Carlos Tirado
Ciudad Ixtepec, Oaxaca.- Con la última corrida de toros en este día dos de octubre culminan las fiestas patronales en este municipio de la región del istmo, Ciudad Ixtepec.
Costumbres y tradiciones que se mantienen vivas y surgen con fuerza después de un año de no realizarse por la devastación que hicieron los terremotos ocurridos en Septiembre del 2017 y que dejaran a cientos de familias prácticamente viviendo en las calles y patios, sin casas y con la moral en el suelo.
La gente del pueblo, levanta nuevamente la bandera de la solidaridad, se unen y se apoyan y dan inicio a la reconstrucción no solo de sus hogares, si no de la reconciliación con sus vecinos, parientes, amigos y renace el tequio para salir adelante, aun sin el apoyo del gobierno en muchos de los casos.
Así, trabajando, ciudad Ixtepec, se levanta con nuevos bríos y a un año de la tragedia que envolviera no solo a este municipio sino a todos los municipios de la región, se muestra de pie y avanzando hacia un futuro de progreso, y que más emblemático que celebrar con entusiasmo las fiestas en honor del patrono del pueblo San Jerónimo Dr. haciendo de esto también de manera religiosa un ejemplo de vida y de esfuerzo, para otros pueblos que lamentándose de lo ocurrido esperan sentados la ayuda gubernamental o de otras organizaciones y así permanecen.
Ixtepec, se levanta orgulloso del legado de sus ancestros que van más allá de la fase Kuak: 200-1 años antes de cristo de acuerdo a los restos arqueológicos encontrados en el Carrizal en el año 2003
Y sus costumbres y tradiciones de acuerdo a sus creencias religiosas y de una iglesia construida por los dominicos en el siglo XVII que con muchos daños pero sigue en pie y que ténganlo por seguro será restaurada.
Ciudad Ixtepec, recibió en esta últimas dos semanas cientos de visitantes de la región del istmo, de otras regiones del estado y de otras entidades de la república y así mismo algunos otros turistas de otros países que llegaron a disfrutar de la gran fiesta-Pueblo y para este tres de octubre nuevamente el Santo patrón vuelve a su nicho en la iglesia principal para dar inicio a un nuevo ciclo de esperanza y progreso común.