, entre ellos (y ojalá estuviéramos equivocados), Érick Lagos (a través de Rogelio Franco Castán), Jorge Carvallo Delfín (pactado con el senador Fernando Yunes Márquez), Adolfo Mota (vía el senador Emilio Gamboa Patrón) y Édgar Spinoso Carrera (devolviendo, se afirma, una parte mínima de sus bienes, entre ellos un avión).
Judas es la figura simbólica de la deslealtad y la traición en el relato bíblico. Y aun cuando desde antes ya existía el antecedente, todos en la vida tenemos un Judas.
Incluso, el viejo del pueblo dice que “los únicos que en la vida traicionan son los amigos porque los enemigos enemigos son”.
Pero en el caso, con los duartistas resulta peor, porque el ex gobernador los enriqueció y en varios “en menos de un sexenio”, para que ahora salgan con la traición.
Y por eso mismo, jamás ha de olvidarse la filosofía social y popular de Fernando Gutiérrez Barrios de que “quien traiciona una vez… traiciona siempre”, simple y llanamente porque agarra el hábito y la costumbre.
Un proverbio árabe, sin embargo, dice que la vida de un hombre se calibra de acuerdo con el número de enemigos que deja a la hora de la muerte.
Con o sin razón.
Tres. Hacer “carnitas” de Duarte
Caído en la desgracia, muchos desean seguir haciendo carnitas de Duarte.
Por ejemplo, el domingo 16 al mediodía el gobernador citó a rueda de prensa para decir al mundo que en la campaña electoral del año anterior dijo que encarcelaría a Duarte en cuatro meses.
Y por añadidura, se atribuyó su captura.
En tanto, su ex primo, el Senador Héctor Yunes Landa, le reviró diciendo que Duarte fue capturado…pero por el trabajo de la PGR.
Ni uno y lo otro, digamos, a medias.
Ha de recordarse, por ejemplo, que hacia el año 2014, la Auditoría Superior de la Federación detectó el desvío millonario de los recursos federales que la secretaría de Finanzas y Planeación estaba aplicando… por órdenes, claro, de Duarte.
Incluso, el Auditor, Juan Manuel Patrón, viajó de la Ciudad de México a Xalapa para entrevistarse con el titular de SEFIPLAN, Fernando Chárleston junior, y luego de probar y comprobar que era cierto, Charleston firmó, por instrucciones de Duarte, una cartita donde, primero, aceptaba el ilícito, y segundo, obligándose a restituir el dinero lo más pronto posible.
Nunca Duarte lo hizo.
Entonces, la ASF interpuso la primera denuncia penal en la PGR.
Era 2014.
Faltaban dos años para que Yunes Linares arremetiera contra la presunta corrupción de Duarte.
Yunes Landa dice, sin embargo, que la captura se debe a la PGR.
Momentito. Fue la Interpol Guatemala la que detuvo a Duarte, la misma que en Italia capturara a Tomás Yarrington, ex gobernador de Tamaulipas (por los mismos delitos que Duarte) en Italia
Y aun cuando el mundo sabe que la captura se debió a la Policía Civil de Guatemala, como está fuera de duda, en la rebatinga azteca unos dicen que fue la PGR y otros que el CISEN, Centro de Información y Seguridad Nacional dependiente de la secretaría de Gobernación, incluso, excluyendo a la Interpol… Vaya ingratitud.
La vida, sin embargo, es así de misteriosa, canija y sorpresiva. La victoria tiene muchos padrinos y la derrota ninguno.
En todo caso, se trata de historias engarzadas alrededor de la captura del ex gobernador priista más peligroso del país, a quien Enrique Peña Nieto ponía de símbolo de la nueva elite política, en tanto Enrique Ochoa Reza, presidente del CEN del PRI, llama el político más corrupto de la nación, además de asesino.
Y asesino, por el caso de las medicinas clonadas y por dar agua destilada a los niños con cáncer como el mayor descubrimiento de la historia médica para curar el mal.